(Minghui.org) Una residente de la ciudad de Zhanjiang, provincia de Guangdong, fue sentenciada a siete años en abril de 2018 por crear conciencia por su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual que perseguida por el régimen comunista desde 1999.
La apelación de la Sra. Chen Haixia fue denegada en noviembre de 2018 y fue llevada a la prisión de mujeres de Guangzhou en enero de 2019 a pesar del riesgo de vida por la presión arterial alta que la mantuvo en peligro durante todo el proceso de enjuiciamiento.
Cuando la familia de la Sra. Chen la visitó a mediados de febrero poco después del Año Nuevo Chino, estaban con el corazón destrozado al verla extremadamente demacrada y exhausta. Sus hijos rompieron en lágrimas al verla.
La Sra. Chen le dijo a su familia que la forzaron a ver vídeos propagandísticos atacando a Falun Gong durante todo el día, y apenas podía dormir mientras era monitoreada cada hora. Sus ojos estaban rojos por la falta de sueño.
Dijo que los guardias de la prisión la alimentaron por la fuerza y trataron de forzarla a que aceptara tratamiento médico, pero ella lo rechazó con preocupación ya que muchos practicantes habían sido sometidos a tratamiento con drogas que dañan el sistema nervioso y padecieron otros abusos durante el tratamiento.
Mientras su presión sanguínea se mantenía a un alto nivel peligroso de 260 mmHg desde el comienzo de su encarcelamiento, la prisión se negó a liberarla bajo libertad condicional médica ya que su caso (como practicante de Falun Gong) necesita un permiso especial.
Arrestada y sentenciada por distribuir materiales informativos
La Sra. Chen fue arrestada a finales de octubre mientras distribuía materiales de Falun Gong en su ciudad natal, ciudad de Leizhou (alrededor de 40 millas de la ciudad de Zhanjiang). La policía la liberó pocos días después y monitoreó sus actividades para localizar su residencia.
La policía la arresto de nuevo a principios de noviembre de 2017. Saquearon su casa y confiscaron 6,000 yuanes en efectivo.
La Sra. Chen sufría de algunos problemas físicos y se desmayó en varias ocasiones debido a la presión arterial alta mientras estaba en el centro de rehabilitación a las drogas en la ciudad de Leizhou [una instalación que el régimen usa para detener a los practicantes y someterlos a lavado de cerebro, entre otros abusos]. Aún así, las autoridades se negaron a liberarla bajo libertad condicional médica.
La policía presentó su caso a la fiscalía del distrito de Chikan en la ciudad de Zhanjiang antes de enero de 2018, el cual fue también rechazado por la falta de evidencia.
Mientras la policía recababa más información para acusar a la Sra. Chen, rechazaron la petición de sus abogados para liberarla bajo libertad condicional médica.
La Sra. Chen se presentó ante el tribunal del distrito de Chikan en abril de 2018 y fue sentenciada a siete años de prisión. Su familia apeló ante el tribunal intermedio de la ciudad de Zhanjiang, el cual confirmó su veredicto en noviembre de 2018 sin llevar a cabo una audiencia de su caso.
La Sra. Chen empezó el tiempo de condena en la prisión de mujeres de Guangzho el 17 de enero de 2019 a pesar de su condición física.
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