(Minghui.org) Tengo 88 años y me he cultivado durante 23 años. Me gustaría compartir algunas de mis experiencias acerca de mi forma de superar las tribulaciones con pensamientos rectos.
En la noche del 13 de mayo de 2019, cuando estaba leyendo artículos en el sitio web de Minghui, una fuerza intensa y feroz atacó mi cerebro. Casi me desmayo. Inmediatamente, mantuve el pensamiento de que nadie puede arrebatarme la vida.
Pedí ayuda al Maestro, y recité el Fa:
“Soy dizi de Li Hongzhi, no deseo otros arreglos ni los reconozco” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna).
También recité en voz alta las fórmulas de envío de pensamientos rectos. Mi hijo, que estaba estudiando el Fa a mi lado, también envió pensamientos rectos conmigo.
Sentía que mi cuerpo estaba bloqueado y era muy doloroso. Sudaba mucho. Mantenía el pensamiento de que nadie podía perseguirme. Seguí pidiendo ayuda al Maestro. Unos diez minutos después, vomité y descargué coágulos de sangre oscura. Ni mi hijo ni yo nos asustamos.
Era el momento de hacer la meditación sentada, y sentí que algo intentaba invadir mi cuerpo. Me esforcé por eliminarlo, fuera lo que fuera.
La segunda mañana estaba agotado. Pero pensé que debía superar la tribulación con pensamientos rectos. Ningún demonio puede jugarme una mala pasada. Actuaría como un practicante y haría lo que debía hacer.
Hice los ejercicios como siempre. Pero me sentí muy incómodo durante la segunda serie. No me rendí. Me caí después de 50 minutos.
Recordé la historia de la anciana que mencionaba el Maestro en Zhuan Falun, que fue atropellada por un coche. Me dije con firmeza: estoy bien.
Mi hijo me ayudó a levantarme. Yo estaba bien. Mis pantalones estaban mojados. Era porque volví a descargar sangre oscura. Le dije a mi hijo que le daba las gracias al Maestro por haber sacado el yeli sucio de mi cuerpo.
Durante los últimos veintitantos años, pasé muchas pruebas con la protección del Maestro, y nunca estuve en verdadero peligro. Pero esta vez, sentí un peligro inusual. El mal se precipitó hacia mí, tratando de entrar en mi cuerpo, y arruinar mi cultivación. Sucedió varias veces en una docena de días.
Cada vez que me invadía, decía mi nombre, me pellizcaba, trataba de mantener despierta mi conciencia principal y dejaba que el lado iluminado eliminara el mal. También pedí a mi hijo que enviara pensamientos rectos por mí.
Recitamos juntos el poema del Maestro:
“Rápido como un rayo, elevándose a alturas cósmicas
Poderoso como un trueno, llegando más allá de los cielos
Barriendo todo el cosmos, ningún lugar queda afuera
Eliminando juntos todos los desviados y los deteriorados”
(Pensamientos rectos, Hong Yin IV).
Después de varias veces, percibí claramente que habíamos derrotado esas cosas malas. Creí que esta peligrosa tribulación debía ser causada por mi mente no recta. Miré dentro cuidadosamente, y encontré la razón.
La practicante Yu (un pseudónimo) falleció hace dos meses. No traté este incidente basándome en el Fa. En vez de eso, me dejé llevar por el sentimentalismo humano y me sentí muy triste. Yu tenía 65 años. Empezó a cultivarse antes del 20 de julio de 1999. Su marido y su hija también se cultivaban. Todos fueron perseguidos y encarcelados. Entre los tres, fueron condenados por más de 30 años. Eran buenos coordinadores locales.
Conocía a su familia desde 2010. Fui testigo de su experiencia. Me pregunté por qué un practicante así, que había superado tantas pruebas, falleció de repente. ¿Llegó a la Perfección? ¿Fue un arreglo del Maestro? ¿Qué tipo de efectos tendría tal forma de consumación en nuestra rectificación del Fa local y en la salvación de la gente? ¿Por qué su familia no pudo impedirlo?
De pronto tuve un pensamiento. Tengo 88 años, muchos más que ella. ¿Fallecería yo también de repente? Fue un pensamiento tan desviado que dio a las viejas fuerzas una excusa para perseguirme.
El yeli de enfermedad
A pesar de haber superado la prueba de la vida y la muerte, y haberme librado de la ansiedad, el mal no se rindió. Durante los meses siguientes, de vez en cuando tenía fuertes dolores en múltiples partes de mi cuerpo, sintiendo como si me cortaran con un cuchillo y me dieran una descarga eléctrica. El dolor duraba una docena de días cada vez. Una vez tuve dolor en el pecho. No podía respirar ni tragar alimentos.
