(Minghui.org) Comencé a cultivar Falun Dafa en 1998, después de ver cómo Dafa curó la hepatitis B de mi hijo y le ayudó a recuperar su audición. Dafa nos salvó a mi hijo y a mí y ha bendecido a toda mi familia.

Dafa salvó a mi hijo

A mi hijo le diagnosticaron hepatitis B a una edad muy temprana. Los médicos dijeron que sería portador de por vida, ya que no había cura. Cada vez que caía enfermo, brotaban coágulos de sangre. Para colmo, los efectos secundarios de los medicamentos le dañaron su audición y se quedó sordo.

Después de perder la audición, sus notas bajaron, ya que solo podía adivinar lo que decían sus profesores observando sus bocas. Incapaz de interactuar con nadie, miraba fijamente a los demás durante el recreo. Algunos alumnos se burlaban de su discapacidad e incluso le llamaban "gran tonto".

Mi hermana le sugirió que aprendiera Falun Dafa después de que todos los medicamentos no consiguieran curarle, así que lo llevé al grupo local de practicantes de Dafa para que viera las grabaciones de las conferencias del fundador de Falun Dafa, el Maestro Li. Pocos días después, tuvo fiebre. Lo llevé al hospital de inmediato porque supuse que estaba enfermo como antes. Sin embargo, no mejoró durante varios días. Estaba muy preocupada.

Un día, después de la infusión intravenosa de la noche, estaba tan agotada que pensé en acostarme para tomar un breve descanso. Tenía que darle la medicina cada tres horas, así que no había podido dormir bien durante varios días. Pero esa noche me quedé profundamente dormida nada más acostarme y no me desperté hasta la mañana siguiente. Me asusté cuando me desperté, pero me sorprendió ver que la fiebre había bajado. Su hepatitis B estaba completamente curada.

Aunque su enfermedad estaba curada, no estábamos seguros de su audición. Un día, mientras dormía, lo llamamos, pero no respondió. Volvimos a intentarlo unos días más tarde, y soltó: "¿Qué hacen a estas horas de la noche?". Sorprendido, mi marido volvió a gritar: "¡Hijo, hijo!". Mi hijo preguntó: "¿Qué quieres?". Nos miramos con lágrimas en los ojos. Desde entonces, nuestro hijo puede oír.

Dafa me dio una nueva vida

Antes de cultivar en Falun Dafa vendía fruta en una estación de tren y a menudo engañaba a mis clientes en la balanza. No era diferente de una arpía: gritaba y peleaba con los demás con frecuencia. Como siempre daba menos fruta a mis clientes, muchos volvían a discutir conmigo. Cuando eso ocurría, los culpaba de interrumpir mi negocio e incluso los acusaba de intentar sacarme fruta gratis.

Los engaños y las peleas me dejaron todo tipo de dolencias, e incluso me gané el apodo de "cesta de medicamentos". Mi mejor amigo creía que moriría joven, ya que mi tez era negra y amarilla, y parecía mucho mayor de lo que era.

No solo discutía con mis clientes, sino también con la familia de mi marido, incluidos sus padres. La noche antes de casarnos, los rumores decían que su padre había hablado mal de mi familia. Sin pensarlo dos veces, fui a discutir con ellos. En cuanto entré en su casa, les grité mientras golpeaba con la mano la cómoda recién pintada, dejando una hilera de huellas de manos en la misma.

Dafa me enseña a seguir la Verdad-Compasión-Tolerancia. Las huellas de mis manos en la cómoda me recordaron mi pasado, y ahora debo ser sincera, amable y tolerante con todos. Me he convertido en una persona diferente y siempre llevo una gran sonrisa. Ahora trato a mis suegros con amabilidad y a menudo les compro ropa. Están contentos conmigo. Además, mi tez ha cambiado a rosada y clara, y parezco mucho más joven que antes. Ya no necesito tomar medicamentos. Falun Dafa me ha dado una nueva vida.

El ye de enfermedad

Hace varios años, mis párpados se pusieron repentinamente azules y negros, mis ojos se hundieron hacia adentro y mi visión se puso borrosa. Las cosas se hacían cada vez más pequeñas cuando las miraba.

Al principio estaba muy asustada y todo tipo de pensamientos negativos controlaban mi mente. Para eliminar las interferencias, pasé más tiempo leyendo las enseñanzas de Dafa, y me recordaba constantemente que estaría bien porque tenía a Dafa y al Maestro Li. Continué mi cultivación como siempre y nunca olvidé mi misión como discípula de Dafa. Me negué a distraerme por mis problemas oculares y me centré en las enseñanzas del Maestro de todo corazón y me esforcé por hacer todo lo posible para cumplir las normas de los practicantes de Dafa.

Mi marido y mi hijo estaban muy preocupados y me instaron a ir al hospital. Les aseguré que el Maestro había purificado mi cuerpo, por lo que no estaba enferma, y que no me pasaría nada malo. También dejé de mirarme en el espejo para que no me molestara mi aspecto.

Poco a poco dejé de lado mis problemas oculares. Un día, mientras chateaba conmigo por vídeo, mi hermana gritó: "¡Ahora tus ojos parecen normales!".

Después de presenciar este milagro, la confianza de mi familia en el Maestro y en Dafa se hizo aún más sólida. Mi hijo siempre lleva un amuleto con "Falun Dafa es bueno" para trabajar, y mi marido quema incienso delante del retrato del Maestro Li todos los días para mostrar su respeto.

¡Gracias, Maestro, por salvarnos a mi familia y a mí!

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