(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en julio de 1996 y ahora tengo 50 años.

El “Virus del PCCh” (coronavirus) se originó en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei. Debido a que vivo en la provincia de Hubei, tengo experiencia de primera mano del pánico y el sufrimiento que trajo a la gente de mi ciudad natal. Seguí las enseñanzas del Maestro Li Hongzhi (el fundador de Dafa) para hacer bien las tres cosas mientras enfrentaba numerosos obstáculos. Me gustaría compartir mis experiencias desde que comenzó la pandemia.

Contarle a la gente la verdad sobre el “virus del PCCh”

La ciudad de Wuhan fue cerrada el 23 de enero de 2020 debido al brote del “Virus del PCCh”, y las restricciones se extendieron gradualmente a las áreas cercanas con el cierre de las principales carreteras. La ciudad donde vivo está a 200 km de Wuhan y estuvo semicerrada durante dos semanas.

Sabía que la pandemia fue organizada por lo divino para eliminar a aquellos que tienen vínculos con el Partido Comunista Chino (PCCh), por lo que debemos darnos prisa y ayudar a salvar a más personas. Cuando miré en el sitio web de Minghui, me emocioné al ver que los practicantes de Dafa ya habían preparado materiales relevantes para aclarar la verdad, como la calcomanía "Formas de evitar la pandemia".

Otra practicante y yo preparamos varios tipos de materiales de aclaración de la verdad, volantes, folletos, calcomanías y tarjetas pequeñas. Fuimos a diferentes lugares del pueblo y a pueblos cercanos para repartirlos. A veces entregábamos las tarjetas directamente a los peatones que encontrábamos, aunque no había mucha gente caminando bajo el frío.

Dos semanas después la pandemia se intensificó y nuestra ciudad también fue cerrada por completo. Nuestra comunidad residencial tiene cinco entradas y tres de ellas fueron bloqueadas con placas de acero. Las otras dos entradas estaban vigiladas las 24 horas y solo podían entrar y salir quienes tenían pase. Me di cuenta de que había más de 100 familias en mi comunidad y tenía la intención de seguir acercándome a ellas.

La gente permanecía en sus casas durante el día, pero muchos salían de noche a caminar. Me puse una chaqueta abrigada y llené los bolsillos con materiales para aclarar la verdad. Mientras caminaba, colocaba los volantes en las puertas o ventanas de las personas. También ponía calcomanías en las paredes.

Unos días después, una camioneta con un altavoz circuló en la comunidad, diciendo a las personas que se mantuvieran en sus casas y que no salieran. Así que decidí levantarme temprano antes del amanecer cuando la gente aún dormía y continué repartiendo materiales. En las puertas de la comunidad, las luces estaban encendidas toda la noche y había un escritorio justo afuera de la puerta. Empaqué varios materiales en un sobre de gran tamaño y lo puse sobre el escritorio. El personal de la comunidad lo vería tan pronto como llegara a trabajar.

Durante más de 10 días distribuí materiales por toda la comunidad. Mis vecinos estaban llenos de miedo y ansiedad, y quería ayudarlos a conocer la causa raíz de la pandemia y la mejor manera de evitarla.

Solía estampar las palabras: "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" en papel moneda. Cuando estalló la pandemia usé las frases actualizadas del sitio web de Minghui como: "El PCCh trajo el virus", "Recita sinceramente 'Falun Dafa es bueno' y 'Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'" y "Renuncia al PCCh para salvar tu vida”. Imprimí estos mensajes en varios miles de yuanes cada semana para que otros practicantes y yo los usáramos en nuestras compras.

Cuando se levantó el bloqueo supe que debía preparar más materiales. La habitación en la que trabajaba, en el último piso, no estaba aislada. Hacía un calor sofocante en verano y parecía una heladera en invierno.

Estaban realizando un censo en el invierno de 2020 y la gente solía llamar a la puerta y publicaba avisos. Preparaba materiales para aclarar la verdad cuando los escuché tocar, inmediatamente envié pensamientos rectos y le pedí al Maestro Li que ayudara a eliminar la interferencia. Cuando se fueron, tranquilamente reanudé la preparación de folletos.

Enviando cartas a los represores

En la segunda mitad de 2020 el PCCh intensificó su “Campaña de reducción a cero” para obligar a todos los practicantes en una “lista negra” del gobierno a renunciar a sus creencias. Muchos funcionarios de diferentes poderes del Estado se involucraron en este proceso y se convirtieron en represores. Decidí enviarles cartas para aclararles la verdad. Leí las noticias sobre China en Minghui.org todos los días y copié la lista de personas en cargos gubernamentales en las áreas donde la persecución fue severa. También verifiqué sus direcciones.

El contenido de las cartas proviene del sitio web de Minghui. Elegí diferentes contenidos para diferentes personas y seguí actualizando la información. Clasifiqué los siguientes grupos de personas, tales como personal de los Comités de Asuntos Políticos y Jurídicos, oficiales y personal que trabajaba en comisarías o departamentos de policía, la Procuraduría, los sistemas educativos, los sistemas de salud, los líderes de aldeas, etc.

