(Minghui.org) ¡Saludos Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Otras dos practicantes y yo a menudo estudiamos las enseñanzas juntas. Una de ellas, Xuan, tuvo conflictos conmigo de vez en cuando durante los últimos diez años.

Nuestras discusiones solían girar en torno a la misma situación en la que yo pensaba que Xuan me había hecho daño, mientras que ella pensaba que yo era la mala. “Pensé que eras una buena amiga, pero me decepcionaste y no me ayudaste cuando estaba pasando por momentos difíciles”, siempre decía.

Traté muchas veces de explicarle la situación, pero ella siempre respondía que solo estaba poniendo excusas para defenderme, y eso la enfurecía aún más. Esto sucedía cada vez que discutíamos.

Identificar las nociones humanas

Sabía que esto no estaba bien y que debía mirar hacia dentro para mejorar, pero no tenía claro de qué apegos debía deshacerme.

Recordé lo que el Maestro dijo en el siguiente poema:

“No contender”

“Si te encuentras con fuertes discusiones, no contiendas con palabras de pelea
Buscar la causa hacia adentro es xiulian
Mientras más se piensa en explicar, más pesa el corazón
Magnánimamente, sin apegos, aparece la visión clara” (Hong Yin III).

¿Por qué tenía que explicarme y qué apego seguía albergando? Parece que no quería que me hicieran daño ni que me humillaran. Quizás esta era una oportunidad para cultivar la tolerancia, pensé.

El Maestro dijo:

Dado que encaras a la gente común, todo tipo de corazones de gente común te están interfiriendo. Algunos a quienes has curado ni siquiera te comprenden; tú le arrancas una cantidad de cosas malas de su cuerpo cuando tratas su enfermedad y lo curas hasta cierto grado, solo que en ese momento no necesariamente hay mejoras visibles. Pero dentro de su corazón él no está contento y ni te agradece, ¡tal vez incluso te regañe con que lo has engañado! Justamente estos problemas hacen que tu corazón se vaya moliendo y refinando en este ambiente” (Tercera Lección, Zhuan Falun).

Con este entendimiento, pude manejar mejor la situación. Por un tiempo, pude mantener la calma incluso cuando los comentarios de Xuan eran sarcásticos. Pero pronto volvieron a surgir conflictos.

"No me gusta tu forma de hablar", me dijo Xuan un día. "Me enojo cada vez que hablas".

Enfrentarme a las críticas me hizo perder la cara. Después de todo, me había cultivado más tiempo que ella y la otra practicante de nuestro grupo de estudio del Fa.

Miré dentro y me pregunté por qué a Xuan no le gustaba la forma en que hablaba. ¿Qué dije? Mirando hacia atrás, en los comentarios que había hecho en el pasado, noté que tenía el apego de presumir, validarme y actuar superior a Xuan y otros. No cumplí con los requisitos para ser practicante.

El Maestro dijo:

“Frecuentemente, digo que si uno actúa completamente por el bien de otros sin el más leve propósito o entendimiento personal, lo que uno dice hará que los oyentes se conmuevan a derramar lágrimas. Lo que les he enseñado no es sólo Dafa. Les he dejado también mi comportamiento. Mientras trabajas, el tono de tu voz, tu bondad y tu razonamiento puede transformar el corazón de una persona, ¡mientras que una orden nunca podrá hacerlo!” (Conciencia lúcida, Escrituras esenciales para mayor avance).

Me di cuenta de que a menudo hacía hincapié en que mis conocimientos sobre cualquier tema que discutiéramos eran correctos, y desestimaba los pensamientos de los demás practicantes. Es decir, tendía a expresar mis pensamientos y a presumir. Además, muy a menudo me centraba en la lógica, pero faltaba amabilidad en mi tono de voz. No es de extrañar que Xuan y yo tuviéramos a menudo conflictos.

Entonces trabajé para eliminar estos apegos que había identificado.

Cultivar la bondad

Xuan dijo que yo no era amable con los demás. No lo entendí. Desde que era una niña, la gente siempre decía que era una persona amable que trataba bien a los demás. Yo también lo pensaba. Además, ahora era una practicante de Falun Dafa que seguía Verdad-Benevolencia-Tolerancia. ¿Por qué Xuan me acusaba de ser poco amable?

Reflexioné sobre lo que es la amabilidad y lo que Xuan vio en mí para decir que no era amable.

