(Minghui.org) Tengo 18 años y he practicado Falun Dafa con mi madre desde que era niño. Mi familia fue perseguida en China por nuestra fe y posteriormente huimos a Reino Unido como refugiados.
Me gradué en la escuela secundaria en Reino Unido a principios de este año y ahora soy un estudiante de primer año en la universidad. Me gustaría compartir cómo presenté Falun Dafa a los demás mientras estaba en la escuela secundaria.
Un proyecto escolar
Llegué a este instituto en 2019. Poco después, me encontré con mi profesora de literatura inglesa en un evento. Le conté la persecución que sufrió mi familia mientras estaba en China. Se conmovió y me invitó a compartir la historia de mi familia con toda la clase.
La profesora dedicó una sesión de la clase a mi presentación. Preparé diapositivas en PowerPoint e imprimí un resumen de mi charla. Durante la clase, hablé de cómo el Partido Comunista Chino (PCCh) inició la persecución a Falun Dafa en 1999 debido a su temor a la popularidad de la práctica después de que fuera presentado al público en 1992. También hablé de cómo el PCCh ha estado difamando a Falun Dafa con innumerables mentiras. Como en ese momento en la clase de literatura se estaba tratando el tema de los regímenes totalitarios, muchos compañeros se mostraron especialmente interesados en mi presentación. Algunos dijeron que mis palabras les hicieron comprender que lo que parecía ser solo ficción en las lecturas de clase bien podría ser la realidad.
Aunque me olvidé de incluir el sitio web para firmar en la presentación, el efecto general fue bueno. Una compañera de clase me dijo que pensaba escribir un artículo sobre la violación de los derechos humanos en China como su Proyecto de extensión de calificación (EPQ). Como proyecto de investigación independiente de un año de duración, el EPQ puede abarcar amplios temas en formato de ensayo, investigación o incluso película. Pensando en ello, decidí producir un documental sobre la persecución a Falun Dafa en China como mi EPQ.
Pero era más fácil decirlo que hacerlo porque no tenía experiencia en periodismo ni en la producción de películas. Aun así, decidí intentarlo, empezando por aprender el programa iMovie por mi cuenta. Mi documental se centraría en los hijos de los practicantes de Falun Dafa. Después de que sus padres fueran arrestados y detenidos por su creencia, estos niños se quedaron solos, sin atención.
La discriminación y el maltrato a los hijos de los practicantes de Falun Dafa eran abrumadores. En la escuela, eran ignorados y acosados por sus compañeros e incluso por los profesores. En casa, los familiares y amigos no podían entenderlos y se alejaban. Sin ninguna fuente de ingresos, apenas podían llevar una vida normal. Incluso cuando escaparon de China muchos años después, ese trauma infantil podía seguir siendo una pesadilla que rondaba en sus mentes todo el tiempo.
Tenía previsto incluir en el documental historias personales: la mía y la de otros tres jóvenes practicantes. Dos de ellos fueron muy fáciles de encontrar y estaban dispuestos a ayudarme. Pero no pude encontrar al último. El tiempo pasaba, día tras día, y estaba muy preocupado.
Después de una actividad de Falun Dafa, le conté a otra practicante la dificultad que experimenté. Ella sonrió cuando escuchó lo que le dije: otro joven practicante que andaba con nosotros en ese momento era la persona que yo había estado buscando. Este joven practicante también fue muy cooperativo y al día siguiente me envió un artículo sobre sus penas de la infancia. Estaba muy agradecido al Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) por todos estos arreglos.
Después de terminar el documental, se lo envié a mi profesora de EPQ. Estaba muy conmovida y lo vio tres veces. Al final, me dio una puntuación alta.
Después de esto, compartí mi documental con mi decana, que era la responsable de una cuarta parte de los alumnos de la escuela, desde los de primaria hasta los de secundaria. Le expliqué que la película era sobre mi propia experiencia y que le ayudaría a entender lo que estaba pasando en China. Dijo que estaba deseando ver la película. Pero me comentó que no pudo ver ninguna imagen cuando intentó ver el documental desde la unidad USB que le di. No obstante, escuchó el audio durante un rato. Intuí que se trataba de una interferencia del mal, así que envié pensamientos rectos y le di a la decana otra copia de mi película. Esta vez funcionó.
Tanto la decana como sus compañeros de trabajo vieron el documental y quedaron muy conmovidos. Se dirigió a mí ofreciéndome que se lo enseñara a los alumnos de los que era responsable. Ella elogió mi trabajo en mi informe de estudiante. Dijo que, como refugiado, había hecho un gran documental y que era una voz para aquellos que han sido reprimidos en China.
