(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 1996. Mi marido fue testigo de la mejora de mi salud física y mental y sabe que Falun Dafa es bueno. También lee ocasionalmente libros de Falun Dafa.

El Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a perseguir a los practicantes de Falun Dafa el 20 de julio de 1999, y fui detenida ilegalmente en un campo de trabajo forzado. Como miembro de la familia, mi marido también experimentó el trauma físico y mental causado por la persecución. Es una persona buena y recta, y sabía que Falun Dafa es bueno y que los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia son rectos. Recientemente, lo animé a comenzar a practicar Falun Dafa.

Mi marido experimenta una enfermedad

Los suegros de mi hijo querían llevarnos a cenar a mi marido y a mí el 8 de marzo de 2021. Mi marido salió a comprar fruta para llevar a la cena. Cuando sacó el móvil para pagar, de repente tuvo vértigo y todo, incluso los vehículos que veía, se volvieron borrosos. Se alarmó. Le dijo al vendedor ambulante que le guardara las frutas porque tenía que ir a la farmacia cercana de inmediato.

Se dirigió a la farmacia en medio de la confusión. Le tomaron la tensión, compró un medicamento contra la hipertensión y lo tomó inmediatamente. Sintió un miedo inexplicable y no sabía qué hacer, por lo que le entró pánico. Al cabo de un rato, volvió a ver con claridad. Salió de la farmacia y recogió las frutas. A duras penas pudo montar en su bicicleta eléctrica para reunirse con nosotros en el restaurante.

Me contó lo sucedido en cuanto me vio. Parecía estar bien, salvo un poco sombrío.

Cuando llegamos a casa después de la cena, quiso acostarse. Le dije: "No tengas miedo. Recita sinceramente: '¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!' y estarás bien. Además, ahora estás practicando Dafa, el Maestro te está cuidando y nada malo te sucederá. Estoy completamente sana porque he estado practicando Dafa durante muchos años y tú lo sabes".

Él dijo: "No soy tan diligente como tú. ¿El Maestro cuidará de mí?". Le dije: "Si realmente crees en Dafa, el Maestro cuidará de ti". Él no quiso ir al hospital, creía que el Maestro lo estaba ayudando a librarse del yeli (karma).

Mi suegra vivía con nosotros y mi madre se quedó con nosotros unos días. Mi marido parecía estar bien al día siguiente, salvo que le faltaba algo de energía. Me ayudó con las tareas domésticas por la mañana.

Al tercer día, no tenía energía. No quería que las dos mujeres ancianas se preocuparan por él, así que fingió que todo estaba bien y charló con ellas. Pero muy pronto tuvo que acostarse y descansar.

Estaba pálido, su mirada era confusa y estaba bajo mucho estrés. Le pregunté cómo se sentía. Me dijo: "Estoy tan mareado que no puedo caminar. Me duele mucho la nuca del lado izquierdo".

Le dije: "No tengas miedo, todo esto es bueno. Es porque has empezado a practicar Dafa, el Maestro está eliminando el yeli (karma) para ti y está purificando tu cuerpo. Aguanta y estarás bien. Tienes que creer en el Maestro". Él dijo: "Lo sé".

Estuvo en la cama todo el día y no comió nada. Mi suegra estaba preocupada y lo revisaba de vez en cuando.

Por la noche, de repente empezó a vomitar sin parar. Como no había comido nada, solo salía un líquido amargo. Dijo que tenía mala digestión durante unos días. Mi suegra estaba aún más preocupada [nota del traductor: en la cultura china se cree que vaciar el interior forma parte del proceso de morir].

Mi madre, que también es discípula de Dafa, no dejaba de animar a mi marido: "He sufrido el yeli de enfermedad unas cuantas veces, y cada vez me he sentido mejor gracias a mi firme creencia en Dafa. De lo contrario, habría muerto hace mucho tiempo. Solo cree en Dafa y cree en el Maestro, estarás bien". Mi marido asintió: "Creo. Creo". Su expresión de dolor revelaba que todavía estaba bajo mucha presión.

En la mañana del cuarto día, mi marido me pidió que no hiciera ningún salteado porque no soportaba el olor a aceite frito. Hice unas gachas de mijo y las serví con unos encurtidos como desayuno sencillo para los mayores.

Mi marido consiguió levantarse y caminar. Quería tomar aire fresco e insistió en ir solo. Las ancianas estaban muy preocupadas al verlo partir, especialmente mi suegra.

Al cabo de un rato, mi marido me llamó por teléfono. Me dijo que no podía seguir caminando y que estaba sentado junto al parterre del barrio. Me quedé desconcertada. Dejé mis tareas y fui a buscarlo.

Antes de cerrar la puerta tras de mí, les dije a mi madre y a mi suegra: "Mamá, relájate, el Maestro de Dafa está al mando. Él estará bien. A partir de este momento, por favor, sigan recitando: '¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!' mientras lo visualizan. Esta sería la mayor ayuda que pueden darle". Estuvieron de acuerdo: "Sí, lo haremos". Sus ceños se relajaron y se pusieron un poco menos nerviosas.

Salí del edificio de apartamentos y vi a mi marido sentado en la plataforma de hormigón del parterre con la cabeza baja, dibujando algo en el suelo con una ramita. Me acerqué a él y levantó la vista. Su expresión de dolor me recordó que la vida es corta y dolorosa. En el pasado me había contado que los hombres de su familia tenían vidas cortas y que todos morían a los 50 años. Él tenía 60 años. Debía de sentirse muy triste e impotente.

