(Minghui.org) Luego de ir a la universidad, perdí mi ambiente de cultivación. Nadie me recordaba que leyera el Fa todos los días y muchos de mis apegos estaban expuestos. Cuando tenía problemas, los esquivaba y culpaba a otros.

Identificando el egoísmo

Por las mañanas tenía clases de laboratorio de física, pero no me gustaban. Mi compañera de cuarto y yo compartíamos la misma sala de laboratorio y cada vez que tenía un problema me pedía ayuda. Pensé que me hacía perder el tiempo, así que a menudo le respondía con expresión de enojo. Cuando respondía a sus preguntas, mi tono era frío o la ignoraba. Otra compañera de laboratorio la ayudó con paciencia. Por la forma en que la traté, mi compañera de cuarto se sentía incomoda cerca mío.

Esto siguió hasta que reconocí mi comportamiento egoísta y me di cuenta de que un practicante no debe actuar de esta manera. No querer ayudar a la gente es egoísta. Me sorprendió este repentino comportamiento cuando miré hacia adentro y me sentí avergonzada. El Fa nos dice que seamos desinteresados y que consideremos primero a los demás, pero solo me preocupaba completar mi propio trabajo de laboratorio. En una nueva ocasión, respondí con calma todas sus preguntas y me sentí muy bien después.

Mientras miraba hacia adentro, me di cuenta de que necesitaba eliminar mi actitud de liderar. Cuando hacíamos experimentos yo siempre tomaba la iniciativa mientras mi compañera registraba los datos. Cuando eliminé este apego, nuestros experimentos fueron más sencillos.

Celos

No sabía mirar hacia adentro y a menudo me ponía celosa. Cuando los demás lo hacían bien, era un momento difícil para mí y no podía estar feliz.

Hacia el final del semestre, los otros estudiantes se levantaban temprano para estudiar. Cada vez que me levantaba antes que ellos, me alegraba por mí y sentía que era mejor que ellos. Si me despertaba más tarde, me sentía incómoda, me preocupaba quedarme atrás.

Me volví competitiva y comencé a despreciar a mis compañeros de clase. Cuando no cumplía con mis expectativas, me ponía celosa y tenía pensamientos negativos.

Cuando me sentía mal y no podía calmarme, llamaba a mi mamá. Me preguntó si había estudiado lo suficiente. Dije que, creo que repasé todo el material con cuidado. Ella dijo: "Entonces, ¿por qué sigues haciendo de esto una carrera y te preocupas de si ganas o pierdes?

El Maestro dijo:

"Haz pero no busques—
Manteniéndote siempre en el Dao"
(En el Dao, Hong Yin).

El Fa del Maestro me ayudó a entender que si me enfoco en mejorar y estudiar bien, mis resultados serán buenos. No hay necesidad de competir con otros. El examen solo mide cuánto aprendí, no mide si soy mejor o peor que otros.

Esta fuerte emoción de querer ser la mejor me impidió tener una mente tranquila. No podía calmarme ni siquiera cuando leía el Fa. Me preocupaba que estudiar el Fa, me quitara tiempo para las tareas escolares. Me río cuando recuerdo esto ahora.

Mejorando mi pensamiento

Después de la universidad, me dieron algunos productos para el cuidado de la piel. Las chicas de mi edad hablaban de maquillaje y chicos, así que poco a poco empecé a prestar atención a mi apariencia.

Una vez mi compañera de cuarto me dijo en broma que parecía de más edad. Sabía que era una broma, pero no pude evitar sentirme un poco preocupada. Esta obsesión con mi apariencia provenía de la lujuria.

Un día estaba navegando por Internet cuando aparecieron fotos de modelos masculinos. Me conmovió, pero no lo suficiente como para alarmarme. Sin embargo, la lujuria ya estaba en mi mente.

En lugar de preocuparme, lo consideré como una parte normal de mi crecimiento. De hecho, la lujuria y los pensamientos impropios sobre el sexo opuesto provocan la degeneración.

El contenido sexual está por todo el Internet en estos días y va en contra de los principios morales del pasado.

Cuando vi una falda bonita en un sitio web, no pude comprarla, así que les pedí a mis padres que me la compraran. Cuando me dijeron que tenía demasiada ropa, recordé que los practicantes no deben perseguir bienes materiales. Mientras la ropa de uno sea apropiada, está bien. ¿Qué haría con tanta ropa?

La lectura del Fa expande mi mente y puedo aprender más rápido. Ya no necesito pasar largas horas estudiando para la escuela. También me abstengo de ver cosas con fines de entretenimiento. Tengo tiempo suficiente para estudiar lo enseñado en mis clases y repasar antes de un examen.

Cuando mi mente no está tranquila, sé que es porque estoy tratando de competir y no solo para hacerlo bien. Descargué las conferencias del Maestro y Hong Yin y las leía en mi tiempo libre. De esta manera puedo eliminar cualquier pensamiento malo y fundirme con el Fa.

Cuando me enfade con otros, debo recordar mirar hacia adentro. A veces digo algo que no debería o hago una broma inapropiada. Cuando haga esto, necesito corregirme inmediatamente.

Si puedo recordar siempre que soy una practicante, seré capaz de eliminar cualquier pensamiento malo ni bien surja. La cultivación es muy seria y no debo dejar que mis apegos se apoderen de mí.