También mostré el documental a mis amigos. Algunos se emocionaron hasta las lágrimas, mientras que otros se mostraron indiferentes. Una compañera de clase con la que apenas hablaba pidió ver mi película. Había mucho ruido en ese momento, pero la vio con atención.
Mejorándome como persona
Como practicante de Falun Dafa, descubrí que el proceso de realización del documental fue también un proceso de armonización con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Es decir, hubo muchas oportunidades que me recordaron que debía eliminar los malos pensamientos y apegos.
Por ejemplo, alguien dijo que el EPQ es importante para la solicitud de ingreso en la universidad y que debería hacer un EPQ en el campo de la economía, ya que estaba interesado en especializarme en economía en la universidad. El documental que pensaba hacer sobre los derechos humanos podría hacer pensar a la gente que iba a estudiar Derecho o Ciencias Políticas. Me entraron dudas, pensando que otros aspirantes a la universidad que se especializaban en economía podrían obtener mejores resultados que yo debido a mi EPQ.
Entonces tuve un sueño. Todas las universidades a las que me presenté me rechazaron, mientras que una chica que no me caía bien, Jane, era aceptada por todas ellas. En el sueño, me sentía muy envidioso, como si este fuerte sentimiento me mordiera el corazón como una serpiente. Al igual que yo, Jane también estaba interesada en la economía como especialidad y tenía un EPQ en esa área. Pero, de alguna manera, nunca me cayó bien.
Cuando desperté del sueño, recordé el siguiente pasaje de las enseñanzas del Maestro:
“Entre los cultivadores del Dao genuinos también se refleja lo mismo: no se aceptan entre sí, y cuando no eliminan el corazón de contender, también producen fácilmente el corazón de envidia.
Les contamos una historia: Shen Gongbao, del libro Crónica de la Investidura de los Dioses, consideraba que Jiang Ziya era viejo e incompetente; sin embargo, la Honorable Divinidad del Origen mandó a Jiang Ziya a conceder títulos a los dioses. Entonces, dentro de su corazón Shen Gongbao se desequilibró: «¿Por qué razón lo mandan a él a conceder títulos a los dioses? Mira cuán formidable soy yo, Shen Gongbao, si mi cabeza es cortada, aún puedo volver a colocármela. ¿Cómo no me dicen a mí que vaya a concederles títulos a los dioses?». Él se volvió tan envidioso que siempre le causaba problemas a Jiang Ziya” (Séptima Lección, Zhuan Falun).
También me di cuenta de que tenía una fuerte mentalidad competitiva, algo que no corresponde a un practicante. El Maestro dijo:
“Otros dicen: «Al venir yo aquí, a la sociedad de la gente común, es como alojarme en un hotel; me quedo solo unos pocos días y me voy deprisa». No obstante, algunas personas simplemente son renuentes a apartarse de este lugar, han olvidado sus propios hogares” (Novena Lección, Zhuan Falun).
De niño, entendía muy bien el pasaje anterior cuando lo leía. Pero ahora, casi lo había olvidado y pensaba a menudo en encontrar una buena especialidad en la universidad, seguida de una carrera exitosa. En realidad, todas las nociones humanas no son parte de mí, porque como practicante debo centrarme en mi práctica de cultivación para poder volver a mi origen.
El verano pasado, unos amigos nos propusieron salir juntos y yo les recomendé Chinatown. Allí vimos un puesto de practicantes de Falun Dafa. Me gustó la música y tuve la sensación de volver a casa. Aunque mi abuela no hablaba inglés, les dio a mis amigos con mucho cariño folletos sobre Falun Dafa. Una amiga pareció poner los ojos en blanco y yo me sentí mal, pensando que había sido grosera con mi abuela.
Sin embargo, al darme cuenta de que se trataba de una noción humana, comencé a enviar pensamientos rectos. Después, las cosas se volvieron simples. Conté a mis amigos mi historia personal de persecución en China y todos firmaron la petición que pedía el fin de la represión. Sentí que mi egoísmo se desvanecía y todo mi cuerpo se volvía ligero.
