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Persistir en esclarecer la verdad y salvar seres conscientes en un centro comercial

Jun. 14, 2021 |   Por un practicante de Falun Dafa en la provincia de Shandong, China

(Minghui.org) Tengo 76 años y comencé a practicar Falun Dafa en 1997. Cuando se lanzó la propaganda nacional contra Falun Dafa y los practicantes empezaron a ser perseguidos en 1999, comencé a aclarar la verdad todos los días hablando con la gente al aire libre. Hace ocho años comencé a ir a un gran centro comercial local para aclarar la verdad y despertar a los seres conscientes.

Ayudando a una joven madre

Un día conocí a una joven madre que intentaba meter a su bebé en un carrito de la compra. Instintivamente, intenté detener el carro para ayudarle, ya que este seguía moviéndose. Cuando la joven madre consiguió meter a su bebé en el carrito, me dijo muy contenta: "¡Gracias!".

"No hay problema", le contesté, "vengo aquí todos los días y veo a la gente intentar levantar a sus hijos, merlos y sacarlos del carro. Me da miedo que las piernas de los niños se queden atoradas ahí, y de todas formas no se necesita mucho tiempo para ayudar". La joven madre se sintió muy conmovida y dijo que viene sola al supermercado y no tiene a nadie que la ayude. Estaba muy contenta de haber conocido a una buena persona como yo. Le dije: "Soy practicante de Falun Dafa y nuestro Maestro nos ha enseñado a pensar siempre en los demás".

Continué: "El encuentro de hoy fue a causa de nuestra relación predestinada. Déjame decirte algo. La epidemia está empeorando ahora y podría ser incluso peor que el virus del partido comunista chino (PCCh) que se originó en Wuhan (coronavirus). Deseo sinceramente que tú y tu hijo estén a salvo. ¿Te has afiliado al PCCh y a sus organizaciones juveniles?". Me dijo que era miembro del partido y que también se unió a las organizaciones juveniles cuando era joven. Le pregunté si quería renunciar al PCCh y sus organizaciones juveniles con el seudónimo "An Qi". Estuvo de acuerdo y me agradeció. Le di un dije y le dije que recitara sinceramente: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” para mantenerse a salvo y saludable. Ella accedió felizmente a hacerlo.

Protegiendo a un niño

Un día, había mucha gente en la sección de verduras del supermercado del centro comercial. Vi a un niño que estaba parado en un carro de compras y me preocupé mucho por él, ya que cualquiera podría tirarlo del carro. Me acerqué al niño y lo sostuve suavemente en mis manos.

Cuando su madre se acercó, se extrañó mucho y me preguntó qué estaba haciendo. Le conté lo que había sucedido y se quedó muy sorprendida por el hecho de que todavía hubiera gente buena como yo en el mundo. Le conté que cultivaba Falun Dafa y que realmente me preocupaba que su hijo pudiera caerse. La madre me tomó de las manos y me expresó su gratitud: "¡Gracias! Falun Dafa es verdaderamente bueno".

Empecé a decirle cómo los practicantes de Falun Dafa actúan de acuerdo a los estándares de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para convertirse en mejores personas. También le conté sobre la persecución a Falun Dafa, cómo los Cielos no tolerarán al PCCh y cómo ella podría mantenerse a salvo en medio de la pandemia. Ella creyó lo que le dije y renunció al PCCh y sus organizaciones juveniles.

Un encuentro en una juguetería

Un día estaba en la juguetería del segundo nivel del centro comercial cuando vi una multitud de personas y a varios empleados de la juguetería preocupados. Cuando me acerqué, vi a un niño pequeño, de unos cuatro o cinco años, haciendo un berrinche en el suelo. Su madre y su abuela estaban a su lado y, por más que lo intentaban, no podían levantarlo.

Me colé entre la multitud y quise echar un vistazo. Me acerqué al niño y le dije en voz baja: "Querido, ¿quién crees que es más alto, tú o yo?". El niño se levantó inmediatamente y dijo: "Yo soy más alto, soy más alto. Soy más alto que tú". Su madre agarró rápidamente al pequeño y salió corriendo de la multitud.

Cuando la gente empezó a dispersarse, varios miembros del personal se acercaron a mí y me expresaron su gratitud, porque habían estado allí durante al menos 30 minutos tratando de calmar al pequeño.