Después de los dolores hubo mareos, sudoración y fatiga. También tuve hipoglucemia. Una vez tuve una diarrea severa. Fui al baño docenas de veces al día durante tres días.
Se lo comenté a un compañero practicante. Me dijo: "Descargar lo malo es algo bueno". Sus palabras fueron un gran estímulo para mí, porque intentaba pasar la prueba con pensamientos rectos.
Fueron las enseñanzas del Maestro sobre las dificultades y el yeli las que me guiaron para luchar durante los meses de dolor. A veces le decía a mi hijo que era muy doloroso. Él siempre me decía que mantuviera mi creencia sólida, lo que siempre me daba confianza.
El Maestro dijo:
“Estudia el Fa sin pereza, cambios durante el proceso vendrán
Cree con firmeza, sin tambalearte; obtén el fruto recto, el loto se formará"
(Avancen diligentemente, ilumínense rectamente, Hong Yin (II))
Me iluminé a que todos los dolores eran pruebas que debía pasar en la cultivación. El Maestro los utilizó para mejorar mi xinxing y solidificar mis pensamientos rectos. Era el Maestro eliminando mi yeli y purificando mi cuerpo. Mientras me cultive en el Fa, mejore mi xinxing, elimine los apegos y no me desvíe del camino recto, las viejas fuerzas no se atreverán a tocarme, y el Maestro me protegerá.
Iluminándome al Dao
Leí con calma el Fa todos los días, memoricé Zhuan Falun y vi las conferencias del Maestro. También leí artículos en el sitio web de Minghui. Sentí claramente que la tribulación esta vez era mayor que nunca. En el pasado, siempre tuve pensamientos rectos al pasar las pruebas, y nunca tuve pensamientos negativos. Tanto si me enfrentaba al yeli de enfermedad como a la policía, siempre tenía mágicamente la ayuda del Maestro y pasaba las pruebas sin ningún peligro real.
Sin embargo, esta vez fue diferente. El yeli de pensamiento y los pensamientos negativos me molestaban a menudo. Pensé que había dejado de lado la vida y la muerte, y el apego a mi hijo en el año 2000, cuando hablé en favor de Dafa. Pero descubrí que esta vez volvían a aparecer. Sentí que el valor que tenía al principio de mi cultivación se había debilitado. No me esforcé en avanzar con diligencia y ya no pensé en mejorarme. Debido al egoísmo, también desarrollé el miedo a las dificultades y a la persecución.
Incluso me dije que debía "ir más despacio" al aclarar la verdad en público, para evitar el peligro. Me consolé con la excusa de que había hecho mucho, así que ahora podía bajar el ritmo por seguridad. Con todo tipo de problemas físicos en 2018, había aflojado en salvar a la gente. Mi cultivación había entrado en un camino desviado.
Al iluminarme a ello, pensé que para cambiar no debía aflojar y dejar que las viejas fuerzas tuvieran excusas. No debía defraudar al Maestro por salvarme. Si perdía la preciosa oportunidad de cultivarme en el período de la rectificación del Fa, lo lamentaría para siempre. Sabía que debía ser diligente y hacer cambios.
Cuando la pandemia comenzó en enero de 2020, me di cuenta de que tenía que darme prisa para salvar a la gente. Le dije a la gente de la calle que recitara "Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", para evitar ser infectado. Muchas personas me dieron las gracias.
Volví al camino recto arreglado por el Maestro. Vi la luz. Volví al estado diligente. El egoísmo fue reemplazado por la naturaleza de Buda. Me mejoré, y los arreglos de yeli de enfermedad de las viejas fuerzas fracasaron.
Resolviendo los problemas de cultivación
Nociones humanas
Traté la muerte de la practicante Yu con nociones humanas, lo que dio a las viejas fuerzas la excusa para perseguirme. El Maestro dijo en 2015:
“Y ustedes precisamente se cultivan bajo estas circunstancias, y si no puedes tratar [al xiulian] con la debida seriedad, de verdad es muy peligroso. Incluso no les importa si algunos de nuestros estudiantes tienen apegos o no, esas seleccionan a una persona, que sienten que puede ser una prueba para la gente de esta región y para otros, ser la prueba para la elevación del xinxing y la fe. Esas harán que muera este cultivador, que ese Dafa dizi se vaya temprano para hacer vacilar los corazones de otros. Hacerlo de esta manera no parece correcto, pero generalmente esas tienen fundamentos, porque ¿cómo podría ser que una tanda tan grande de cultivadores no sean puestos a prueba, usando pruebas fundamentales? Así que esas sí tienen fundamentos, por eso, todo esto es, de verdad, muy serio para ustedes”.