El Maestro dijo:
“El egoísmo es la naturaleza fundamental del cosmos del pasado. Ésta ha traído la naturaleza inevitable de formación, estabilidad, degeneración y destrucción y el nacimiento, envejecimiento, enfermedad y muerte. En el futuro, el Fa será todo armonizante y altruista. Debido al cambio en la naturaleza fundamental del cosmos, la marcha del cosmos y las características de las vidas pasarán por cambios fundamentales. La naturaleza fundamental del cosmos y la impureza de las vidas resultan en la caída de las vidas que se degeneran. Eso lo causa la formación, asentamiento, degeneración y destrucción” (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos, 2004, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. V).
Me di cuenta de que mi egoísmo había sido muy fuerte. Incluso al exponer la persecución en China, lo hice en gran medida para alcanzar mi propia Perfección en lugar de salvar a los seres conscientes. Otro ejemplo es que pasé mucho tiempo todos los días leyendo noticias económicas y financieras, cuando debería haber utilizado el tiempo para estudiar las enseñanzas de Falun Dafa y asimilarme a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Apego al interés material
Con el fin de prepararme para la universidad el pasado mes de septiembre, había elaborado un plan sobre lo que debía hacer durante la universidad para prepararme para mi carrera. Durante este tiempo, también me encontré cada vez más apegado a los intereses materiales, y fue difícil dejarlo ir.
El Maestro dijo:
“Aunque las cosas que ustedes hacen en este mundo se parecen mucho a las cosas cotidianas que hace la gente común, el hecho es que en lo que se basan los Dafa dizi y el propósito de lo que ustedes hacen es completamente diferente” (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional de Nueva York, 2004).
Esto me recordó que, como practicante, por supuesto que debo hacerlo bien en la escuela y en el trabajo. Pero eso no significa que deba preocuparme tanto por ellos como una persona común. Es decir, hay una diferencia entre hacer bien el trabajo y hacerlo para buscar fama e intereses materiales.
Mientras pensaba en esto, mis abuelos me dieron algo de dinero esa tarde como premio por haberlo hecho bien en mi solicitud de ingreso a la universidad. Como no tenía dónde gastar el dinero y mis padres estaban renovando su casa, se lo di todo.
Aquella noche mi madre me elogió por ser un buen practicante sin apego a los intereses materiales. Cuando pensé más en esto, supe que no era tan sencillo. Es cierto que les di el dinero a mis padres en lugar de quedármelo yo, pero muy a menudo la motivación detrás de mi duro trabajo en la escuela no era ser una buena persona o servir a la sociedad. Más bien, a menudo estaba relacionado con mi ego, la envidia y el apego a una vida cómoda. En la superficie, era un apego a los intereses materiales. Pero debajo había todo tipo de nociones humanas y pensamientos sucios. En el pasado, no lo tenía claro, pero ahora lo entiendo mejor.
Una vez soñé que hacía un examen de admisión a la universidad. De alguna manera, era como si estuviera aturdido. Cuando mi mente se aclaró, me di cuenta de que los demás participantes ya habían pasado a la parte de matemáticas, pero yo seguía con la de economía. Le conté a un profesor la situación, pero no pudo ayudar mucho. En ese momento, me di cuenta de que mi teléfono móvil estaba encendido; se consideraría trampa si alguien me descubriera con el teléfono encendido. Me preocupé e intenté apagarlo a escondidas. Pero no lo conseguí y el profesor lo vio. Me dijo que eso no estaba permitido, pero que podía volver a hacer el examen debido a las circunstancias especiales.
En ese momento me desperté. Comprendí que se trataba de una insinuación del Maestro. Es decir, en lugar de lamentar mis malos pensamientos o nociones humanas del pasado, debería centrarme en cómo hacerlo bien y mejor de aquí en adelante. Desde el fondo de mi corazón, agradezco al Maestro su compasión al guiar mi cultivación.
Me gustaría concluir mi intercambio con un poema del Maestro:
"Escalando la Montaña Tai
Ascendiendo escaleras altas, un sendero de miles de pies,
ventoso y escarpado, difícil es dar el primer paso;
mirando atrás al camino, recordando la cultivación del recto Fa,
deteniéndose en medio del aire, es difícil ser salvado.
Con un corazón firme, se levantan los pies con piernas de miles de kilos,
soportando sufrimientos, avanzando hacia delante y eliminando apegos;
Dafa dizi, por miles y millones,
completando el gong y alcanzando la perfección en los altos niveles".
Lo anterior es mi entendimiento personal. Por favor, señale cualquier cosa que no esté de acuerdo con el Fa.
***
Todos los artículos, gráficos u otros contenidos publicados en Minghui.org están protegidos por derechos de autor. Al reimprimir y redistribuir el contenido para uso no comercial, se pide indicar el título del artículo y su enlace original.