La madre del niño se acercó a mí y pensó que yo era directora de una guardería. Le dije que era una practicante de Falun Dafa y que cumplimos con los estándares de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para convertirnos en mejores personas. También le dije que los practicantes tienen un campo de energía que puede rectificar todos los estados anormales. Las personas que me rodeaban elogiaron mi proceder.

La abuela del niño también se acercó a mí para expresarme su gratitud. Me enteré de que la rabieta había comenzado por un juguete que el niño quería. Su padre había accedido a comprarlo, pero la abuela se había negado porque el juguete era demasiado caro. El niño no estaba contento e hizo un gran berrinche.

Recordé y les conté, una parte de las conferencias del Maestro Li en Zhuan Falun.

Shifu dijo:

"debes educar a tus hijos con más racionalidad, así podrás educarlos verdaderamente bien" (Novena Lección, Zhuan Falun).

Se acercó el padre del niño mientras charlábamos. Después de que aclaré la verdad a los tres, ellos realmente admiraron a Dafa desde el fondo de sus corazones y los tres, el padre, la madre y la abuela, renunciaron al PCCh y sus organizaciones juveniles.

"Ser vendedora"

En una primavera, estaba en el departamento de ropa para damas cuando vi a una señora probándose un suéter rosa. Comenté que se le veía hermoso. La señora se dio la vuelta y me preguntó si realmente le quedaba bien. Le dije con toda sinceridad que era realmente muy bonito. Luego, la señora le pidió al vendedor que envolviera el suéter. Ella lo pagó y se fue apresuradamente.

El vendedor se acercó y me dijo que la señora había estado allí durante casi media hora y estaba indecisa sobre si quería comprarlo o no. El vendedor no pudo irse porque el suéter que la señora se había probado era uno de los más caros. Varios vendedores también vinieron y dijeron que querían que los ayudara a promocionar la ropa.

En los próximos días, me llamaron para ayudar a muchas personas a decidir qué comprar para sus madres, suegras, abuelas, así como qué comprar para las fiestas y cumpleaños. Aproveché esta oportunidad para aclarar la verdad y ayudar a muchos clientes y vendedores a renunciar al PCCh y sus organizaciones juveniles.

Aclarando la verdad a un policía

Un día vi a un hombre probando todo tipo de yogures en la sección de productos lácteos. Le dije en broma: "Joven, debe de gustarle mucho el yogurt". Él sonrió y dijo: "Ya no soy un joven. Tengo casi 50 años". Le dije que parecía muy joven y le pregunté a qué se dedicaba. Me dijo que era policía. Le dije: "No deberías perseguir a los practicantes de Falun Dafa". Me contestó que no estaba en ese departamento.

Seguí charlando con él: "Has oído hablar de Falun Dafa, pero ¿has oído hablar del PCCh y de sus organizaciones juveniles? ¿Has renunciado a ellas?". Dijo que no había renunciado. Empecé a contarle que mi cuerpo estaba muy débil y que apenas era capaz de levantar unas cuantas plumas: "…en aquel momento tenía 53 años. Sin embargo, después de dos meses y medio de practicar Falun Dafa, subía cuatro tramos de escaleras levantando 50 jin (unos 30 kilogramos o unas 66 libras) de harina. Han pasado 20 años desde entonces y no he tomado ningún medicamento ni inyecciones, ni he estado en el hospital ”. Continué contándole sobre cómo Falun Dafa se ha extendido por todo el mundo. También le dije que renunciara al PCCh y sus organizaciones juveniles antes de que los Cielos desintegraran al PCCh. Estuvo de acuerdo y renunció al partido.

Ayudando a encontrar a un niño perdido

Vi a una abuela y a su nieto en un acto de regateo de alimentos en el supermercado. El nieto salió corriendo hacia un lado y se puso a jugar. Cuando la abuela se dio la vuelta, empezó a asustarse porque no podía encontrar a su nieto. Tomé al niño de la mano y lo acerqué a su abuela. La abuela se puso muy contenta y empezó a llorar.

Me tomó las manos con fuerza y me dijo: "Si no fuera por ti, hoy me sentiría muy culpable y no podría volver a casa". Le dije: "Soy una practicante de Falun Dafa. Nuestro Maestro nos dijo que todos los seres conscientes de esta tierra fueron alguna vez su familia. ¿No nos convierte esto en parientes? Estamos predestinados a habernos encontrado".

