(Minghui.org) ¡Saludos Venerado Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!

Ying y yo nos hemos unido para hablarle a la gente sobre Falun Dafa durante los últimos doce años. A menudo llega un poco tarde. Siempre que llega tarde, se disculpa y dice que ha surgido un imprevisto o que ha venido un invitado inesperado. Me burlo de ella y le digo: "La próxima vez solo esperaré cinco minutos y me iré". Puedo ver que se alegra de que esté dispuesta a esperarla.

Ying tiene un hijo pequeño y un sinfín de tareas. Sin embargo, como un monje joven, ella siempre tiene una cara feliz a pesar de la pesada carga de trabajo. También regenta una tienda de comestibles, donde su pequeña televisión está siempre encendida, emitiendo programas de NTD Televisión para sus clientes. La tienda es para ella un lugar de aclaración de la verdad. Después de una breve conversación, puede convencer a una persona a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas. La mayoría de sus vecinos ya han renunciado a las organizaciones del PCCh.

Tiene una personalidad cálida y suele preparar platos especiales para compartir con sus vecinos. Todos los años prepara albóndigas de arroz envueltas en hojas de bambú y las regala a sus conocidos. En cuanto sale por la puerta, su vecino le pregunta: "¿Vas a aclarar la verdad?" o "¿Ayudar a la gente a renunciar al PCCh?".

Nunca pierde los nervios. Le pregunté si su temperamento era así de bueno antes de practicar Falun Dafa, y me dijo: "No, yo reprendía a la gente, especialmente a mi marido".

Ying cuenta que una vez le pidió a una clienta que pagara, la señora afirmó que ya había pagado. Se enzarzaron en una discusión y luego en una pelea física. Ying le rompió una botella de cerveza en la cabeza y la sangre salió a borbotones. La clienta recibió varios puntos de sutura. Al final, la policía se puso de parte de la clienta y Ying tuvo que pagarle 5.000 yuanes.

En la década de los ochenta, 5.000 yuanes era una gran suma de dinero. "¿De dónde sacaste tanto dinero?", pregunté. Ying dijo que tuvo que vender aperitivos a medianoche, como fideos salteados, platos fríos y helados, para compensar la pérdida. "Tenía que trabajar hasta las 3 de la madrugada todos los días. Mi salud era mala en ese momento y a menudo me desmayaba. Gracias a Falun Dafa, me he recuperado totalmente. Ahora estoy llena de energía y tengo buen carácter", dijo.

Juntas hemos trabajamos perfectamente, sin conflictos. Durante años lo único que queríamos era salvar a más gente. Nunca pasamos calor en verano ni frío en invierno. Una vez fuimos a una ciudad universitaria y ayudamos a 170 estudiantes a renunciar al PCCh.

No puedo enfadarme con Ying porque siempre se disculpa primero, "Lo siento, es mi culpa". Solo me he enfadado con ella dos veces.

Una vez, mientras íbamos en el autobús, me preguntó a cuántas personas había ayudado a renunciar al PCCh ese día. Le dije que no lo contaba, y ella se ofreció a contarlo por mí. No creí que fuera necesario que lo hiciera porque no era importante. Le di de mala gana el papel con la lista de nombres de las personas a las que ayudé a renunciar ese día. Contó y dijo: "103", y me metió el papel en el bolsillo delantero. Cuando bajamos del autobús, oí que algo caía. Miré al suelo y no vi nada.

Esa noche quise ordenar la lista, pero no encontré el papel. Estaba preocupada. No miré hacia dentro y me resentí con Ying: "Ella quería contar el número, así que perdí mi lista". Me senté frente a la foto del Maestro Li (el fundador de Dafa) y le pedí al Maestro que me ayudara a recuperar la lista. Con mis manos unidas y mis pensamientos puros, me sentí envuelta por la energía y que el Maestro me ayudaba.

A la mañana siguiente me desperté y encontré la lista sobre mi sofá. Sorprendida y feliz, le agradecí repetidamente al Maestro.