Le pregunté: "¿Cómo te sientes?". Me dijo: "Ya no puedo caminar. Estoy mareado y a punto de caerme". Se puso la mano en el corazón y dijo: "Siento dolor aquí". Sabía que estaba bajo mucha presión, y siendo la enfermedad tan real y con tan poco tiempo de práctica de Dafa, no estaba seguro de que el Maestro Li se ocupara de él.

Le dije: "Hace unos años te hicieron un chequeo médico y te diagnosticaron hipertensión arterial, lípidos en sangre y enfermedades coronarias, y tu sistema digestivo también tenía algunos problemas. A medida que envejeces, quién sabe qué otros problemas de salud pueden aparecer. Si vas al hospital hoy, tendrás que pagar tu tratamiento por adelantado".

"Dejando de lado el dinero que te vas a gastar y el dolor que vas a soportar, los hospitales solo te dan tratamiento médico, pero no una cura garantizada. Sé que estás sufriendo y comprendo la presión mental a la que estás sometido. Te preocupa que tu vida corra peligro si no vas al hospital ahora. En mi opinión, todavía no crees de verdad que Falun Dafa pueda traerte la salud física y mental".

Recordando cómo la familia se recuperó de enfermedades

Continué diciendo: "Empecé a practicar Dafa en 1996, y estoy tan sana que no he tomado ni una sola pastilla en 24 años. Mi sobrino mayor nació con una asfixia severa debido a que el cordón umbilical se enrolló alrededor de su cuello y provocó la falta de oxígeno en el cerebro. Los expertos del hospital más importante dijeron a la familia que el bebé estaba condenado y que, aunque sobreviviera, sería un retrasado.

"Los nietos gemelos de mi hermana menor nacieron prematuramente, uno pesó 1,8 jin (2 libras=0,907kg) y el otro 2,2 jin (2,4 libras=0,997kg). Los padres y los abuelos no los querían, pues les preocupaba que los gemelos quedarían discapacitados y no podrían pagar su tratamiento. ¿No están todos estos niños sanos ahora?

"¿No es porque los miembros de nuestra familia recitaron sinceramente las nueve palabras verdaderas: '¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!', para que ocurrieran estos milagros? Tú has experimentado personalmente todo esto. ¿Por qué vacilas y no crees en Dafa? El Maestro Li no quiere un centavo de ti. Mientras creas en Dafa, Él puede purificar tu cuerpo".

Al escucharme hablar, las lágrimas corrían silenciosamente por su rostro. Le pregunté: "¿Crees en Dafa?". Levantó la cabeza y dijo con firmeza: "Sí creo". Su voz me dio mucha tranquilidad porque sabía que estaba salvado.

Le dije: "Por favor, siéntate aquí y espera, yo iré a buscar algo al supermercado y nos iremos juntos a casa". Asintió con la cabeza. Fui rápidamente al supermercado y compré varias bolsas de verduras y frutas. Se las llevé y le dije: "¡Vamos a casa!".

Me dijo: "Ve tú primero. Estoy demasiado mareado para caminar, me voy a caer". Pero era evidente que tenía fuerza en la voz. Le dije: "Está bien, inténtalo. No te vas a caer". Me miró y yo le sonreí. Vacilante, se levantó y dio lentamente unos pequeños pasos. Le seguí y le dije: "¿No lo estás haciendo muy bien?".

Después de avanzar unos pasos más, se dio la vuelta y dijo: "Déjame ayudarte. Dame dos bolsas". Le dije: "¿Estás seguro?". Él contestó: "Sí, estoy seguro". Le dije con alegría: "Mira, decías que te ibas a caer, pero mírate ahora, estás caminando y cargando cosas. Impresionante". Caminaba con paso firme con las dos bolsas más pesadas en sus manos. En comparación con lo que era hace un momento, su cambio era increíble.

Cuando llegamos a casa, saludé a mi madre y a mi suegra. Vieron a mi marido entrando con las bolsas en las manos y le preguntaron contentas: "¿Estás bien?". Mi marido, con los ojos llorosos, respondió: "Sí, estoy bien".

Dejando las bolsas, mi marido quemó incienso delante del retrato del Maestro, y luego se arrodilló y se inclinó ante el Maestro con las manos en heshi (gesto para saludar juntando las dos manos frente al pecho). Las lágrimas corrían por su rostro mientras agradecía al Maestro por haberle salvado la vida.

Después de levantarse, mi suegra también se arrodilló frente al retrato del Maestro con las manos en heshi, agradeciendo al Maestro por haber salvado la vida de su hijo. Mi madre y yo también lloramos de gratitud hacia el Maestro.

Durante los dos días siguientes, el estado de mi marido fue mejorando, y todos los síntomas de sus diversas enfermedades acabaron por desaparecer.

Más tarde, mi hermana menor y su marido, que trabajaban en un hospital, se enteraron del incidente. Organizaron un chequeo médico completo para mi marido, y los resultados mostraron que todo era normal y que gozaba de buena salud.

Mi marido dijo emocionado: "Ahora sé por qué los practicantes de Falun Dafa son tan firmes en su creencia. Ahora sé lo que es la verdadera fe. He sentido realmente el extraordinario poder de Falun Dafa y la compasión del Maestro Li. '¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!'".

Esta fue la historia real de cómo mi marido experimentó un ataque repentino de una enfermedad, y cómo se curó completamente al desarrollar una fe sincera en Falun Dafa.

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