Empecé a aclararle la verdad y ella renunció felizmente a los jóvenes pioneros, una de las organizaciones juveniles del PCCh. Aceptó los dijes y algunos folletos de aclaración de la verdad para su hijo y su nuera.

Utilizar la compasión para conmover a la gente

Un día estaba aclarando la verdad a una señora de mediana edad en el departamento de calzado. Después de hablar con ella durante un rato, parecía que me ignoraba. En ese momento, un hombre de mediana edad se acercó y me dijo que dejara de hablar. Me dijo que era el encargado de perseguir a los practicantes de Falun Dafa. Sonreí y le dije: "¿Cómo puede un hombre compasivo como usted hacer algo tan malo?". Se rió y dijo: "Mire, tía, realmente sabe cómo elogiar a la gente. Por favor, váyase a casa". Pero continué diciendo: "La gente como tú necesita entender la verdad sobre Falun Dafa. Un pensamiento de compasión hacia Falun Dafa te traerá paz y felicidad". Me dijo que ya había escuchado lo que había dicho cuando hablaba con su esposa. Me dio las gracias y me reiteró que me cuidara.

Durante el cierre estricto provocado por la pandemia, no había tanta gente como en el supermercado. Estaba aclarando la verdad a una señora de mediana edad y, de repente, empezó a gritar: "¿Por qué sigues hablando de abandonar el PCCh? ¡Estás en contra de nuestro partido!". Siguió gritando y caminando con el dedo apuntando hacia mí. La seguí en silencio y parecía que nadie prestaba atención a sus gritos. Lo hice con mucho honor mientras caminaba.

Estuve bajo vigilancia durante 24 horas después de aquello. Pero eso no me impidió aclarar la verdad. Entonces, empecé a aclarar la verdad a las personas que me vigilaban. Muchos de ellos comprendieron la verdad y ya no me tomaron fotos. También vi a algunos hombres vestidos como agentes de paisano que me miraban fijamente mientras aclaraba la verdad. Me preocupaba que no pudieran oírme bien, así que me acerqué a ellos y les aclaré la verdad. Varios salieron corriendo, pero algunos admiraron mi valor y me mostraron respeto. Todos los seres conscientes fueron una vez la familia del Maestro y las personas predestinadas están esperando ser salvadas.

Conclusión

Muchos practicantes me han preguntado si yo era la señora mayor con anteojos que aclara la verdad en el centro comercial. Los vendedores y los clientes me reconocen a menudo porque voy al centro comercial todos los días. La gente de la calle también me saluda y me dice que les he ayudado a dejar el PCCh y sus organizaciones juveniles. La gente me ha dicho que les han pasado cosas buenas después de dejar el partido, y una persona incluso me dijo que había empezado a practicar Falun Dafa.

Los vendedores del supermercado me sirven a menudo un vaso de agua y me recuerdan que es hora de ir a casa a comer. Un vendedor me dijo: "Tía, hay dos cosas que me hacen admirarte de verdad. En primer lugar, eres muy dedicada y aclaras la verdad todos los días. Nunca te tomas días libres, e incluso durante la pandemia vienes todos los días. En segundo lugar, nunca te agitas ni discutes con nadie". Le di las gracias y le dije que esto era algo que tenía que hacer.

Normalmente ayudo a unas 17 o 18 personas a renunciar al partido cada día, pero a veces son menos, unas 10 personas. Algunos niños incluso me llaman abuela. Todo esto se debe al hecho de que comencé a memorizar Zhuan Falun en 2004. Aunque parecía que estaba haciendo todo el trabajo, en realidad, era el poder de Dafa y el fashen de Shifu el que hacía todo el trabajo.

Establecimos un grupo de estudio del Fa para recitar el Fa de memoria en 2018 y recitamos cinco páginas cada semana. También memorizamos el Fa por nosotros mismos. Después de un año, había conseguido memorizar todo el libro. Este año comenzamos a recitar el Fa de memoria una vez por semana y cada persona recitaba una sección de cada lección.

Todavía tengo muchas deficiencias y he tropezado durante la cultivación y tenido grandes tribulaciones. También me arrepiento de las pruebas que no pasé. Sin embargo, deseaba compartir con otros practicantes mis experiencias sobre cómo he aclarado la verdad.

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