(Minghui.org) Un hombre de la ciudad de Dongying, en la provincia de Shandong, fue acosado por la policía tras negarse a prestar falso testimonio contra otros practicantes locales de Falun Dafa. El Sr. Li Long, de 30 años, interpuso una denuncia contra la policía.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
El calvario del Sr. Li comenzó con una pancarta que decía "Celebrando el 13 de mayo, el Día Mundial de Falun Dafa", expuesta en el pueblo de Gudao, distrito de Hekou, ciudad de Dongying, el 8 de mayo de 2021. Muchos practicantes de Falun Dafa celebran el Día Mundial de Falun Dafa en China de esta manera, como forma de protesta pacífica contra la actual persecución. El 15 de julio, la policía detuvo a las practicantes Bai Xingwen y Wang Ying y a algunos de sus familiares, en total 5 personas, al sospechar que ellos habían colocado la pancarta.
El Sr. Li, que es el hijo de la Sra. Wang Ying y que no practica Falun Dafa, estaba entre los cinco detenidos. Como cuestionó la legalidad de las acciones de la policía y se negó a firmar un acta de interrogatorio fraudulenta, fue detenido e interrogado de nuevo el 27 de agosto. Los detalles de su calvario se dieron a conocer en un informe anterior, "Madre arrestada por exhibir una pancarta, hijo detenido por apoyarla".
La policía intentó obligar al Sr. Li a prestar un testimonio falso contra los practicantes detenidos. Como se negó a hacerlo, la policía lo citó de nuevo el 6 de noviembre de 2021 e intentó arrestarlo. El Sr. Li se negó a someterse al examen médico requerido para la detención y fue maltratado por la policía. Después de ser liberado, presentó una reclamación administrativa ante el Gobierno Provincial de Shandong y una demanda ante el Tribunal del Distrito de Hekou contra la policía.
Secuestrado nuevamente en horario de trabajo
Tres policías de la comisaría de Chaoyang de la ciudad de Dongying se presentaron en el lugar de trabajo del Sr. Li, la empresa Dongli Electric, sobre las 8 de la mañana del 6 de noviembre.
El policía Song Mingxuan mostró la citación al Sr. Li, quien la leyó y señaló que la citación era ilegal. Pidió a Song una explicación clara de su delito y de la supuesta ley que había infringido. "La citación dice que yo era sospechoso de poner en peligro a la sociedad con actividades de culto. ¿Qué secta? ¿Cómo puse en peligro a la sociedad? ¿Lastimé a alguien?". Los policías no pudieron responder a sus preguntas y se limitaron a decir que el caso estaba "todavía en fase de investigación".
Mientras el Sr. Li hablaba, uno de los policías le quitó el teléfono celular y luego los tres lo arrastraron y lo metieron en un vehículo policial. Sus compañeros se sorprendieron al presenciar la brutalidad policial.
La policía llevó al Sr. Li a la comisaría de Chaoyang, donde le devolvieron el teléfono móvil después de su fuerte reclamo.
Obligado de forma violenta a someterse a un examen médico
Los tres agentes llevaron al Sr. Li a un hospital para que le hicieran la prueba del COVID-19. Se negó a someterse a la prueba y exigió que le mostraran la base legal para restringir su libertad personal. La policía no respondió.
El Sr. Li llamó a la línea de emergencia de la policía para informar que estaba siendo secuestrado. Los tres policías se enfurecieron y lo tiraron al suelo. Uno de ellos volvió a quitarle el teléfono y lo rompió.
El teléfono averiado del Sr. Li Long
Insistieron en que estaban dentro de la ley y, en cambio, acusaron al Sr. Li de no cooperar con ellos. Lo sujetaron con fuerza por los brazos y le empujaron la cabeza hacia la repisa de la ventana. Uno de los policias pateó varias veces la rodilla izquierda del Sr. Li y lo obligó a arrodillarse. Una enfermera le sacó sangre. Mientras el Sr. Li luchaba, la sangre caía por toda la repisa de la ventana.
La policía llevó al Sr. Li a otro hospital para que le hicieran las pruebas adicionales necesarias para su ingreso al centro de detención local, incluyendo otro análisis de sangre, un electrocardiograma (ECG), una lectura de la presión arterial y una radiografía de tórax. También pidieron ayuda a otro policía.
Los cuatro policías sujetaron al Sr. Li durante el análisis de sangre. Para realizar la radiografía de tórax, tres de ellos le estiraron los brazos y las piernas y le sujetaron las muñecas y los tobillos en los cuatro extremos de la unidad de rayos X. Song lo agarró por el cuello y le golpeó la cabeza contra la máquina repetidamente.