(Enseñanza del Fa en el Fahui de la Costa Oeste 2015)
Sin embargo, todavía caí en la trampa de las viejas fuerzas en 2019, y casi perdí la vida.
Pasando momentos críticos
Para negar completamente los arreglos de las viejas fuerzas, no solo debemos asimilar las enseñanzas en nuestra mente, sino también llevarlas a cabo en la acción. El Maestro dijo:
“El camino de cada vida es muy complicado, las situaciones que se encuentran también son complicadas. En el momento más crucial, si pueden atravesarlo o no pueden atravesarlo, están las dos posibilidades, si no lo hacen bien, perderán sus vidas, si lo hacen bien, lo atravesarán” (Enseñanza del Fa en el Fahui de San Francisco).
Acercándome al final de mi vida
Dejé el miedo a envejecer y a acercarme al final de mi vida.
El Maestro dijo:
“…lo que un ser elige hacer es su propia decisión, incluso si hubiera hecho cierto tipo de promesa en la historia. En momentos críticos todavía es su propia decisión lo que desea hacer”.
(Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, Estados Unidos, 2002, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. II)
Envejecer no importa
Entiendo que Dafa es una práctica de cultivación de mente y cuerpo. Nuestra vida se prolongará con una cultivación consistente. Así que no hay que tener miedo de envejecer, ni de morir.
Tengo 88 años. Obtuve el Fa cuando tenía 66 años. El Fa me hizo comprender el sentido de la vida. He tomado la decisión de seguir al Maestro hasta el final. Sé que los practicantes mayores deben ser aún más diligentes. Tengo buena salud y buena memoria. Puedo moverme sin problemas. Mucha gente se sorprende. Mientras me cultive genuinamente, ¿de qué debería tener miedo? Sin mencionar que los miedos a envejecer y a la muerte son apegos que debemos eliminar.
Motivación en la cultivación
El Maestro dijo:
“Si los Dafa dizi de hoy son capaces de dar el último paso, se habrá creado el sendero para que los seres humanos puedan convertirse en dioses. Esto jamás ha sucedido en la historia” (Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. III).
El Maestro arregló el camino de la cultivación para nosotros, algo que nunca ha ocurrido en la historia. Tenemos la oportunidad de convertirnos en dioses. No puedo expresar con palabras mi agradecimiento a la compasión ilimitada del Maestro.
Me sentí avergonzado al ver mis nociones humanas, tan mezquinas y sucias. Al pasar las pruebas, mi motivación era caminar hasta el final de la cultivación y terminar el camino para convertirme en un dios como fue arreglado por el Maestro. Solo manteniendo el cuerpo físico puedo validar el Fa en el mundo humano, y cumplir mi tarea de salvar a la gente.
Como mi motivación es altruista y noble, el poder de Dafa me ayudó a superar todo tipo de tribulaciones. Mi xinxing mejoró, mi estado físico incorrecto desapareció y Dafa eliminó las cosas malas.
Lección aprendida
La lección que aprendí esta vez fue que no estudié el Fa debidamente, por lo que la mejora del xinxing se retrasó. Todo el proceso fue demasiado largo, y malgasté tiempo que debería haber dedicado a salvar a la gente. No logré eliminar a fondo las nociones humanas. Todavía tenía apego a la ostentación, a la arrogancia, a despreciar a los demás y a estar dispuesto a hablar solo con los practicantes que me gustaban.
Ahora comprendo que el proceso de superar las tribulaciones es un proceso, en el que los pensamientos divinos vencen a los pensamientos humanos. Todo depende de los pensamientos rectos que se acumulan a través del estudio del Fa, y de cultivarse sólidamente cada día.
Debo volver al estado que tenía al principio de la cultivación, ponerme al día, y apreciar esta oportunidad preciosa de poder cultivarme en el período de la rectificación del Fa. Debo estudiar bien el Fa, cultivarme sólidamente y salir del reino humano. Debo hacer las tres cosas bien y caminar bien el resto de mi camino de cultivación manteniendo pensamientos rectos, solo así podré darle las gracias al Maestro por salvarme.
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