(Minghui.org) Desde que el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó la persecución contra Falun Dafa, una práctica de mente y cuerpo también conocida como Falun Gong, en julio de 1999, innumerables practicantes han sido arrestados y sometidos a brutales torturas en prisión. A continuación, se presenta un informe sobre algunos de los métodos de tortura utilizados contra los practicantes hombres encarcelados en la Prisión de Dafazhuling, situada cerca de la Ciudad de Changchun, en la Provincia de Jilin, donde Falun Dafa se presentó por primera vez al público.
En cuclillas
A los practicantes de Falun Dafa recién ingresados en la prisión se les ordena que se pongan de pie de cara a la pared. Los guardias los llaman después de un tiempo y los obligan a ponerse en cuclillas mientras los interrogan. Las preguntas incluyen si practican Falun Dafa, durante cuánto tiempo y cómo fueron detenidos. Los practicantes también son obligados a escribir declaraciones de garantía. Los guardias golpean y dan descargas eléctricas a los practicantes a voluntad si se niegan a renunciar a Falun Dafa.
Pasando hambre
Los practicantes solo reciben pasta de maíz en todas las comidas. Los guardias a veces añaden demasiada sal a la pasta de maíz sin proporcionar suficiente agua a los practicantes.
Cuando el practicante Ma Changqing fue sometido a un examen físico, el médico notó que tenía problemas de estómago. El Sr. Ma dijo que solo le dieron un poco de papilla de maíz con sal añadida y que no podía comerla porque estaba demasiado salada. Quedó demacrado después de cuatro meses de tortura y su peso se redujo de 60 a 40 kg (de 132 a 88 libras).
Descargas con picanas eléctricas
Después de que el Sr. Ma dijera que no le habían dado arroz para comer, el capitán de la División N.º 9 lo arrastró a una pequeña habitación. El capitán y otros guardias le dieron descargas eléctricas con la máxima corriente durante más de dos horas. Se utilizaron más de 30 picanas eléctricas. La tortura provocó ampollas en todo el cuerpo del Sr. Ma.
Recreación de la tortura: Descarga con múltiples picanas eléctricas.
Aunque el Sr. Ma tenía mucha sed, no le dieron agua para beber durante 24 horas. Cuando por fin pudo beber, se le formaron ampollas por todo el cuerpo. En una ocasión, un recluso le arrebató los zapatos al Sr. Ma. En lugar de castigar al recluso, los guardias llevaron al Sr. Ma a una habitación y le dieron descargas eléctricas.
Atado a las tablas y a la cama
Varios reclusos de la División N.º 8 están destinados a transformar a los practicantes de Falun Dafa. Los guardias instruyeron a algunos reclusos para que se aseguraran de que los practicantes se sentaban en posición vertical. En una ocasión, un practicante fue denunciado a los guardias por razonar con los reclusos si se sentaba correctamente. Los guardias le dieron descargas eléctricas hasta que se le hinchó la cara. A continuación, los guardias lo sometieron a un estricto control y lo ataron a la cama. Estas torturas suelen durar entre una y dos semanas.
Recreación de la tortura: Atado a la cama.
Obligado a ver vídeos que calumnian a Falun Dafa
La División N.ª 9 se dedica a transformar a los practicantes mediante sesiones de lavado de cerebro. A los practicantes se les prohíbe hablar de asuntos de Falun Dafa, o se arriesgan a ser denunciados a los guardias.
Todas las mañanas, los practicantes deben ver vídeos que calumnian a Falun Dafa. En otras ocasiones, se les ordena leer libros de propaganda.
Informes de pensamiento
Tras ver los vídeos o leer los libros, los practicantes se ven obligados a escribir "informes de pensamiento". Al principio, los informes de pensamiento se hacían una vez al mes, pero luego se cambiaron a una vez por semana. Los reclusos se encargan de leer los informes y pueden solicitar que los practicantes los reescriban si consideran que los informes están mal escritos.
Algunos practicantes que se niegan a ser transformados son asignados a trabajar en el taller.
Desde el segundo semestre de 2020, las sesiones de lavado de cerebro se dividen en un grupo grande y otro pequeño. Los internos denuncian a los practicantes que se niegan a ceder. Dichos practicantes son transferidos al grupo pequeño, donde tienen que ver el programa de noticias de propaganda del régimen comunista por la noche.
A partir de 2021, los practicantes que se niegan a ser transformados reciben golpes o descargas eléctricas.
El jefe de la sección de educación de la prisión dijo a los practicantes que aquellos que no escribieran informes de buen pensamiento serían puestos bajo estricto control y no se les permitiría trabajar en el taller. Algunos practicantes fueron retenidos en el equipo de control estricto durante tres meses. Algunos eran incapaces de caminar después de haber sido torturados allí.
Un practicante que se negó a ser "transformado" fue puesto bajo control estricto durante mucho tiempo. Hubo un tiempo en el que le vendaron los ojos y tuvo que ser asistido por dos personas para ir al baño. Cuando el jefe de la prisión se enteró de que este practicante se negaba a transformarse, criticó al equipo de la División N.º 2, y les dijo que transformaran al practicante a toda costa.
El practicante Yang Yucai murió en la prisión después de desarrollar un cáncer de colon.
Patadas y puñetazos
Dos años después de que el Sr. Ma fuera detenido en la prisión, sufría de incontinencia intestinal cada dos semanas. No podía acostarse para dormir, ya que tenía dificultades para respirar. Tenía diarrea siempre que comía sopa de nabo. En una ocasión, al utilizar el baño durante más tiempo, los guardias lo arrastraron hasta la oficina. El Sr. Ma dijo que tenía que volver al baño, pero los guardias no se lo permitieron, y tuvo que hacer sus necesidades en el pasillo. Los dos guardias le dieron patadas y puñetazos hasta que quedó aturdido.
Ilustración de la tortura: palizas.
Bofetadas
El Sr. Ma sintió una vez dolor en el pecho y la espalda. Como un médico le dijo antes que le dolía el pecho, pidió a un capitán que lo llevara al hospital para que le hicieran un examen físico. A continuación, el capitán le dio más de 20 bofetadas y se negó a dejarle llevar un gorro a pesar del frío que hacía. En otra ocasión, el mismo capitán volvió a abofetearlo cuando solicitó atención médica.
Al Sr. Ma también le sacaron sangre en dos ocasiones en grandes cantidades.
Cuando el Sr. Ma trató de convencer a un expracticante de que no ayudara a los guardias a transformar a otros practicantes, este lo denunció al capitán. El Sr. Ma fue entonces golpeado. En otra ocasión, el expracticante empujó al Sr. Ma, haciéndole caer de espaldas, lastimándose la parte baja de la espalda. Como consecuencia no podía caminar y tenía dificultades para ir al baño.
Durante los dos años que pasó en prisión, el Sr. Ma recibió descargas eléctricas, pasó hambre y recibió bofetadas. Se quedó sordo y se le nubló la vista.
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