(Minghui.org) Cuando regentaba un pequeño negocio de venta de fideos, trabajaba unas 14 horas al día, debía esforzarme por encontrar tiempo para esclarecer la verdad, estudiar el Fa, y enviar pensamientos rectos. Incluso me planteé cambiar de profesión para poder hacer mejor las 3 cosas.

Mi deseo produce resultados diferentes a los esperados

El Maestro me concedió mi deseo. Dejé mi trabajo y me quedé en casa cuidando a mi anciana madre. Estaba muy emocionada, ya que me parecía que esto resultaría fácil, y me daría mucho tiempo para hacer las 3 cosas bien. Sin embargo, desarrollé el apego a la comodidad. Para mi sorpresa, en lugar de trabajar 14 horas al día, trabajaba 24 horas al día, con lo que me quedaba aún menos tiempo para hacer las 3 cosas.

Vivía en un buen vecindario, y los vecinos a menudo se acercaban a conversar. Además, llevar a mi madre a pasear para disfrutar del paisaje me distraía y diluía mi enfoque de la validación del Fa. Mi madre dependía mucho de mí necesitando de mi presencia todo el tiempo. Apenas tenía tiempo de sentarme frente a la computadora para aclarar la verdad.

Un día tuve la idea de cultivarme en solitario, lejos del mundo secular. Hablé con un practicante, quien me recordó lo que dijo el Maestro:

"Porque los Dafa dizi no son los monjes del pasado, que buscaban solo la Perfección personal. Los Dafa dizi tienen una misión, por eso se los llama 'Dafa dizi'; no tienen la Perfección personal como meta, sino que alcanzas la Perfección llevando a una gran tanda de vidas, por eso hay que hacerlo" (Enseñanza del Fa en Gran Nueva York 2013).

Esto fue como un despertar. El Maestro nos enseñó:

"De ahora en adelante, cualquier cosa que hagas, deberás primero tener consideración hacia otros, para que así que obtengas la honrada iluminación de desinterés y altruismo" (La naturaleza fo no tiene ningún punto débil, Escrituras esenciales para mayor avance)

Me di cuenta de que todavía estaba siendo egoísta. Había dejado el trabajo para tener más tiempo para estudiar el Fa. Sin embargo, resultó ser lo contrario. Apenas tenía tiempo de hacer las 3 cosas y por eso me desvié del Fa.

La determinación brinda resultados

Me decidí a estudiar el Fa con más diligencia. Después de un tiempo, la interferencia de mi madre y de las otras personas disminuyó rápidamente, y me encontré que podía disfrutar de más tiempo libre. Quería seguir llamando a la gente en China para aclarar la verdad. Después de que se me ocurrió esto, una practicante vino a ayudarme a configurar mi teléfono celular para que pudiera hacer llamadas desde el teléfono, y no tener que sentarme junto a la computadora.

Antes de hacer llamadas le dije a mi madre que estaba llamando a China. Cuando me preguntó por qué, le dije que quería aclararle a la gente la verdad sobre Falun Dafa. Mientras llamaba, frecuentemente me pedía que hiciera cosas con ella, o se quejaba. Sabía que eran las viejas fuerzas interfiriendo, tratando de impedir que aclarara la verdad. Me dije que nada podía interferir con la determinación que debe tener una practicante de Falun Dafa de aclarar la verdad sobre Dafa, y seguí haciendo llamadas.

Un día mi madre me vio levantando el teléfono celular y me preguntó qué estaba haciendo. Cuando le dije que llamaba a China, me dijo casualmente: "¡Estás aclarando la verdad!". Me sentí emocionada. A partir de ese momento casi nunca me interrumpe cuando estoy haciendo llamadas telefónicas.

Persistencia

Cuando no contestaban a una llamada, volvía a llamar al mismo número al menos 5 veces. Si aún así no podía comunicarme, volvía a llamar en otro momento. No quería perder a nadie, ni ninguna oportunidad para aclarar la verdad.

Solía sentirme angustiada e impacientarme cuando el teléfono sonaba durante mucho tiempo y nadie contestaba. Los compañeros practicantes me sugirieron que leyera los dos artículos de Maestro: Mantengan la lucidez y La finalidad de aclarar la verdad antes de hacer llamadas. Después de leer cuidadosamente los artículos, tuve una comprensión más profunda de una frase del Maestro que solía ver en un cartel: “De seguro la conciencia se podrá llamar de vuelta” (Ayudando al mundo, de Hong Yin III).

El poder de Dafa: Cambios increíbles

Gracias a las enseñanzas del Maestro, podía seguir intentándolo cuando un número no contestaba, estaba apagado o alguien me colgaba. A veces, incluso después de hablar con una persona, la llamaba para darle las gracias por escuchar y/o ser amable. Ya no me sentía ansiosa cuando esperaba que me contestaran la llamada. Mientras esperaba con calma, tenía un pensamiento: "Eliminar fundamentalmente los elementos malignos que interfieren con las llamadas de los practicantes de Dafa y aclarar la verdad". Este increíble cambio en mí se produjo gracias al poderoso poder del Fa.