El Maestro dijo:

“Debido a que al cultivar Shan se puede cultivar y exteriorizar un corazón de gran misericordia, una vez que este corazón emerge, el cultivador ve que todas las vidas sufren, por eso, consecuentemente emite un deseo y quiere salvar a las multitudes de vidas” (Primera Lección, Zhuan Falun).

En el pasado, mi comprensión de la bondad era como la de una persona corriente. Ahora, como practicante con una mente pura, comencé a reflexionar sobre la verdadera compasión. Después de todo, debía ser algo que yo había dicho o hecho lo que había dañado a Xuan; de lo contrario, ella no sentiría que la había herido.

El Maestro dijo:

“Cuando enseñé el Fa y transmití el gong en la ciudad de Taiyuan, había una estudiante de más de 50 años, ella y su esposo venían para asistir al curso. Cuando ambos llegaron a la mitad de la calle, un automóvil pasó a alta velocidad y el espejo retrovisor del auto repentinamente enganchó el vestido de la señora. Enganchada, la arrastró por más de diez metros de distancia y ¡paf!, la arrojó fuertemente de un golpe al suelo; el automóvil se detuvo 20 metros más adelante. Después de saltar del vehículo, el conductor aun se disgustó: «Oye, ¿por qué no miras por dónde caminas?». Hoy en día, la gente es justamente así; cuando se encuentra con un problema, primero evade su responsabilidad y no le importa si se lo está culpando a él o no, la empuja hacia afuera” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Me di cuenta de que me comporté igual que el conductor, que trató de inculpar a otros y buscar excusas para sí mismo. Como practicante, independientemente de quién sea la culpa, debería preocuparme por Xuan disculpándome con ella, en lugar de eludir mi responsabilidad. Con este entendimiento, fui a ver a Xuan y le pedí disculpas sinceras. Le expuse mis pensamientos sobre las enseñanzas mencionadas y esperé que Xuan pudiera perdonarme.

Cuando volví a casa, seguí mirando en mi interior para ver si había algo más que hubiera hecho que perjudicara a Xuan o a cualquier otra persona. Para entonces me había dado cuenta de que había hecho muchas cosas sin compasión. Por ejemplo, era celosa y competitiva, así que ¿cómo podía desprender bondad cuando me relacionaba con la gente? Muy a menudo juzgaba las cosas basándome en mis nociones humanas y despreciaba a los demás. ¿Cómo podía entonces ser verdaderamente compasiva? Mi falta de compasión se reflejaba en mis palabras, acciones, comportamiento y expresiones faciales. Cuando discutía con otros con apegos tan fuertes, ¿cómo no iba a herirlos? Me arrepentí profundamente de haber herido a Xuan y a los demás y decidí esforzarme por eliminar mis apegos.

Apego a la fama

Sin embargo, los conflictos volvieron a surgir más tarde, y siempre giraban en torno al mismo tema de siempre. Cuando Xuan y yo volvimos a discutir, me pregunté: "¿Por qué discutimos?". "Fama". Esa única palabra me vino a la mente. Me sorprendí un poco y supe que era una pista del Maestro. Casi colapsé pensando: "Sí, esto es por lo que he estado luchando todo el tiempo y no me había dado cuenta hasta ahora".

Me sentí vacía mientras volvía a casa en bicicleta. Mi cuerpo se sentía ligero y estaba un poco desorientada. Darme cuenta de que todavía albergaba apego a la fama fue un golpe para mí. Empecé a reflexionar sobre qué era exactamente la fama.

Me di cuenta de que una manifestación de este apego a la fama era defenderme para evitar que se aprovecharan de mí. Por ello, no podía tolerar los argumentos de los demás, ni llegar a ser verdaderamente compasiva. Al fin y al cabo, cuando se discute por la propia fama, ¿cómo se puede ser considerado?

Además, con un apego tan oculto, era incapaz de tomar las cosas a la ligera. En cambio, podía mostrar a la gente un lado bueno y encubrir mis defectos para mantener una buena reputación. Por lo tanto, incluso cuando hacía algo que parecía bueno, mi motivación era proteger mi reputación en lugar de ser realmente buena con los demás.

Me di cuenta de que el apego a la fama es una forma de egoísmo. Por eso, discutía con los practicantes y no tenía en cuenta sus sentimientos. Esto está muy lejos de lo que se espera de un practicante de Falun Dafa.

