(Minghui.org) Después de la muerte de mi marido en 2014, volví a mi ciudad natal para tomar un descanso, y una amiga me presentó a Falun Dafa. Tan pronto como ella comenzó a enseñarme los ejercicios de pie, sentí que el Falun de Falun Dafa giraba en mi abdomen. Fue entonces cuando mi vida como cultivadora de Falun Dafa comenzó.
El Maestro Li Hongzhi nos enseñó:
"La cultivación dual de naturaleza y vida significa que además de cultivar el xinxing, se cultiva al mismo tiempo la vida, es decir, se transforma el benti" (Quinta Lección, Zhuan Falun).
Estaba muy emocionada. Empecé a leer Zhuan Falun tan pronto como regresé a casa unas semanas después y comencé a cambiar mis pensamientos que no se ajustaban a las enseñanzas de Dafa así mejoraré mental y físicamente.
El sufrimiento a lo largo de mi vida
Mi padre murió cuando yo tenía 13 años. Poco después, mis dos hermanas mayores murieron. Mi hermano mayor era soldado y murió en combate y mi segundo hermano no vivía en mi ciudad natal.
Yo era la mayor de las hermanas que vivían con la familia en ese momento, y tuve que ayudar a mi madre a cuidar a mis dos hermanos menores.
Mi madre me hizo abandonar la escuela tan pronto como me gradué de secundaria para ayudar a mantener a mis 2 hermanos menores para que pudieran terminar la escuela. Más tarde, ayudé a mi hermano menor a encontrar un trabajo y una esposa.
Aunque yo había sacrificado tanto por mis hermanos menores, nunca reconocieron lo que había hecho por ellos ni expresaron su agradecimiento. Nunca me dieron la bienvenida cuando regresaba de vez en cuando a nuestra ciudad natal. Estaba dolida y no podía entender por qué actuaban así.
Cuidé a mi madre por mi hermano mayor, aunque en la tradición china, cuidar de los ancianos es la responsabilidad del hijo mayor. Sin embargo, él no lo apreciaba en absoluto y me llamaba "criada". Mi madre también me trató injustamente. Arregló mi matrimonio para que pudiera confiar en que yo la cuidaría. No me gustaba el hombre con el que me casé, pero tuve que aceptar el acuerdo por ella.
Mi vida de casada estaba llena de sufrimiento. No teníamos nada en común de lo que hablar y no teníamos amor el uno por el otro. Los conflictos y las acusaciones estaban a la orden del día. Sufría mucho mentalmente y a veces sentía que la ira me provocaba un ataque al corazón. Me arrepentí de haber aceptado el matrimonio y culpé a mi madre por haberlo arreglado.
Viví así durante décadas, con el resultado de que todo el tiempo me la pasaba de mal humor y terminé con problemas estomacales, ataque de nervios, dolores de cabeza y, cuando era especialmente grave, amnesia. No tenía apetito y tenía problemas para dormir. Incluso pensé en acabar con mi vida.
Entendiendo la razón de mi sufrimiento
Después de empezar a cultivarme, me di cuenta de que había razones para todo lo que estaba sufriendo. A pesar de mis graves problemas de salud, encontré tres buenos médicos chinos que me curaron. ¿Estaba el Maestro protegiéndome?
El Maestro dijo:
"Porque la sociedad humana común es justamente así; nacer, envejecer, enfermar y morir son simplemente este estado; todo tiene relación causal y predestinada, todo es el ciclo de la retribución del yeli; si contraes una deuda, tienes que devolver" (Séptima Lección, Zhuan Falun).
Debo haber debido mucho de mis vidas pasadas, y el Maestro se las arregló para que pagara mis deudas: Pagué a mi madre y a mis hermanos menores con dinero y pagué una deuda emocional a mi marido. Mi marido me atormentaba mentalmente y me ayudaba a eliminar mi yeli.
Ahora estoy cultivando Falun Dafa y siguiendo al Maestro para regresar al Cielo. Llegué a comprender que mi sufrimiento pasado era bueno para mi cultivación. Mi enojo, mi odio, resentimiento y competitividad desaparecieron; se habían ido por completo.
El Maestro también hizo arreglos para que otros practicantes me dieran un juego completo de libros de Falun Dafa. Los atesoro y los leo cada vez que tengo tiempo.
Aunque tengo más de 80 años, creo que la gente de todas las edades pueden cultivarse, y me decidí a ser diligente en la cultivación. Quiero seguir al Maestro para regresar a mi verdadero hogar.
Dejando que la gente sepa la verdad sobre Falun Dafa y salvándolos
El Maestro nos enseñó que los discípulos de Dafa deben hacer bien las tres cosas. Pude estudiar el Fa regularmente, hacer los ejercicios y enviar pensamientos rectos. Al principio, sin embargo, no sabía cómo hablar con la gente para convencerla de la verdad sobre Falun Dafa y salvarla. El Maestro me ayudó haciendo arreglos para que otros practicantes me enseñaran cómo contarle a la gente sobre Falun Dafa y la persecución y cómo aconsejarles que abandonaran el partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas.
Llamé a mis viejos amigos y excolegas y les expliqué los hechos de Falun Dafa y les aconsejé que dejaran el PCCh, y muchos lo hicieron. A medida que leía más sobre Falun Dafa y la persecución, me volví más hábil para hablar con la gente.
Cuando empecé a cultivarme, me preocupaba no haber firmado un pacto con el Maestro. Más tarde, leí:
"porque estos Dafa dizi ya fueron determinados en la historia. Hay quienes obtuvieron el Fa temprano, hay quienes lo obtuvieron tarde, esto no importa, él es un Dafa dizi" (Fahui de Nueva York 2016).