La otra ocasión en la que me resentí con Ying fue una vez que aclaramos la verdad. Sugerí que fuéramos directamente a una zona concurrida, pero ella sugirió tomar un atajo. Seguí su consejo y media hora después acabamos en un lugar con pocos peatones. Me quejé y aminoré el paso.

De repente me di cuenta de que no estaba en el estado mental adecuado, y necesitaba eliminar el apego al resentimiento. "No formas parte de mí, quiero que te vayas", pensé. Aceleré el paso. En ese momento Ying dijo: "Lo siento, me he equivocado". Le di las gracias: "No es para tanto. Tengo que darte las gracias por ayudarme a eliminar mi resentimiento".

Hua se unió recientemente a nuestro equipo. Su presencia nos ayudó a eliminar muchas de nuestras nociones humanas.

En el pasado, Hua practicaba Falun Dafa de forma intermitente, y un practicante veterano la animó a retomar a la práctica. Cuando salíamos juntas para aclarar la verdad, a menudo decía cosas como: "Alguien nos está siguiendo", o "esa persona está llamando por su teléfono móvil, tal vez estamos siendo delatadas", y "no podemos ir a ese lugar, un practicante fue arrestado allí antes", "Debemos tener cuidado porque se acerca una fecha delicada". Cuando le dije que todo eso eran ilusiones causadas por su sospecha me dijo que no se lo había inventado, y casi lloró porque no le creí.

Hua me dijo una vez que estaba resentida conmigo: "Ignoras lo que digo, pero escuchas lo que dice Ying. Nunca criticas a Ying". Le dije: "Tú hablas como una persona común, Ying habla basándose en el Fa". Estuvo de acuerdo y me pidió que le señalara lo que hacía mal. Cuando se lo dije, a menudo encontraba excusas.

Una vez, escuchó los comentarios de Ying y míos sobre ella. No parecía molesta y dijo: "Deberías señalar lo que he hecho mal delante de mí". Cuando intentamos explicarle, dijo: "Ahórratelo, lo he oído todo". Al día siguiente me senté a propósito junto a ella en el autobús y me disculpé: "No debería haber hablado de ti a tus espaldas. Tienes razón, debería hablar contigo cara a cara cuando tengo un problema. También lamento haberte tratado de forma diferente a como lo hago con Ying. No lo haré a partir de ahora". Se le llenaron los ojos de lágrimas y empezó a contarme cómo se sentía perjudicada.

Este incidente me hizo ver que no había sido amable con ella. La señalé con el dedo y la herí. Debo eliminar los elementos de lucha que provienen de la cultura del PCCh. Varias veces me acusó de cosas que no hice. No quise dar explicaciones ni enfadarme. Sabía que debía ser amable con mis compañeros practicantes.

Hua vino a hablar conmigo un día después de un estudio del Fa en grupo. Lian le había preguntado cómo había sido trabajar con Ying y conmigo en la aclaración de la verdad. "Le dije a Lian que tú y Ying trabajan juntas y yo sola", dijo Hua. "Lian dijo que deberíamos trabajar juntas y yo le dije que a Ying le gusta trabajar contigo. Lian está preocupada por mí". Hua hizo parecer que Ying y yo la evitábamos y que no nos preocupábamos por ella. Me sentí mal, ya que las tres pasábamos casi todos los días juntas. Mientras trataba de discutir, vi una imagen de ella cuando era joven. Era hermosa, pura y amable. Parecía que no nos culpaba por haberla herido. No le dije nada; sabía que era el Maestro quien me recordaba que debía ser amable con los demás practicantes. Hua me ayudó y me recordó que debía cultivar la amabilidad hacia los practicantes.

El Maestro dijo:

“Para los dioses, si un cultivador en el mundo humano tiene razón o está equivocado no tiene en absoluto importancia, sino que eliminar el apego de los corazones humanos es importante. En el xiulian, cómo quitar los corazones de apego es lo importante” (Enseñando el Fa en Manhattan, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. X).

Una mañana planeamos salir a aclarar la verdad. Yo estaba desayunando cuando llegó Hua. Me dijo que estaba estreñida. "¿Ahora qué apego debo eliminar esta vez?", me pregunté. Al día siguiente, mientras desayunaba, volvió a sacar el mismo tema. Me contuve y no dije nada. Al tercer día lo volvió a hacer mientras comía. En ese momento sentí náuseas y casi vomité. Estuve a punto de reprenderla, pero me detuve.