El Maestro dijo:

“Si mantienes en todo momento un corazón misericordioso y una actitud serena y pacífica, al encontrarte con problemas podrás actuar bien, porque eso da espacio para amortiguar. Si siempre eres misericordioso, tratas a los demás benevolentemente, consideras a los demás al hacer cualquier cosa, y cada vez que se presenta un problema piensas primero si los demás podrán aguantar o no y si dañas a otros o no, entonces no surgirá ningún problema” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

El Maestro también nos advirtió:

“Aquellos que están aferrados a la fama practican intencionalmente una vía perversa. Cuando ellos tratan de establecer reputación en este mundo, serán ciertamente buenos en sus labios pero perversos en sus corazones, por tanto engañando al público y dañando el Fa” (Tabúes para cultivadores, Escrituras esenciales para mayor avance).

Me di cuenta de que necesitaba trabajar en ese egoísmo obstinado y dejarlo ir.

La importancia del altruismo

Xuan siguió expresando su descontento conmigo, e incluso varias veces intentó echarme y no quiso verme en su casa, que es donde celebramos nuestro estudio en grupo. Pero decidí no marcharme.

El Maestro dijo:

“¿Cuántos de ustedes aquí sentados pueden permanecer tranquilos cuando alguien los señala inesperadamente y los regaña? ¿Cuántos de ustedes pueden permanecer serenos y buscar la razón de su parte cuando se enfrentan con la crítica y el reto de otros?” (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles).

A pesar de que me quedé, no pude permanecer tranquila. Como Xuan quería echarme, debí haber hecho algo terriblemente mal. Mi compasión no fue lo suficientemente fuerte como para disolver los elementos negativos en mi campo, incluido el sentirme agraviada y molesta, tener pensamientos negativos sobre Xuan, etc.

La situación no mejoró y Xuan todavía exigía que me fuera. Dijo: "Si no puedo cultivarme bien, serás responsable". Eso me alarmó: “Nuestro grupo es un solo cuerpo. ¿Seré responsable si hay una mala situación en nuestro grupo o si un compañero practicante no se cultiva bien? ¿Qué debo hacer por el cuerpo? Parece haber mucha interferencia".

Me di cuenta de que las fuerzas del mal estaban explotando las nociones humanas que Xuan y yo no habíamos eliminado, y estaban abriendo una brecha entre nosotras para interferir y destruir nuestro único cuerpo.

Comencé a enviar pensamientos rectos para limpiar mi campo y el del grupo. Durante el estudio grupal, compartí mi entendimiento con la esperanza de que todos pensaran en esto. Durante este proceso, cuando pensé que era difícil y me sentí molesta, pensé en dejar el grupo. Pero el estudio en grupo es un formato que el Maestro nos ha dejado, y podría haber significados más profundos que yo desconocía. Si me fuera, estaría equivocada, ya que no habría podido mantener un entorno grupal en el que pudiéramos recordarnos mutuamente que debemos hacerlo mejor y ser más diligentes. Eso sería una omisión en mi cultivación y una indicación de mi incapacidad para hacerlo bien.

Durante unos días, dudé sobre si debía abandonar el estudio grupal por un tiempo.

Entonces tuve un sueño sobre un examen. Había muchos problemas en la prueba que no sabía cómo resolver, así que decidí dejarlo. Cuando desperté, supe que esto era una pista de Shifu: la situación que estaba enfrentando era como un examen. ¿Cómo podía abandonar? Así que decidí concentrarme en el estudio del Fa. Sabía que solo estudiando bien el Fa podría encontrar soluciones a mis problemas.

Una mañana, las palabras del Maestro me vinieron a la mente:

Armonioso y brillante

“El corazón alberga Zhen-Shan-Ren,
cultivándose uno beneficia a otros.
Con Dafa siempre en el corazón,
ciertamente sobrepasa a otros en años futuros” (Hong Yin).

Mi corazón estaba feliz porque estaba lleno de principios de Falun Dafa. Pero, ¿por dónde debería empezar?

Poco a poco desarrollé una mejor comprensión de mi situación. Sí, me sentí mal, pero ¿qué hay de Xuan? Quizás se sintió aún peor. En el pasado, solo prestaba atención a mis sentimientos y emociones. Si no consideraba los sentimientos de Xuan, ¿cómo podría realmente entenderla y hacer cosas buenas por ella? ¿No fue mi incapacidad para ponerme en el lugar de otra persona una manifestación de mi egoísmo?