Después de la radiografía, lo arrastraron desde el segundo piso hasta el primero, lo presionaron contra una cama e intentaron hacerle un ECG. El Sr. Li se resistió fuertemente y tuvieron que desistir. Tampoco pudieron medirle la tensión arterial.
Como no consiguieron que el Sr. Li se sometiera a su violencia, intentaron engañarlo para que cooperara diciéndole que podía irse a casa después del examen médico. El Sr. Li no cedió. Los cuatro agentes tuvieron que llevarlo de nuevo a la comisaría después de un largo enfrentamiento.
El Sr. Li fue retenido de nuevo en una sala de interrogatorios. Entraron dos policías y uno de ellos le leyó el acta de sanción administrativa y le ordenó que la firmara. Él se negó y pidió que presentaran una reposición administrativa, pero la policía denegó su petición, diciendo que solo podía apelar después de cumplir la detención.
Entonces, la policía llevó al Sr. Li al Centro de Detención de Binhai, en la ciudad de Niuzhuang. Pero el centro de detención se negó a aceptarlo porque faltaban los informes de ECG y la presión arterial.
La policía volvió a llevar al Sr. Li a un hospital e intentó forzarlo de nuevo a hacerse estas pruebas, pero él se negó firmemente y tuvo otro enfrentamiento con la policía. No tuvieron más remedio que llevarlo de nuevo a la comisaría.
El Sr. Li fue liberado cerca de la medianoche.
Moretones en el cuerpo del Sr. Li como resultado de la violencia de la policía
Apoyo a su mamá, que practica Falun Dafa
La mamá del Sr. Li, la Sra. Wang Ying, de 57 años, ha practicado Falun Dafa durante más de 20 años. Fue testigo de los cambios positivos de su mamá desde el principio.
A los dos meses de practicar Falun Dafa, la Sra. Wang se curó de muchas enfermedades graves, como dolores de cabeza neurológicos, arterioesclerosis ocular (degeneración de los tejidos del ojo) y problemas estomacales. Empezó a disfrutar de nuevo de la vida. El Sr. Li, que entonces era un niño, estaba muy agradecido con Falun Dafa.
Después que comenzó la persecución a Falun Dafa en julio de 1999, la Sra. Wang fue arrestada y detenida repetidamente por defender su fe. También fue condenada a trabajos forzados.
El Sr. Li creció sin el amor y el cuidado de sus padres, ya que su papá falleció cuando él era pequeño. Durante su adolescencia, se relacionó con la gente equivocada, se hizo adicto a los juegos de Internet y empezó a fumar y beber. Desarrolló un temperamento violento y solía pelear.
Mientras crecía, el Sr. Li maduró, especialmente después de que su mamá fuera liberada del campo de trabajo. Respetaba mucho a su mamá y era receptivo a sus enseñanzas y consejos. Poco a poco se fue deshaciendo de sus malos hábitos y rasgos, convirtiéndose en una persona responsable y formando una familia.
Cuando el Sr. Li tuvo la oportunidad de estudiar las leyes chinas, se dio cuenta que no había base legal para la persecución a Falun Dafa. La represión a la que fue sometida su mamá, ya sea el arresto, la detención o los trabajos forzados, era todo ilegal. Apoyó abiertamente a su mamá a que practicara Falun Dafa.
Bendecido por Dafa
El señor Li Long demostró gran valor y rectitud cuando se negó firmemente a inculpar a los practicantes de Falun Dafa durante las repetidas detenciones, lo que le aportó bendiciones en un reciente accidente.
En la mañana del 11 de octubre, cuando el Sr. Li y su colega estaban trabajando en una obra con equipos de alta tensión, su mano izquierda entró en contacto con una potente corriente de alta tensión y no pudo liberarse. Con un dolor y un pánico extremos, recordó de repente las frases auspiciosas que le había dicho su mamá: "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno". Gritó estas palabras de todo corazón y su mano se liberó al instante.
Se desmayó. Luego vio a su colega tendido en el suelo. Gritó en su corazón: "¡Falun Dafa es bueno! Tengo que salvarlo". Se levantó y cojeó hasta su colega, que estaba echando espuma por la boca, con los ojos muy abiertos.
Se arrodilló a su lado y le gritó al oído: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno. Si escucha esto, repita conmigo. Estos puede salvarlo". Después de repetir estas palabras en voz alta durante un minuto, vio que su colega recuperaba la conciencia.
Llevaron a su colega al hospital y solo le encontraron leves quemaduras en el pie.
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