(Minghui.org) Soy una joven practicante de Falun Dafa de Tianjin. Debido a la pandemia, no pude ir a trabajar durante dos meses. Pude concentrarme en estudiar y memorizar el Fa y enviar pensamientos rectos. Entendí verdaderamente lo que es la cultivación verdadera y la urgencia de salvar a la gente. Me gustaría compartir mis experiencias con ustedes.

Solo estudiando bien el Fa seremos capaces de hacer bien las tres cosas

Durante el tiempo que me quedé en casa pude hacer bien las tres cosas. Me levantaba a las 3:20 de la mañana cada día y terminaba de practicar los ejercicios a las 5:50. Memorizaba y recitaba poemas de Hong Yin V. Desayunaba mientras escuchaba las experiencias de cultivación de los compañeros practicantes. Memoricé Zhuan Falun y lo escribí de memoria. También hice llamadas telefónicas para aclarar la verdad. Me encontraba en un estado de cultivación muy bueno.

Cuando me enteré de la gravedad de la pandemia y de que tanta gente estaba muriendo, sentí la urgencia de salvar a la gente. Sentí mucho remordimiento por no haberlo hecho bien en el pasado. Durante ese periodo de tiempo, el ambiente en mi casa también se volvió armonioso. El Maestro [el Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa] me animó y me mostró en un sueño que atravesaba con éxito una brecha, del ancho de un hilo, entre dos puertas cerradas. Hizo que lo imposible se convirtiera en posible. Comprendí que el Maestro es quien lo hace todo.

Después de volver a trabajar, el tiempo que tenía para estudiar el Fa se redujo. Parecía que cada vez que tomaba Zhuan Falun sonaba el teléfono. Una llamada telefónica podía durar cerca de una hora. Después, recordaba que tenía otras cosas que hacer. Cuando terminaba de hacer todo, me sentía muy cansada y me decía que me levantaría temprano para leer el Fa al día siguiente. Sin embargo, no era capaz de levantarme y practicar los ejercicios de la mañana a tiempo. Pronto empecé a aflojar y no me cultivaba con diligencia. Ya no miraba hacia adentro cuando me encontraba con problemas, y así, los conflictos y las tribulaciones sobrevinieron.

En el trabajo, mi carga de trabajo aumentó y todo el departamento de contabilidad quedó a mi cargo. Sentí que me habían ascendido y, en consecuencia, aumentaron mis apegos a la autosatisfacción y la arrogancia. Me mostraba distante con mis colegas y tampoco trataba a mis superiores con una actitud humilde. Al final, se produjeron muchos conflictos. Ante la actitud hostil de mis compañeros, empecé a buscar mis problemas: me había vuelto arrogante, pensaba que siempre tenía la razón y presumía. No pensaba desde la perspectiva de los demás. Cuando identifiqué mis problemas, quise cambiar. Sin embargo, aún no podía eliminar mis rencores cuando recordaba la actitud de mi jefa.

Durante este periodo de tiempo, mi hermano menor me llamaba con frecuencia porque a menudo tenía conflictos con su mujer. Su mujer le mentía y no confiaban el uno en el otro. A pesar de que mi familia se esforzaba y gastaba mucho dinero en ella, no era agradecida. No respetaba a mi madre e incluso contaba a sus amigos y parientes los conflictos de nuestra familia. Me enfadaba cada vez que la mencionaban y me olvidaba por completo de que era practicante.

Empezaron a aparecer anomalías en mi cuerpo y me salió urticaria. Cuando escribía el Fa de memoria cometía muchos errores. La velocidad de Internet era especialmente lenta cuando abría Minghui.org. Me dormía cuando meditaba o enviaba pensamientos rectos. Todas estas condiciones me hicieron comprender que estaba en un mal estado de cultivación y que necesitaba cultivarme diligentemente.

Empecé con el estudio del Fa. Cuando esperaba el autobús por la mañana, memorizaba el Hong Yin V. Cuando estaba en el autobús, estudiaba las enseñanzas del Maestro dadas en todo el mundo. Si me sentía somnolienta, memorizaba el Fa. Durante la pausa del almuerzo, memorizaba Zhuan Falun. Después de la cena, empecé a memorizar el Fa y a escribir el Fa de memoria. También envié pensamientos rectos cada hora. Durante los fines de semana, aparte de llamar a mi familia, aprovechaba el tiempo disponible para memorizar el Fa y enviar pensamientos rectos cada hora. Después de persistir de esta manera, me iluminé a muchos principios del Fa. También empecé a mirar realmente hacia dentro cuando me encontraba con problemas.

