(Minghui.org) El 14 de diciembre de 2021, el día después del Día Nacional de Conmemoración de las Víctimas de la Masacre de Nanjing, Song Gengyi, una instructora del Colegio Vocacional de Zhendan en Shanghái, expresó sus dudas durante una conferencia, sobre las víctimas reales de la Masacre de Nanjing. Sus alumnos grabaron su charla y la difundieron ampliamente en Internet. Fue despedida dos días después.

Li Tiantian, profesora de idiomas del condado de Yongshun, en la provincia de Hunan, publicó en las redes sociales, el 17 de diciembre para expresar su apoyo a Song. Dos días después, la oficina de educación local y su familia la enviaron a un hospital psiquiátrico.

Las historias de Song y Li tuvieron repercusión y llamaron la atención en China. Song perdió su trabajo y Li, embarazada de cuatro meses, acabó en un hospital psiquiátrico, ambas por decir lo que pensaban.

Lo que muchos chinos no saben es que muchos practicantes sanos de Falun Gong, incluidos profesores, han sido enviados a hospitales psiquiátricos, también por decir lo que piensan y apelar a su derecho a la libertad de creencia.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es un sistema de ejercicios y meditación basado en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Está perseguido por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999.

A continuación se muestran varios ejemplos de practicantes de Falun Gong en el sistema educativo a los que se les han aplicado tratamientos psiquiátricos en contra de su voluntad.

Profesora torturada hasta el trastorno mental

La Sra. Li Huiyun, que se doctoró en la Universidad de Tianjin en noviembre de 1999, era profesora asociada de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hebei. Su patente ganó numerosos premios en exposiciones en Alemania, Hong Kong y otros lugares en 2003. Su historia se publicó en el Diario del Pueblo, el Diario de Ciencia y Tecnología, Información  Económica y en el Diario de China.

La Dra. Li Huiyun era profesora asociada en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hebei.

Sin embargo, debido a sus creencias, los funcionarios de la escuela de la Dra. Li y la Oficina 610 local la enviaron a un centro de lavado de cerebro en 2004. La golpearon brutalmente, la humillaron, la privaron del sueño y le negaron el uso del baño. Posteriormente fue trasladada al Campo de Trabajo de Shijiazhuang para cumplir una condena de dos años. Durante su detención en el campo de trabajo, fue enviada dos veces al Departamento de Psiquiatría del Primer Hospital Afiliado de la Universidad Médica de Hebei. En ambas ocasiones, la obligaron a tomar dosis excesivas de medicamentos sedantes e inmunosupresores, que no solo le causaron fatiga, sino que también la hicieron desmayarse de vez en cuando.

La doctora Li fue detenida de nuevo en marzo de 2011 y enviada a la prisión de mujeres de la provincia de Hebei con una condena de cuatro años y diez meses. Como consecuencia de los abusos, se debilitó mucho y se le deformó la cara. Para empeorar las cosas, también desarrolló un trastorno mental debido a los abusos y a la falta de tratamiento médico. Cuando su marido fue a visitarla, no la reconoció. Su madre, de casi 80 años, se quedó desconsolada al ver a su hija más aventajada maltratada hasta tal punto.

Una profesora de inglés que rechazó los "sobres rojos"

La señora Ha Jingbo era profesora de inglés en la Cuarta Escuela Secundaria del Condado de Dongfeng, en la provincia de Jilin. Todas sus enfermedades desaparecieron después de que comenzara a practicar Falun Gong y a vivir según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. También trabajó con diligencia y dio clases particulares a sus alumnos fuera del horario escolar sin buscar ningún beneficio, cuando muchos profesores cobraban a los alumnos por la ayuda extra prestada. También se negó a aceptar dinero de los padres de sus alumnos que querían darle las gracias.

Tras el inicio de la persecución a Falun Gong en julio de 1999, la Sra. Ha fue detenida en el Hospital Mental de Siping en dos ocasiones por apelar a favor de Falun Gong. Todos los días recibía descargas eléctricas en las sienes, que a menudo la dejaban inconsciente. Tras recuperar el conocimiento, le inyectaban a la fuerza drogas que dañaban los nervios.

Ilustración de la tortura: Inyección forzada de drogas que dañan el sistema nervioso.

Mientras esto continuaba, la Sra. Ha tenía un aspecto apagado con la mirada perdida. Su cuello estaba rígido y no podía girar. Era muy aterrador.

