(Minghui.org) La mayoría de los practicantes de Falun Gong del condado de Qidong, en la provincia de Hunan, han sido acosados en mayor o menor medida durante el último año. Los funcionarios implicados pertenecían a comités de aldea o comités residenciales. Desde junio de 2021, grupos de trabajo designados, enviados desde la ciudad y la provincia, se desplazaron al condado de Qidong para trabajar con todos los practicantes de Falun Gong que figuraban en su lista, en un intento de coaccionar a los practicantes para que renunciaran a su fe.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

Los funcionarios de los comités de aldea o de residencia hacían llamados o visitas a las casas de los practicantes y les tomaban fotos. Cuando los practicantes les preguntaban por qué lo hacían, respondían que solo cumplían órdenes de sus superiores.

Cuando los grupos de trabajo llegaron al condado de Qidong en junio de 2021, el acoso se intensificó. Se reunieron con todos los practicantes y les ordenaron que completaran el formulario de renuncia a Falun Gong. Crearon perfiles personales para cada practicante y se les ordenó hacer un seguimiento de cada uno y enviar los resultados.

Los grupos de trabajo revisaron los resultados en octubre. El 22 de octubre convocaron a algunos practicantes a la oficina del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos del Condado de Qidong y los interrogaron uno por uno. Wang Chenggang, miembro de la Oficina 610 del Condado, una agencia extralegal creada específicamente para perseguir a Falun Gong, acompañó a los grupos de trabajo a diferentes municipios, donde citaron e interrogaron a más practicantes. Ahora que ese esfuerzo ha concluido, un informante reveló que las autoridades estaban planeando más sesiones de lavado de cerebro para consolidar los resultados de la "transformación".

Debido al acoso, la vida cotidiana de muchos practicantes se vio perturbada y sus familiares se vieron afectados. A continuación se exponen algunos de estos casos.

Sra. Zhou Jiheng

La Sra. Zhou Jiheng, de 79 años, vive sola. Tres miembros del Comité Residencial fueron a su casa tres veces en junio pero no pudieron encontrarla. Intentaron averiguar más sobre ella a través de sus vecinos. Un vecino amable la protegió y le contó sobre estas visitas. Temiendo más acoso o persecución, la Sra. Zhou no se atrevió a regresar a casa por un tiempo.

Su hija fue al comité residencial y les dijo que la Sra. Zhou no podía manejar la situación dada su salud actual e insistió en que no la acosaran más. Dejaron de ir a su casa después de eso, pero la Sra. Zhou todavía vive con miedo.

Sr. Liu Jishun

El Sr. Liu Jishun, de 75 años, fue condenado a tres años en 2001 y a un año de trabajos forzados en 2007. Volvió a ser condenado a tres años y medio tras ser detenido en octubre de 2014 y posteriormente fue puesto en libertad condicional por motivos médicos.

Sufrió un prolongado acoso en su casa por parte de la policía, funcionarios de la oficina judicial y miembros del Comité Residencial. Incapaz de recuperarse, acabó en estado crítico en marzo de 2021 y fue hospitalizado.

Poco después de su salida del hospital, los agentes de la Comisaría de Chengdong realizaron dos visitas a su casa para acosarlo. Tomaron fotos y le advirtieron que no fuera a Beijing a apelar por Falun Gong. A continuación, los miembros del Comité de Residencia fueron a su casa y le ordenaron que completara un formulario para renunciar a Falun Gong.

El Sr. Liu fue uno de los practicantes citados por el gobierno del condado el 22 de octubre. El grupo de trabajo le preguntó si seguía practicando Falun Gong. Él les replicó: "Estuve a punto de morir por la persecución y apenas podía caminar. Me despidieron del trabajo y no tengo ingresos desde hace más de diez años. Solo me preguntan si sigo practicando Falun Gong. ¿Por qué no me preguntan por mi salud o mi vida? ¿Pueden resolver mis problemas?". Se quedaron sin palabras y tuvieron que dejarlo ahí.

Sra. Tan Guihua

La Sra. Tan Guihua, de 74 años, se gana la vida recogiendo chatarra. Alguien la denunció a las autoridades en mayo de 2021 al detectar materiales de Falun Gong en la chatarra que recogía. La policía allanó su casa y la detuvo. Interrogada en la comisaría, no pudo soportar la intimidación, se desmayó y echó espuma por la boca. Recuperó el conocimiento una semana después en el hospital.

Poco después de recibir el alta hospitalaria, el Comité Residencial envió a alguien para amenazarla con que no distribuyera materiales de Falun Gong ni siguiera practicando. Además, el 22 de octubre fue citada por el gobierno del condado y fue interrogada por el grupo de trabajo.

Sra. He Qionghui

La Sra. He Qionghui, de 58 años, se quedó con un pariente discapacitado para cuidar de él. Al no poder encontrarla desde mayo de 2021, el Comité del Pueblo envió a alguien a localizar a su hijo, que estaba trabajando en la ciudad de Shenzhen, provincia de Guangdong (a unos 450 kilómetros de distancia), para que la buscara. Su hijo estaba tan asustado que no se ha atrevido a volver a casa desde entonces. Cuando la Sra. He se enteró del acoso, tampoco se atrevió a volver a casa.

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