(Minghui.org) Cuando visité la casa de mis padres durante el Año Nuevo Chino, me relajé en mi cultivación. Cuando volví a mi casa encontré problemas al estudiar el Fa. Me examiné, pero no pude encontrar la causa de esto. Unos días después leí las enseñanzas del Maestro Li:
“Al caer a este nivel, se iba a aniquilar efectiva y completamente al hombre, no obstante, esos grandes seres iluminados, por su misericordia, decidieron darle al hombre una oportunidad más en el ambiente más sufrido y entonces crearon un espacio como este” (Tercera Lección, Cultivación inversa y préstamo del gong, Zhuan Falun).
Aunque había estado practicando durante años, de repente me di cuenta de que lo había estado haciendo con la mentalidad de una persona común y corriente con el fin de obtener beneficios. Tan pronto como mi salud mejoró, inconscientemente sentí que podía relajarme y vivir una vida cómoda.
Recordando mi cultivación, me di cuenta de que cada vez que tenía una tribulación o síntomas de enfermedad, me volvía muy diligente y podía ver todo desde el punto de vista del Fa. Tan pronto como me sentía un poco mejor, dejaba de ser diligente e incluso me relajaba al practicar los ejercicios. No me había dado cuenta de que uno de mis apegos fundamentales era buscar beneficios en términos de resolver mis enfermedades.
Cuando identifiqué este apego supe que debía eliminarlo completamente. Decidí eliminar cada apego tan pronto como apareciera, sin importar lo incómodo que fuera.
La primera vez que leí Zhuan Falun me sentí atraído por la posibilidad de que mis enfermedades se resolvieran y de que no envejecería. Ahora me doy cuenta de que no había dejado de pensar en estas cosas.
Cuando estamos decididos a cultivarnos genuinamente, eliminar los apegos no es difícil. En el pasado, me preocupaba no poder levantarme temprano cada mañana y hacer los ejercicios. Ya no me preocupa, solo quiero ser diligente. Después de dejar de perseguir, me sentí relajado y tranquilo de verdad.