Abuso psiquiátrico y humillación

La Sra. Gao Shuying, profesora de inglés en el condado de Tahe, provincia de Heilongjiang, atribuye a Falun Gong la curación de sus numerosas enfermedades, como la presión arterial baja, la anemia, el bajo nivel de azúcar en la sangre, las enfermedades ginecológicas, el dolor de muelas, el dolor de cabeza y muchas más. Con una mejor salud y naturaleza mental, su rendimiento en el trabajo mejoró significativamente y fue premiada como profesora ejemplar varios años seguidos. Su trabajo también fue premiado.

Li Zhihua, de la Oficina 610 del Condado de Tahe, y funcionarios de la escuela de la Sra. Gao la detuvieron la detuvieron en su casa en enero de 2001 y la llevaron a la ciudad de Beian. En el camino, le inyectaron drogas desconocidas, lo que le hizo perder inmediatamente el conocimiento.

Ilustración de la tortura: Atada a una cama en posición de 'águila abierta'.

Al recuperar la conciencia, la Sra. Gao se encontró atada a una cama de metal en posición de 'águila abierta'. Le habían quitado toda la ropa. Estaba rodeada por varios hombres y mujeres, que le preguntaron si quería seguir practicando Falun Gong. Consiguió decir que sí, pero se desmayó de nuevo. Cuando volvió en sí, sintió que la cabeza le pesaba mucho y le dolía mucho. Le costó abrir los ojos y su mente se quedó en blanco. Seguía atada en posición de águila abierta, pero en una habitación más grande, donde más de diez personas se comportaban de forma extraña e irracional.

La Sra. Gao se enteró más tarde de que estaba en el Hospital Mental de Beian y que esas personas con comportamientos extraños eran pacientes con problemas mentales. Les dijo a los médicos y a las enfermeras que era una persona sana que había sido secuestrada y llevada allí, por practicar Falun Gong. Pero no la escucharon. Cuando la Sra. Gao continuó explicando, el personal médico le introdujo a la fuerza algunos medicamentos desconocidos en la boca y mediante inyecciones. Cada día recibía siete frascos de drogas por vía intravenosa. Esto hacía que todo su cuerpo sufriera un gran dolor.

Cuando la Sra. Gao estuvo en peligro de muerte, los funcionarios se pusieron en contacto con su familia para que la recogiera y así poder eludir sus responsabilidades. Su familia fue obligada a pagar 10.000 yuanes antes de sacarla del Hospital Beian.

Es hora de hablar

Estos son solo algunos de los muchos casos denunciados de practicantes de Falun Gong recluidos en hospitales psiquiátricos. Según las estadísticas de Minghui, hasta el 27 de diciembre de 2021, al menos 865 practicantes sanos de Falun Gong de 29 provincias o ciudades de nivel provincial habían sido enviados a hospitales psiquiátricos en un momento u otro por defender su fe.

A veces, los familiares también están implicados. La Sra. Zhang Caixia, empleada de un hospital de la ciudad de Baoji, en la provincia de Shaanxi, fue detenida cuando se dirigía al trabajo el 26 de agosto de 2021. Tras ser enviada al Centro de Rehabilitación Wangjiaya, un hospital psiquiátrico, fue obligada a escribir declaraciones para renunciar a su creencia en Falun Gong. Cuando su marido fue a pedir su liberación, también fue amenazado para que escribiera declaraciones contra Falun Gong, o de lo contrario sería arrestado.

Debido a la censura masiva del PCCh y al bloqueo de Internet, es posible que muchos casos de abusos psiquiátricos no hayan sido denunciados. Pero lo que le ocurrió a Li Tiantian, que no practica Falun Gong, revela que el PCCh ha estado utilizando el abuso psiquiátrico contra practicantes y no practicantes por igual.

"No podemos permanecer en silencio sobre esto. De lo contrario, lo que le ocurra a Li Tiantian podría ocurrirle a cualquiera de nosotros", escribió un internauta. "Si no somos capaces de rescatar a Li Tiantian, muchas más personas, incluidos nosotros o nuestras familias, podrían sufrir las mismas consecuencias", continuó otro.

"Esperamos que más gente aprenda de esto y despierte. Tenemos que decir no a la brutalidad", escribió alguien en otro posteo.

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