Me llevó mucho tiempo encontrar el apego que necesitaba eliminar respecto al incidente, el miedo a la suciedad. Sentía asco cuando veía una rata, no me gustaba escuchar comentarios negativos ni que me sermoneasen, no podía soportar ciertas cosas y tenía envidia, resentimiento y era una presuntuosa.

Los tres vimos daikons (rábanos) de buena calidad a buen precio cuando terminamos de estudiar el Fa un día. Como queríamos hacer encurtidos picantes de daikons, Ying compró dos bolsas, y Hua y yo compramos una bolsa cada una. Hua tenía que ir a casa de su madre y le pidió a Ying que le ayudara a llevar su bolsa de daikons a casa. Ying le dijo que no tenía ninguna mano libre. Hua insistió en que Ying le llevara la bolsa de daikons a casa. En ese momento llegó el autobús. Hua subió la bolsa al autobús y se fue.

Cuando Ying y yo bajamos del autobús, llevé mi bolsa y la de Hua. Dejé mi bolsa a un lado de la carretera y me dirigí a casa de Ying con la bolsa de Hua. Dije: "Esto es algo bueno". Ying estuvo de acuerdo: "Es algo bueno. Me hace ser mejor persona".

Otro día Ying me dijo: "Hua no te critica, pero me critica a mí". Cuando hablé antes con Hua de ello, parecía realmente sorprendida porque no se daba cuenta de que lo hacía. Le dije a Ying: "Estás resentida con Hua y veo que has intentado contenerte. Si sigues resentida con ella, seguirá criticándote. Lo has estado haciendo bien, pero esto es una prueba para que lo hagas aún mejor".

El Maestro dijo:

“También veo que realmente algunos lo han hecho bastante bien, hay otros que lo han superado superficialmente, pero en el corazón no lo superaron y lo tienen atragantado dentro del corazón. (Shifu ríe) (La audiencia ríe) Aunque no dicen nada y se manifiestan muy relajados, el corazón está conteniendo la respiración (La audiencia ríe), pero todavía se puede decir que está tranquilo. Eso ya es el primer paso, porque frente a los diferentes niveles de los Dafa dizi, los requisitos para diferentes practicantes de gong también son diferentes, para aquellos que lo hacen bien, los requisitos para ti son más altos y te elevas más rápidamente. El xiulian es justamente así, si la prueba que te fue establecida es menor, tú sólo puedes dar un pequeño paso, si esa prueba establecida es grande, para ti entonces es un salto” (Enseñando el Fa en Manhattan, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. X).

Compartí con Ying mi entendimiento de las enseñanzas del Maestro. Poco después, Ying fue a ver a su madre. Su madre criticó a Ying y a su nieta, con palabras abusivas. Ying estaba resentida y despreciaba a su madre. Pero sabía que había llegado el momento de eliminar su resentimiento. Permaneció en silencio mientras su madre la criticaba y no se enfadó. Su madre sonreía al terminar de hablar. Ying sabía que había superado la prueba.

Hua mejoró mucho e hizo las tres cosas con firmeza. Hizo un buen trabajo aclarando la verdad, y al mismo tiempo habló menos como una persona común. Su madre estaba hospitalizada y necesitaba sus cuidados. Sin embargo, se las arregló para que eso no la detuviera y siguió aclarando la verdad cada día.

Una vez me confesó que aún no podía controlar su forma de hablar y criticó a Ying. Después se disculpó con ella. Ahora rara vez critica a Ying.

Hua soñó que nos veía a Ying y a mí caminando por una pendiente. Dijo que eso le recordó que debíamos prestar atención a nuestra cultivación. Entonces buscamos nuestras nociones y nos mejoramos. Las tres nos ayudamos mutuamente en avanzar. Apreciamos esta relación predestinada.

