(Minghui.org) Hace unos días me cambiaron el trabajo y afloró mi apego más fundamental. Estaba molesto ya que esta sustancia resistente seguía enviando malos pensamientos.
No podía continuar recitando el Fa y a pesar de ello seguí memorizando una frase del Fa del Maestro:
“El que tiene la razón es él
El que está equivocado soy yo”
(Quién tiene razón, quién no. Hong Yin III).
Pero sentía que no podía superar este apego. Desesperado, encontré la historia de cultivación del Buda Milarepa en radio Minghui y la escuché de principio a fin. Había leído esa historia dos veces durante los primeros meses después de obtener el Fa. No conocía algunas de las palabras y no lo entendía todo. Todo lo que sabía era que tuvo que soportar dificultades durante su cultivación, esto me animó a seguir cultivándome. Han pasado más de veinte años desde entonces.
Hoy, la escuché desde el principio, entendí el método de cultivación de aquella época, me ayudó a entender la cultura que preparó el camino para la actual rectificación del Fa. Esto me ayudó a entender la inconmensurable e ilimitada gracia del creador que descendió para despertar la conciencia de los seres conscientes, generación tras generación, en todas las dimensiones.
Al final, el Buda Milarepa tomó el veneno que le dieron para salvar a un hombre extremadamente malvado y asumió su enorme yeli (karma), para que ese hombre pudiera arrepentirse verdadera y sinceramente.
Este proceso me recordó a mí mismo. Hoy soy un ser creado por Dafa. ¿Por qué no puedo cultivar este tipo de compasión? El Fa lo abarca todo ¿Qué me falta? Por lo que busqué adentro para encontrar la causa de este apego.
A continuación, escuché a los practicantes leer el Fa, y estas palabras golpearon mi corazón inmediatamente. El Maestro dijo:
“Deben cultivar el corazón, trabajar fuerte en vuestro propio corazón y encontrar vuestras propias debilidades y errores y luego erradicarlos”, (Exponiendo el Fa en Singapur).
Me pregunté: “¿Cuál es mi punto más débil?”. No me gusta el contacto con la gente y carezco de habilidades sociales. Me gusta estar solo ¿Por qué? Porque no entiendo lo que dicen los demás. No he leído muchos libros, no entiendo la vida, no entiendo su trabajo, así que no me atrevo a hablar ante una multitud. También tengo miedo a ser ridiculizado y que me hagan daño, por lo que me esfuerzo en el estudio.
Durante el camino, he aprendido mucho, pero lo dejé todo a medias, o yo quise rendirme o el entorno me hizo rendirme. El fuerte apego aún está conmigo. Fui muy diligente cuando estudié para un proyecto de Dafa. Estaba dispuesto a hacer un esfuerzo extra y a soportar las dificultades. Mientras me pidan que aprenda, puedo hacer cualquier cosa. No importa lo difícil que sea, puedo estudiar cualquier cosa, porque tengo un fuerte apego a satisfacerme.
No obstante, hoy me han dicho que no toque esas cosas en el ordenador. El resto son solo tareas, como ir por agua, por el correo, etc… Así que me enfadé y aparecieron la envidia y el odio, no estaba dispuesto a tomar agua ni a hacer las tareas.
Sé a ciencia cierta que la racionalidad humana y los principios divinos son opuestos. Sin embargo, ¡Sentí que la racionalidad me resultaba muy difícil de conseguir! Estuve angustiado durante dos o tres meses y no pude superar la prueba.
Este apego fundamental no podía ser satisfecho, por lo que perdí el interés por hacer algo.
Hoy este apego fundamental fue tocado de nuevo y comencé a pensar sobre ello. ¿Sigo persiguiendo la fama entre la gente, o quiero permanecer entre la gente como un ser individual? Me seguía preocupando que no hubiera garantía de vida sin habilidades. Cualquiera puede hacer trabajos como ir por agua o por el correo. Así que no creía verdaderamente en el Fa. Realmente no creía que el arreglo del Maestro es lo mejor, no creía que el Maestro lo arreglara todo para mí. En el fondo, la cuestión era si creía en el Maestro y en el Fa.