Mis rencores desaparecieron cuando eliminé mis sospechas

No eliminé los rencores que tenía hacia mi jefa porque todavía tenía algunas opiniones sobre ella. Cuando asumí el puesto de una compañera que había renunciado, me contó muchas cosas malas de esta jefa: hizo una copia de las llaves de todos los cajones que esta compañera tenía a su cargo. En una ocasión, se dio cuenta de que sus objetos personales habían sido cambiados de sitio. Cuando necesité urgentemente un pendrive, esta jefa abrió un cajón y sacó un pendrive, lo que demostró que esta colega tenía razón. Después del traspaso, llevé mis objetos personales importantes conmigo a todas partes. Esta mentalidad sospechosa cambió mi visión de mi superior.

Seguí buscando en mi interior y me di cuenta de que la causa de mi rencor era mi mentalidad desconfiada. Tengo muchas opiniones e imagino todos los resultados posibles, por lo que siempre estoy llena de preocupaciones y sospechas. Cada pensamiento de un cultivador debe estar basado en el Fa. Ahora, cuando mis "sospechas" salen a la superficie, las identifico rápidamente y me insto a mí misma a dejarlas a un lado.

Cuando mi superior volvió a delegar trabajos, cooperé con una actitud amistosa. La jefa también cambió su actitud hacia mí.

Mirar de verdad hacia dentro

Cuando mi hermano menor me llama para que le ayude a resolver sus conflictos, suelo razonar con él basándome en mis experiencias vitales y mi comprensión. Lo guío para que solucione sus propios problemas, de modo que pueda cambiarse a sí mismo y el problema pueda resolverse. Más tarde, recordé que soy una cultivadora, por lo que debería mirarme a mí misma basándome en los problemas que veo en él.

El Maestro dijo:

“Si dices que tan sólo estás cultivándote para resolver ese problema, no estás cultivándote genuinamente; la cultivación es totalmente incondicional” (“Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos, 2004”, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. V).

Guié a mi hermano basándome en los principios de Dafa: buscar los problemas dentro de nosotros mismos primero y cambiarnos a nosotros mismos en primer lugar. También me examiné a mí misma para ver por qué era testigo de los problemas de mi hermano. Me recordé: "No te dejes llevar".

El Maestro dijo:

“¿Puede un dios ser movido por diferentes apegos humanos comunes? Esto es imposible, por supuesto no es posible” (“Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos, 2004”, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. V).

Pensé que el comportamiento de mi cuñada era muy egoísta y que solo pensaba en sí misma. Miré en mi interior para ver si yo era egoísta. Descubrí que hacía que todos los que me rodeaban estuvieran de acuerdo con mi opinión. Si alguien no estaba de acuerdo conmigo me sentía inquieta. A menudo señalo los problemas de los demás, pensando que mi comprensión es correcta. Me di cuenta de que cada uno tiene sus propios pensamientos, por lo que no podemos insistir en que los demás hagan lo que nosotros queremos.

También sentí que mi cuñada daba mucha importancia a las ganancias materiales. Así que, mirando hacia dentro, descubrí que todavía persigo la ganancia personal.

También tengo el deseo de obtener beneficios. Me esforcé mucho y gasté mucho dinero en sus hijos, pero ella no me correspondió. Cuando no me sentí feliz por ello, descubrí mi apego al deseo de devoluciones.

Después de encontrar todos estos apegos, los rencores que tenía contra mi cuñada fueron desapareciendo. En poco tiempo, los conflictos entre mi hermano y su esposa también desaparecieron rápidamente.

Como soy practicante, todo lo que ocurre a mi alrededor está relacionado conmigo. Tengo que mirar siempre hacia dentro. Tengo demasiados apegos humanos, y no deshacerme de ninguno de ellos ralentizará mi cultivación.

La urticaria señala mi apego

En 2017, conocí al amigo de mi jefa. Es afable y guapo, y empecé a sentir algo por él. Me di cuenta de que esto estaba mal. Intenté frenar mis sentimientos y no pensar en él. Después de un tiempo, ya no vino a la empresa. Cuando su imagen aparecía en mi mente, enviaba pensamientos rectos para dejar de pensar en él. Después de algún tiempo, mis recuerdos de él se fueron desvaneciendo, pero todavía me acordaba de vez en cuando.

Un día, de repente, pensé en él y no dejé de hacerlo. A la mañana siguiente, mis piernas estaban cubiertas de urticaria. Me picaban tanto las piernas que me costaba meditar. Después de enviar pensamientos rectos durante mucho tiempo, la urticaria desapareció al día siguiente. Desde entonces, cada vez que aparecen pensamientos de lujuria en mi mente, me aparecen ronchas en las piernas. Esto sigue ocurriendo, por lo que quiero exponer este apego.