El Maestro dijo:

“Parece como si [simplemente] estuviéramos dándole una hoja volante a una persona común y parece como si [simplemente] estuviéramos diciéndole la verdad a la gente común. Déjenme decirles, cuando este asunto de la rectificación del Fa haya terminado, la humanidad entrará en la próxima etapa, y la gente y los seres que piensan que el Dafa del cosmos no es bueno, serán los primeros en ser eliminados. Eso es porque no importa cuán malos sean algunos seres en el cosmos, ellos son incluso peores, porque de lo que están en contra es del Fa del cosmos. Así que cuando estamos esclareciendo de la verdad, estamos eliminando los pensamientos perversos de algunas personas hacia Dafa. ¿No los hemos salvado a ellos, por lo menos en cuanto a esto?” (Exponiendo el Fa en el Fahui de los Grandes Lagos de Norte América, Guiando el Viaje).

El Maestro nos dice que tengamos compasión por la gente. Conocí a un hombre que dijo algunas malas palabras sobre Falun Dafa y se negó a renunciar al PCCh. Gritó: "Creo en el PCCh y en Karl Marx. No me hables de Falun Dafa, no te escucharé". Mientras Ying enviaba pensamientos rectos, le dije: "Marx empezó a adorar a Satanás cuando tenía 18 años y ahora está en el infierno. Si le crees, te unirás a él. El pueblo chino es descendiente del emperador Yan y del emperador Huang, no de Marx ni de Lenin. Si te niegas a renunciar al PCCh, eres parte de él. Es la voluntad de los dioses destruir el PCCh y cuando lo hagan, te hundirás con él. Si eres una buena persona, ¿no sería eso una pena?".

Ying retomó rápidamente la conversación: "Conocí directamente a dos personas que sufrieron quemaduras. Una de ellas no paraba de decir 'Falun Dafa es bueno' y ahora está mucho mejor. El otro hablaba mal de Falun Dafa y solo tenía un 50% de posibilidades de sobrevivir. El médico le puso injertos de piel cinco veces y el dolor le hizo sentir terrible. También se quedó sin dinero". El hombre argumentó que no hablaba mal de Falun Dafa. Le sugerí que dejara de hacerlo a partir de entonces.

Una vez ayudé a una mujer a renunciar al PCCh. En cuanto comencé a hablar de Falun Dafa, ella frunció el ceño: "No me hables de eso, no me lo creo. Los practicantes escribían mensajes en el dinero. Falun Dafa está en contra del PCCh". Le dije: "Tienes derecho a no creer ni escuchar. Pero pareces una persona sensata y amable y quiero decirte la verdad. Las palabras en los billetes de papel son los principios de Falun Dafa que seguimos de, Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Si una persona está en contra de estos principios fundamentales del universo, está en peligro, ¿no estás de acuerdo? En cuanto a si los dioses eliminarán al PCCh, creemos que los dioses lo harán".

La mujer guardó silencio durante un rato y luego respondió: "No lo sabía. No puedes culparme por eso". La consolé y le dije: "Ahora lo sabes porque te lo he dicho. Por favor, no hables mal de Falun Dafa y te deseo un buen futuro".

El Maestro dijo:

“¿Pero lo has pensado? Cuando viniste a este mundo, firmaste un contrato conmigo, juraste que ibas a salvar a esos seres conscientes, sólo entonces pudiste ser Dafa dizi, para que pudieras hacer este asunto, pero no cumpliste. No has cumplido totalmente; esos incontables seres conscientes, esos enormes grupos de vidas que cargas sobre tu espalda, que te fueron distribuidos, ni los puedes salvar, ¡¿qué es eso?! ¿Acaso eso es simplemente una cuestión de no cultivarse diligentemente? ¡Eso es un pecado extremada, extremadamente grande! ¡Un pecado sin comparación!” (Fahui de Nueva York 2016).

Las tres sabemos lo importante que es salvar a la gente. Definitivamente estudiaremos el Fa y nos cultivaremos bien para que podamos salvar a la gente más eficientemente con nuestra sabiduría. Trabajaremos duro para cumplir nuestros votos y corresponder a la gracia del Maestro.

¡Gracias, Venerable Maestro! ¡gracias, compañeros practicantes!

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