Una vez, una persona me maldijo tan pronto como descolgó el teléfono, y luego colgó. Cuando volví a llamarla volvió a hacer lo mismo. Llamé de nuevo, y en cuanto contestó, hablé lentamente y en un tono muy suave: "Buenos días, ambos somos chinos que venimos de un país con 5.000 años de cultura. Somos una nación de rectitud, y nuestra cultura nos enseña diversas cualidades. El comunismo no es cultura china. Promueve el ateísmo y adora la falsedad, la maldad y la lucha. Degenera la sociedad y hace que la gente se insulte y se aproveche de los demás. Eres un funcionario y no deberías insultar a gente que no conoces".

Nunca había hablado en mi vida en un tono tan lento y suave. Escuchó en silencio y colgó. Después de algunos intentos fallidos de volver a llamar, sentí una gran pena y lloré. El pueblo chino ha sido tan engañado por el ateísmo y el comunismo. Podía entender mejor, si cabe, por qué el Maestro mencionó repetidamente la importancia y urgencia de aclarar la verdad. Todos los seres esperan ansiosamente aprender la verdad.

Hubo otro momento en que llamé a una unidad de policía. La persona respondió con una fuerte voz irrespetuosa: "¿Por qué sigues acosándome y tomando la línea de denuncias de crímenes? ¿Están seguros de que ustedes (los practicantes de Falun Gong) practican Verdad, Benevolencia y Tolerancia?". Maldijo y colgó el teléfono. Me sentí asustada y casi no podía mediar palabra.

El Maestro nos enseñó:

"Debes tener muy claro en tu mente lo que estás haciendo: ¡estás salvando a la gente, estás haciendo lo más recto y la cosa más extraordinaria!" (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional de Nueva York, 2004).

¡Exactamente! ¡No debería tener miedo cuando esté haciendo lo más recto del universo! Por lo tanto, cambié mis pensamientos y seguí haciendo llamadas telefónicas.

Mientras continuaba haciendo llamadas y compartiendo mi experiencia con otros practicantes que se enfrentaban a las mismas situaciones, llegué a lograr abandonar cualquier cosa que afectara mi capacidad de ser bondadosa y pacífica.

Comentaba: "Es precisamente porque practico Verdad, Benevolencia y Tolerancia por lo que sigo llamando. Valoro tu vida, y si no te hubiera dicho la verdad hoy, te habría fallado. No quiero que persigas a Falun Gong porque te mintieron y serías eliminado con el partido comunista chino (PCCh) cuando este pierda el poder. Por lo tanto, no me desanima tu mala actitud y estoy decidida a seguir llamándote".

Persistencia y paciencia

Una vez llamé a 7 números de un caso de persecución. Después de más de 50 llamadas, no conseguí hablar con nadie. Al final, una persona contestó: "Fuiste tú quien estuvo llamando toda la mañana". Me preguntó a qué me dedicaba afirmando que debía tener mucho dinero para hacer tantas llamadas. Le dije que apenas me las arreglaba, pero que no me importaba gastar dinero para llamarlo. Hablamos brevemente y le dije lo que necesitaba saber. Al final me dijo que no volviera a llamar. Podía sentir que estaba asustado pero al mismo tiempo deseoso de saber la verdad.

La última llamada que hice fue a una comisaría en Changchun, en la provincia de Jilin. Después de marcar 7 números y no poder comunicarme, tuve un sentimiento mixto de impaciencia, negatividad y ganas de dejarlo. De repente me vino a la mente algo que leí en el sitio web de Minghui: "Esperar a que las llamadas lleguen es una prueba, aunque parece ser una pérdida de tiempo. Cuando uno suelta el apego, lo mira desde un ángulo diferente. En medio de una persecución severa, ¿cómo sería sin nuestras llamadas? Los numerosos teléfonos que suenan intimidan a los perseguidores, despiertan su conciencia y ofrecen salvación".

Llamé de nuevo después de prepararme, y una chica contestó. Colgó inmediatamente. La llamé de nuevo y me dijo enfadada: "Me estoy tomando un descanso", antes de colgar. Volví a llamar y gritó: "Te dije que me estoy tomando un descanso. ¡Deja de llamar!". Recordé lo que otros practicantes me dijeron que hiciera en situaciones como ésta, y volví a llamar. Descolgó y antes de decir nada le dije: "Sé que te estás tomando un descanso, pero la persecución continua". Cuando la persecución esté en un descanso, yo también tomaré uno, y no recibirás llamadas mías".

Entonces, escuchó en silencio. Le dije: "Trabajando en una comisaría de policía, debes saber que durante los últimos 19 años el régimen chino ha perseguido brutalmente y extraído órganos a la fuerza de un grupo de personas buenas que practican Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Hay consecuencias para todo lo que la gente hace. Estas personas son tan valiosas como tú, así que deberías dejar de perseguirlas y arrestarlas". Su voz se suavizó y respondió: "Deja de llamar". Después de que colgó, hice el resto de las llamadas sin problemas porque ya había rectificado mi mente y albergaba pensamientos rectos.

Hacer llamadas para aclarar la verdad requiere persistencia y paciencia. Cuando nos enfrentamos a varios problemas, debemos tener el claro entendimiento de que somos practicantes de Dafa, ayudando al Maestro a rectificar el Fa y a salvar a la gente. Ahora solo me angustio al pensar que los seres no conocen la verdad.