(Minghui.org) La esposa de mi hermano menor cree que Falun Dafa es bueno, que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. Aunque no practica Falun Dafa, tiene mucho respeto por su fundador. Hace diez años, las fuertes lluvias que cayeron en su zona durante el verano provocaron el desbordamiento del río local y la destrucción de una presa. Su pueblo estaba en la orilla del río y el agua lo inundó. Los habitantes huyeron a las montañas. Mi cuñada huyó con el retrato del Maestro Li (fundador de Dafa) a la espalda, guiando a su vaca lechera. El agua le llegaba a veces a la cintura, pero sobrevivió ilesa.
En 2007, mi cuñada tomó un autobús para ir a su pueblo natal en Yunnan. El autobús circulaba por una sinuosa carretera de montaña. De repente, el autobús se desvió hacia el borde de la carretera para evitar los coches que venían en sentido contrario y los neumáticos se deslizaron hacia el barranco que tenía varias decenas de metros de profundidad. Los pasajeros del autobús empezaron a gritar: "Estamos perdidos". Mi cuñada pensó: "Se acabó, no podré volver a ver a mis padres, mi marido y mis hijos". Empezó a recitar mentalmente "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".
El autobús no dejaba de deslizarse hacia el borde. Desesperada, gritó en voz alta: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". El autobús se detuvo de inmediato. Todos la miraron. El conductor también giró la cabeza para mirarla. Nadie dijo nada. Todos bajaron del autobús y pudieron ver entonces que solo quedaban dos ruedas en la carretera. Fue realmente una prueba difícil.
Cuando mi cuñada llegó a su ciudad natal, se puso a llorar mientras contaba a sus padres el incidente. Dijo que el Maestro Li le había dado una segunda oportunidad en la vida. Su fe en la naturaleza milagrosa y extraordinaria de Falun Dafa se reforzó a través de esta experiencia.
El Maestro salvó a mi sobrina
La hija de mi hermana menor vivía en una residencia que estaba separada de su lugar de trabajo por una carretera de doble sentido. Ella tenía que cruzar esa carretera todos los días para ir al trabajo. Normalmente, los coches pasaban lentamente y dejaban paso a los peatones.
Un día, mi sobrina cruzaba la calle con su mochila como de costumbre. Vio un coche negro que circulaba muy despacio en su dirección. Mientras caminaba hacia el centro de la carretera, de repente, otro coche se dirigió a toda velocidad hacia ella por el carril contrario. Puede que estuviera rebasando al coche negro. Mi sobrina se quedó helada.
Sintió que alguien tiraba de su mochila y dio varios pasos hacia atrás. El coche frenó al mismo tiempo. Mi sobrina acabó a una docena de centímetros del coche. Estuvo muy cerca.
Si no la hubieran hecho retroceder, las consecuencias serían impensables. Se dio la vuelta para ver quién había tirado de ella, pero no había nadie detrás. Comprendió que el Maestro la había protegido y le había salvado la vida.
Mi hermana menor ha practicado Falun Dafa durante muchos años. Mi sobrina finalmente comenzó a practicar el invierno pasado. Una foto de ella cuando era joven mostraba un halo de colores alrededor de su cabeza.
Gracias Maestro por ayudar a mi sobrina a evitar el peligro.
Un anciano sale ileso de un accidente de coche
Un hombre de 82 años vivía en una aldea en el lado este de la calle Jiankang en la ciudad de Weifang, provincia de Shandong. Goza de buena salud, su tez es rosada y a pesar de su avanzada edad, acude todos los días al mercado a vender libros. Lleva más de una década gestionando su puesto de libros.
Le encanta leer libros. A lo largo de los años ha conocido a innumerables practicantes de Falun Gong en el mercado. Yo también fui uno de los practicantes que le dio información sobre Falun Gong. Le encantaba leer folletos de Falun Gong. Cada vez que me veía, me preguntaba: "¿Tienes algo bueno?". Al ver lo mucho que anhelaba saber más sobre Dafa, le di con gusto nuevos materiales.
El anciano fue bendecido por comprender la verdad sobre Dafa.
El 23 de febrero de 2021, fue al mercado a vender libros como de costumbre. De camino a casa, un camión que iba a toda velocidad le atropelló cuando cruzaba la carretera en su bicicleta. Salió volando 3 o 4 metros y cayó al suelo. La cesta que llevaba delante de la bicicleta le presionó la cabeza, mientras que la caja llena de libros que llevaba en la parte trasera le cayó encima de la parte inferior del cuerpo. El conductor del camión, aterrorizado, paró rápidamente el camión para ayudarle. Llevó al anciano a un hospital local para que lo examinaran. Cuando el médico dijo que los resultados mostraban que no estaba herido de ninguna manera, el camionero se alegró mucho y dijo: "Gracias a Dios, hemos sido bendecidos. Usted está bien y yo también".
El anciano sabía en su corazón cómo podía salir ileso de un accidente a su edad. Agradeció sinceramente al Maestro por haberle salvado la vida.
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