El Maestro dijo:

“Así que como cultivador, lo que es realmente extraordinario es cuando puedes ser firme y tener pensamientos rectos tan firmes que nada puede hacerte vacilar. Sé sólido y firme como diamante, o granito, y entonces nada podrá afectarte; la maldad te temerá con sólo verte. Si después de encontrarte con circunstancias difíciles, tus pensamientos pueden ser realmente rectos, entonces, cuando te enfrentes con la malvada persecución y cuando te enfrentes con interferencias, una sola frase tuya reforzada con pensamientos firmes y rectos podrá instantáneamente hacer que el mal se desintegre, (aplausos) y hará que quienes estén siendo usados por la maldad se den media vuelta y huyan, hará que la persecución perversa hacia ti se disuelva, y hará que la interferencia maligna hacia ti desaparezca sin dejar huellas. Un pensamiento nacido de la fe recta es todo lo que se necesita. Y el que pueda sostener firmemente esos pensamientos rectos y perdurar hasta el final, se volverá un magnífico dios forjado por Dafa” (“Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional del Oeste de los Estados Unidos”, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. VII).

Superar la somnolencia al deshacerme del apego a la comodidad

Recientemente empecé a sentirme adormecida cuando meditaba o enviaba pensamientos rectos. Tengo un deseo muy fuerte de reconfortarme. Todos los días, después del trabajo, tengo ganas de echar una siesta. Cuando me despierto ya es demasiado tarde para hacer algo. He proporcionado un ambiente propicio para mi apego a la comodidad. Al principio, afectó mi estudio del Fa y el envío de pensamientos rectos a medianoche. Más tarde, empezó a afectar mis ejercicios matutinos y el estudio del Fa. Esto causó que me separara de Dafa y resultó en una interferencia seria.

El deseo de comodidad es un apego muy fuerte. Cada vez que me siento cansada, me digo: "No estoy cansada. Nada puede perturbar mi estudio y cultivación del Fa".

El Maestro dijo:

“Caminas bien este sendero de la rectificación del Fa, logras superar en la cultivación tus limitaciones, abandonas tus apegos, y salvas a seres vivientes con pensamientos rectos y tratas todas las cosas con las que te encuentras con pensamientos rectos. Eso es poderosa virtud” (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Atlanta, 2003”, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IV).

Cuando me da sueño mientras estudio el Fa, me pongo de pie o camino mientras leo o cambio a memorizar y escribir el Fa de memoria. Si puedo mantener pensamientos rectos todo el tiempo, podré estar libre de nociones humanas y cultivarme verdaderamente.

Al aumentar mi tiempo de estudio del Fa y mirar hacia adentro, mi estado empezó a cambiar: Cuando estoy memorizando el Fa, puedo calmar mis pensamientos y cometer menos errores cuando escribo el Fa de memoria. Soy capaz de calmar mis pensamientos cuando envío pensamientos rectos. Todavía tengo que seguir mejorando.

Comprendí que todo lo que sucede alrededor de un cultivador está provocando nuestros apegos. Cuando seamos capaces de mirar hacia dentro y cambiarnos a nosotros mismos, nuestro entorno cambiará. Todavía tengo demasiados apegos y el Maestro me ha dado muchas pistas para iluminarme. Gracias, Maestro, por su benevolencia.

Cambiando mis nociones humanas

En el pasado, a menudo pensaba que si no dormía lo suficiente no podría despertarme a tiempo para hacer los ejercicios de la mañana. Por lo tanto, me acostaba alrededor de las 10:30 p.m. todas las noches. Una noche me quedé despierto más tiempo para estudiar el Fa, y me acosté después de enviar pensamientos rectos a medianoche. Cuando el despertador sonó a las 3:30 a.m. de la mañana siguiente, no sentí sueño. Este incidente me hizo entender que cada pensamiento de un cultivador debe estar basado en el Fa. Sentirse adormecida debido a la falta de sueño es una noción humana que debo eliminar. Solo estudiando bien el Fa podré alcanzar un estado de cultivación que esté a la altura.

Solo cultivándonos bien podremos salvar a más personas

Una vez soñé que una persona colgaba de la ventana de un tercer piso, esperando a que yo la hiciera entrar. Yo estaba en el segundo piso y no había escaleras para subir a salvarla. A partir de este sueño comprendí que no me había cultivado lo suficiente como para alcanzar ese nivel para salvar a los seres conscientes. Como practicante, las tres cosas que debemos hacer están estrechamente relacionadas entre sí. En este último momento de la historia, debo aprovechar cada segundo para estudiar bien el Fa para poder mantener pensamientos rectos todo el tiempo. Solo de esta manera seré capaz de mejorar verdaderamente en mi cultivación basada en el Fa y así ser capaz de salvar verdaderamente a los seres conscientes.

La razón por la cual podemos ser discípulos de Dafa para ayudar al Maestro en la rectificación del Fa es porque el Maestro nos eligió y nos dio esta gloria. Por lo tanto, debemos creer en el Maestro y en el Fa y hacer bien cada paso de nuestra cultivación. ¡Debemos ser muy diligentes en nuestra cultivación!

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