Después de elegir los contenidos, los edité e imprimí. Otros practicantes y yo manejamos nuestras motocicletas a diferentes pueblos y municipios y enviamos las cartas. Solo pusimos una o dos cartas en cada buzón.

Distribuyendo materiales en el campo

Además de preparar y enviar las cartas de aclaración de la verdad, también fuimos al campo todas las semanas para distribuir materiales, hablar con la gente y aconsejarles que renunciaran al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.

Preparamos diferentes tipos de materiales y los metimos en bolsas de plástico. Pueden contener historias cortas sobre cómo las personas se salvaron después de decir "¡Falun Dafa es bueno!". Cuando se levantó el confinamiento en marzo de 2020, preparamos el número especial “El ojo de la plaga”. Fuimos en motocicleta a muchos lugares del campo donde dimos folletos a todos los que encontramos, les aconsejamos que renunciaran al PCCh y que recordaran que "¡Falun Dafa es bueno!".

La mayoría de las personas estaban enojadas con el PCCh por la forma en que manejó la pandemia y estaban dispuestas a aceptar los materiales de aclaración de la verdad y a renunciar al Partido.

Muchos granjeros que salen de la ciudad por trabajo, cuando regresan, a menudo construyen casas nuevas. Cuando notábamos que la gente estaba construyendo una casa, los llamábamos para tomar un descanso y charlar. Hicieron preguntas que respondimos, acordaron renunciar al PCCh, aceptaron nuestros folletos, aceptaron el amuleto que contenía las palabras "Falun Dafa es bueno" y el folleto El propósito final del comunismo. En cada encuentro, hasta una docena de personas conocieron la verdad y renunciaron al PCCh.

Al final del año distribuimos calendarios por el campo y aconsejamos a las personas que leyeran las historias en el calendario. Cuando veíamos a gente más joven, nos deteníamos y les preguntábamos si tenían un teléfono inteligente. Si era así, les dabamos una tarjeta con información para eludir el cortafuegos de Internet del PCCh. También les dimos unidades USB con información que aclara la verdad. La mayoría de ellos expresaron su gratitud. Cuando nos encontramos con personas mayores que todavía tenían reproductores de video, les dimos CD o DVD con información sobre Falun Dafa y les pedimos que los compartieran con otras personas. Al conducir por las carreteras principales, también colocábamos calcomanías en los postes eléctricos y de concreto.

Seguimos viajando al campo para distribuir materiales y hablar con la gente en todo tipo de clima. Al ver a muchas personas conocer la verdad y renunciar al PCCh, nos sentimos gratificados a pesar de nuestro dolor y agotamiento. Siempre agradecimos al Maestro por su compasiva salvación y protección.

Siguiendo el camino arreglado por el Maestro

Las viejas fuerzas nunca han dejado de interferir con los practicantes y de presionarnos para que sigamos el camino que ellas han dispuesto. Por eso hemos encontrado todo tipo de pruebas como la “Campaña de reducción a cero”. La forma en que manejamos estas dificultades refleja nuestro estado de cultivación.

Encontré una pequeña prueba durante la "Campaña de reducción a cero". Un subdirector de mi exlugar de trabajo llevó a tres personas a la casa de mi madre y les pidió mi número de teléfono o el número de teléfono de mi esposo. Mintieron y afirmaron que eran mis excompañeros de clase. Mi madre tiene 80 años y ha sufrido mucho debido a la persecución, por lo que fue muy cautelosa y se negó a proporcionar información.

Finalmente, el subdirector logró obtener el número de teléfono de mi esposo con uno de nuestros amigos. Llamó a mi esposo dos veces. Le devolví la llamada con el teléfono de mi esposo y le pregunté por qué quería hablar. Dijo que quería reunirse conmigo y charlar.

Después de que lo insté a hablar directamente, me dijo que quería saber dónde vivía. Le dije: “La constitución china dice que todos tienen libertad de creencia. No es contra la ley practicar Falun Dafa. ¿Por qué está ayudando al PCCh a recopilar la información de un practicante? ¿Está participando en la persecución?”.

Le hablé sobre cómo había sido perseguida hasta el punto de la indigencia por la Oficina 610 del Condado. Dije que esperaba que no cooperara con el Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos para perseguir a los practicantes. Él dijo que realmente no quería hacer esto. Cuando le dije que podía reunirme con él si no hacía nada dañino, dijo que no tenía tiempo.

Como practicantes de Dafa, hemos superado el período más difícil. En estos últimos momentos críticos debemos estudiar bien el Fa, seguir el camino que Shifu preparó para nosotros y cumplir nuestros votos prehistóricos para regresar a nuestros hogares originales.

¡Gracias Maestro! ¡Gracias compañeros practicantes!

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