Comencé a trabajar para dejar ir mi egoísmo y comprender mejor a Xuan. Reflexioné sobre cuál sería la forma correcta de hacer las cosas que serían buenas para Xuan y nuestro grupo de estudio del Fa.

El Maestro dijo:

“También quiero decirles a ustedes que su naturaleza pasada estaba fundada sobre la base del egoísmo e interés personal. De ahora en adelante, cualquier cosa que hagas, deberás primero tener consideración hacia otros, para que así que obtengas la honrada iluminación de desinterés y altruismo. Entonces de ahora en adelante, en cualquier cosa que hagas o digas, ¡deberás tener en consideración a otros, a las generaciones futuras...” (La naturaleza fo no tiene ningún punto débil, Escrituras esenciales para mayor avance).

Gradualmente obtuve una mejor comprensión de estos principios del Fa. Shifu me ayudó a reconocer que la capacidad de mi corazón era demasiado pequeña. Estos conflictos con Xuan no eran nada, y debía concentrarme en el grupo para cumplir con nuestra misión como practicantes de Falun Dafa.

Con ese pensamiento, monté mi bicicleta hasta la casa de Xuan. Ya no me preocupaba que nuestra conversación se volviera desagradable, solo quería abrir mi corazón y hablar con ella. Compartí mis entendimientos y ella dijo, sonriendo: "Mi resentimiento ahora también se ha ido".

Había pensado sobre cultivar la tolerancia durante los últimos diez años, pero no pude. Ahora me he dado cuenta de que solo abandonando el egoísmo y otros apegos puedo tener tolerancia, que es un reflejo natural del nivel de uno, y no algo forzado. La tolerancia emergerá naturalmente cuando ya no estemos apegados a si otras personas son buenas o malas, correctas o incorrectas. Solo alineándonos con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia podemos liberarnos de la naturaleza egoísta del viejo universo y alcanzar los requisitos de desinterés y altruismo del nuevo cosmos. Solo entonces podremos tener una gran tolerancia.

Epílogo

Después de escribir lo anterior, pensé que había terminado con mi artículo. Luego me encontré con la historia de Lu Hongjian, un antiguo sabio de la dinastía Tang.

Lu y su amigo Li Jiqing alguna vez necesitaron agua del río Nanling, que está cerca del río Yangtze. El ayudante de Li remó en un bote hasta la parte profunda del río y trajo un poco de agua.

Mientras vertía un poco de agua de la botella, Lu dijo: “Esto no es del río Nanling. Más bien, parece ser agua de las orillas del río Yangtze".

“Fui al río Nanling en un bote y vi a cientos de personas allí”, respondió el asistente. "¿Por qué iba a engañarte?".

Lu no dijo nada y comenzó a verter agua de la botella en una palangana. Luego se detuvo y volcó algunas cucharadas más.

“El resto del agua de esta botella es del río Nanling”, comentó.

El ayudante se sorprendió. Se arrodilló y dijo: “Después de tomar agua del río Nanling, regresé a la orilla del río. Debido a que el bote se balanceaba, perdí aproximadamente la mitad del agua de la botella. Para volver a llenarlo, tomé agua junto a la orilla del río. ¡No sabía que el sabio era tan extraordinario!".

Pensando en mis conflictos con Xuan, me di cuenta de que era como si yo fuera el ayudante y Xuan fuera el sabio Lu Hongjian. Probablemente su lado iluminado podía ver todos mis apegos. Ella estaba señalando la parte impura de mí (que era como el agua de la ribera) mientras yo insistía en la parte buena (que era como el agua sacada de la parte profunda del río). Entonces, ¿por qué no le hablé de mi "agua de ribera" antes?

Me di cuenta de que se debía a mi búsqueda de la fama. No quería enfrentar mis defectos ni admitir mis errores. Solo quería proteger mi imagen de ser "perfecta". Pero esto estaba mal. Después de todo, mis partes impuras no se pueden ocultar y Shifu lo ve. Probablemente esté usando las palabras de Xuan para señalar mis brechas para que pueda mejorar en estas áreas.

Después de diez años de cultivación, finalmente he aprendido lo que significa dejar de lado las nociones y los apegos humanos.

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!

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