Después de entender esto, comencé a recitar el Fa. Estuve recitando La intención mental, Novena Lección, Zhuan Falun, durante unos dos meses. Me quedé atascado y no pude continuar, ya que me bloqueé por este apego fundamental.
Me costó dos días superar esto, entendí los principios del Fa y supe a qué iba a renunciar.
Me sentí relajado como nunca, respiré profundamente y grité desde el fondo de mi corazón: “Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno!”.
En el nivel humano, hice tareas como el ir por agua. La gente tomaba la iniciativa de empujar el carro por mí. Sabía que ellos confiaban en que les despertaría su conciencia. Les di folletos y flores de loto de papel. No pararon de agradecérmelo.
Cuando traía el agua, el vigilante de seguridad corrió a abrirme la puerta, cuando antes se había quedado sentado. Pensé que si seguía el camino de la cultivación, todos te respetan, independientemente del puesto que ocupes y de lo que hagas. En el pasado temía los conflictos y en el trabajo hablaba con cautela. Practicaba con apatía y perseguía cosas materiales, realmente me sentía muy cansado. ¿Es tan cansada la rectificación del Fa? Era porque mis apegos me frenaban.
Ahora siento cómo cada célula de mi cuerpo está enviando energía. ¿Para qué sirven los conflictos? Todos son causados por el yeli, para eliminarlos, entiendo la connotación del Fa del Maestro:
“La gran vía es sencilla y fácil” (Características de los métodos de Gong, Da Yuanman Fa).
El Maestro dijo:
“Y en los niveles aún más altos, conceptos como la eliminación del ye, soportar penalidades, y la cultivación ya no existen, ¡y es simplemente una decisión! En los altos niveles cósmicos, existe sólo tal principio. Piensas que alguien es lo suficientemente bueno, entonces lo escoges; ese es el principio” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna 2003).
Ahora entiendo algunas connotaciones de la elección. En retrospectiva, esta experiencia me abrió los ojos. Ahora soy un discípulo de Dafa, todos los dioses están celosos y yo soy la esperanza de los seres conscientes. ¿Qué más puedo pedir?
Sentí que el Maestro me empujó hacia adelante muy rápido, lo que me permitió seguir con el proceso de rectificación del Fa y mi estado de cultivación parecía haber cambiado de la cultivación personal al de la rectificación del Fa.
Ese día después de salir del trabajo, quise visitar a unos practicantes que estaban sufriendo tribulaciones. Solía hacer los ejercicios durante dos horas después del trabajo para aliviar la fatiga. Ese día decidí no hacerlo y estudiar el Fa con los practicantes. De camino a casa llamé a dos practicantes, cuando estaba estudiando el Fa con ellos y enviando pensamientos rectos, sentí que éramos un solo cuerpo. Cuando envié pensamientos rectos me sentí muy seguro, como si mis pensamientos pudieran partir una montaña. No había tenido esta sensación desde hacía mucho tiempo. Durante las elecciones generales apenas pude enviar fuertes pensamientos rectos y fui severamente interferido. Incluso estando sentado no pude calmarme y tuve pensamientos descabellados que no logré suprimir o eliminar.
Sin embargo, cuando hoy pensé en ayudar al practicante, todo a mi alrededor cambió. Porque salté de mi práctica personal y me fundí en el torrente de la rectificación del Fa, sentí la grandeza del poder divino de DAFA, me sentí bañado y purificado en la rectificación del Fa.
Finalmente entendí lo que dijo el Maestro:
“Pero las mejoras verdaderas llegan a raíz del abandono, no por medio de la ganancia” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, Estados Unidos 2002, Colección de enseñanzas del Fa Vol II).
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