(Minghui.org) Muchos practicantes de Falun Dafa han informado de que han sido protegidos durante acontecimientos importantes de vida o muerte. A continuación, se presentan dos de estas historias.
El Maestro me salvó en dos accidentes
Soy una practicante de 78 años de la provincia de Heilongjiang y comencé a practicar Falun Dafa en 1998. He experimentado muchos milagros en mis más de 20 años de cultivación.
Mi familia se dedica a la reparación de vehículos. A menudo ayudo a mi marido a realizar pequeñas tareas. Un día, me disponía a trabajar con un torno. Justo cuando extendía mis manos hacia él, todo mi cuerpo fue absorbido por el torno en un instante. El motor tenía una tensión de 380 voltios. No podía moverme. Mi marido se dio cuenta y apagó inmediatamente el interruptor. Caí al suelo y mi cuerpo se sintió muy débil. Sin embargo, después no sentí ningún dolor. Sabía que el Maestro me había salvado.
Hace unos diez años, cuando volvía a casa después de dejar a mi nieta en el colegio, me encontré con unos jóvenes soldados que se peleaban entre sí. Había un triciclo en el arcén. Justo cuando pasaba por allí, derribaron el triciclo, que me golpeó y me quedé atrapada por debajo. Un soldado me quitó rápidamente el triciclo. Me dolía mucho todo el cuerpo.
Los soldados querían enviarme al hospital. Me negué. Pensé: "Soy una practicante. Me pondré bien". Me fui a casa por mi cuenta. Aunque el lado derecho de mi cuerpo estaba cubierto de moretones, me recuperé pronto, sin tener ninguna otra complicación.
Sin lesiones importantes tras recibir una descarga eléctrica de 10.000 voltios
Por la mañana, del 11 de octubre de 2021, con mi colega tuvimos un accidente de descarga eléctrica de alto voltaje durante una construcción. En ese momento, mi mano izquierda fue firmemente absorbida por la fuerte corriente de alto voltaje. Después, me enteré de que era de 10.000 voltios. Grité en mi corazón por el dolor extremo: "¡Falun Dafa es bueno!", "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". En un instante, mi mano se separó del alto voltaje y me desplomé en el suelo. Me esforcé por levantarme, pero no pude.
Vi que mi colega también se había electrocutado y había caído al suelo. Entonces dije en mi corazón: "¡Falun Dafa es bueno! Maestro, tengo que ir a salvarle". ¡Inmediatamente pude levantarme!
Me acerqué rápidamente a mi colega y vi que sus ojos se abrían de par en par y que se le formaba espuma en la boca. Me arrodillé a su lado y le grité cerca del oído: "Si puedes oírme, por favor, recita después de mi: '¡Falun Dafa es bueno!', 'Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno' y esto puede salvarte". Después de gritarle durante un minuto, recuperó la conciencia. Llegó la ambulancia y fuimos al hospital, donde le empujé en una camilla para que le hicieran exámenes físicos y pruebas.
Yo tenía el brazo izquierdo y las dos pantorrillas muy doloridas y adormecidas tras la descarga eléctrica. Sin embargo, cuando empujé a mi colega en la camilla del hospital, no sentí ningún dolor. Solo empezó a doler una vez que dejé de hacerlo. Los resultados del examen de mi colega mostraron que no había nada malo en ningún órgano interno, excepto algunas quemaduras en la parte exterior de los dedos del pie. El médico dijo: "¡Han tenido mucha suerte en esa desgracia!". Sabía que el Maestro nos había salvado a los dos.
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