Entonces comprendí que no necesitaba preocuparme, que solo necesitaba hacer lo mejor para salvar a los seres conscientes.
Arreglé mi tiempo para hacer los 5 ejercicios y enviar pensamientos rectos temprano en la mañana, luego salir a hablar con la gente sobre Falun Dafa y la persecución. Estudié el Fa por la tarde.
Al principio, solo pude aconsejar a unas pocas personas que abandonaran el PCCh y sus organizaciones afiliadas cada día, pero gradualmente el número aumentó a más de una docena. Algunas personas fueron muy receptivas y apreciaron que hablara con ellos. Le dije: "Eres una persona amable. Mi Maestro quiere que te ayude. Deberías agradecérselo".
También hablé con los vendedores cuando iba de compras. Muchos vendedores fueron recompensados después de dejar el PCCh y sus organizaciones juveniles y sus negocios mejoraron.
Una chica que vendía fruta y que renunció al PCCh me dijo: "Tía, después de que me ayudaste a renunciar al PCCh, vendí más fruta". Le dije: "Dafa te ha bendecido".
Hablé con gente tan joven como de 13 años y hasta de 98 años de edad. Mirando estas vidas que ayudé a salvar, me sentí muy feliz por ellas.
Sin embargo, algunas personas tenían miedo y no querían oír hablar de Falun Dafa. Les dije: "Tengo 80 años y no tengo miedo. ¿De qué tienes miedo?".
Algunas personas simplemente no querían escucharme, otras tenían malas actitudes y otras amenazaban con golpearme. Algunos jóvenes incluso me siguieron y me denunciaron a la policía.
Salvar a los agentes de policía
Desde 2015, he sido denunciada a la policía más de una docena de veces. En los últimos 2 o 3 años, me registraron ilegalmente una vez y me llevaron a la comisaría 3 veces.
En marzo de 2016, alrededor de 7 personas de la comisaría y del comité comunitario irrumpieron en mi casa y la registraron.
No tenía miedo. Les dije: "Cultivo Falun Dafa y me guío por los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. No he hecho nada malo y no he infringido ninguna ley. Jiang Zemin tomó la decisión de perseguir a Falun Dafa y de sustraer órganos de los practicantes vivos de Falun Dafa. Él y sus cohortes han cometido crímenes monstruosos y el Cielo los está destruyendo".
Les acosejé que abandonaran el PCCh y sus organizaciones afiliadas de inmediato y que no volvieran a cometer más crímenes contra Falun Dafa. Les dije que era por su propio futuro. También les mostré el DVD de los Nueve Comentarios sobre Partido Comunista.
Cuando se fueron se llevaron mis dos libros de Dafa, así que fui a la comisaría una docena de veces para pedir que me los devolvieran. Les hablé de Falun Dafa en persona y les escribí cartas. Más de una docena de agentes de policía abandonaron el PCCh y sus organizaciones afiliadas como resultado de ello.
El agente de policía que se llevó mis libros no se atrevió a mostrar su cara, no pude recuperar mis libros. Para salvarlos, escribí cartas al agente y al jefe de la comisaría.
En el verano de 2017, varios agentes de policía aparecieron repentinamente mientras otro practicante y yo estábamos entregando información a un anciano. Me llevaron a la comisaría.
Seguí enviando pensamientos rectos y contándole a la policía sobre Falun Dafa. Les pedí que no fueran los chivos expiatorios de Jiang Zemin.
Un joven policía se acercó y dijo: "Tía, por favor, ayúdame a dejar al PCCh usando mi verdadero nombre". Entonces me dijo: "Esta tarde vendrán a hablar con ustedes algunos funcionarios superiores. Por favor, explícales las cosas y adviérteles que abandonen el PCCh".
Luego vinieron otros dos jóvenes policías que querían abandonar el PCCh y yo también los ayudé.
Un agente superior y el jefe de estación vinieron por la tarde. El jefe me preguntó: "¿Por qué estabas repartiendo esos volantes? ¿Y a quién se los diste?".
Le dije: "Estoy salvando a la gente. Les di mis volantes a los transeúntes y no sé sus nombres. Quienquiera que se lleve uno tiene la esperanza de ser salvado".
Volvió a preguntar: "¿Por qué haces eso?". Dije: "El régimen de Jiang Zemin persigue y mata a los practicantes de Falun Dafa. El régimen es corrupto y ha traicionado a nuestro país y ha hecho muchas cosas malas. El Cielo lo está eliminando".
Entonces les dije: "Mi Maestro es compasivo y está dando a la gente esta última oportunidad. Las personas que abandonen el PCCh y sus organizaciones afiliadas evitarán el desastre y se salvarán. Soy una practicante de Falun Dafa y es mi misión y responsabilidad salvar a la gente".
Al funcionario de alto rango no le gustó que hablara de Jiang Zemin y siguió interrumpiéndome. Yo le dije: "¿Qué clase de líder eres? ¿Por qué estás lleno de tonterías?". Luego les mostré el sitio web para que abandonaran el PCCh.
Cuando terminé de hablar, empecé a salir. El jefe caminó conmigo. Le pregunté: "¿Quieres abandonar el PCCh?". Él dijo: "Sí". Una vida más fue salvada.
Más tarde, me llevaron a la comisaría dos veces más. Escribí al jefe y le pedí a toda su gente que no siguiera a Jiang Zemin para perseguir a los practicantes de Falun Dafa y les dije que dejaran el PCCh. Cuatro agentes más abandonaron el PCCh como resultado de ello.
Con el aliento y la protección del Maestro, y con la ayuda de otros practicantes, he podido hacer lo que un practicante de Dafa debería hacer. Sé que mis conocimientos son muy limitados, así que, por favor, señalen cualquiera de mis defectos.
¡Gracias, Maestro! Gracias, compañeros practicantes.