(Minghui.org) Un joven sufrió un colapso mental después de siete meses de tortura en un campo de trabajo forzado en China, tenía 22 años. Más tarde fue encarcelado por practicar Falun Dafa, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino. El Sr. Wang Jian pasó los siguientes 18 años luchando contra la inestabilidad mental y el deterioro de la salud física, mientras era constantemente acosado por la policía.
Diez días antes del Año Nuevo Chino 2019, el Sr. Wang perdió la batalla. Falleció el 26 de enero de 2019, a la edad de 40 años.
Sr. Wang Jian.
El Sr. Wang estudió inglés en la Universidad de Tecnología de Hebei en Tianjin. Era brillante, modesto y amable. En 1999 el régimen comunista chino lanzó una campaña en todo el país contra Falun Dafa, dos años después de haber tomado la práctica espiritual, el apasionado joven fue a Beijing para apelar por su fe.
Su búsqueda por la libertad espiritual lo llevó bajo custodia policial en octubre de 2000. Lo condenaron por un período de un año en el campo de trabajo forzado de Shuangkou en Tianji.
Debido a que se negó a renunciar a Falun Dafa, los guardias lo privaron de comida y lo obligaron a beber el agua utilizada para enjuagar los trapos de piso. También lo obligaron a fumar cigarrillos, sabiendo que los practicantes no fuman.
Durante una ronda de torturas, los guardias colocaron al Sr. Wang, que medía 1,83 m de altura, debajo de una cama de solo 30 centímetros. Tenía un dolor insoportable después que lo sacaron.
Ilustración de tortura: colocado debajo de una cama.
Los guardias una vez le gritaron: “Está bien si te conviertes en un criminal. Simplemente no puedes practicar Falun Dafa".
Incapaz de soportar la enorme tortura física, así como la constante presión mental y la humillación, finalmente perdió la cordura. Su familia estaba desconsolada al verlo salir del campo de trabajo el día de su liberación; el individuo frente a ellos ya no era el mismo joven optimista que conocían. Sus ojos, una vez brillantes, estaban cansados y apagados.
Después de que fue liberado la policía frecuentemente lo acosó. Su salud siguió disminuyendo con el paso de los años y eventualmente falleció después de 18 años de lucha.
Otros practicantes que murieron como resultado de abuso en el campo de trabajo de Shuangkou
Al menos otros cuatro practicantes de Falun Dafa murieron como resultado directo de la detención en el campo de trabajo forzado de Shuangkou, la mayoría fueron sometidos repetidamente a palizas severas.
El Sr. Lu Dewang
El Sr. Lu Dewang, de unos 40 años, fue enviado allí después de su arresto en 1999. E 1 de mayo del 2000 después de verlo sentado con las piernas cruzadas los guardias lo golpearon con picanas eléctricas. Sufrió quemaduras severas y le salieron llagas infectadas en su cuello. Varios meses después aunque no se había recuperado de sus lesiones, los guardias lo obligaron a realizar trabajos forzados, lo que empeoró su condición.
El Sr. Lu fue liberado al borde de la muerte a fines del 2000. Falleció cinco o seis días después.
El Sr. Liu Ping
El Sr. Liu Ping, un joven piloto de unos 20 años, se vio obligado a clasificar la basura plástica en el campo de trabajo. Después de cada sesión de trabajo que a veces duraba toda la noche, los guardias no permitieron que él y otros practicantes se lavaran las manos antes de comer. Pronto desarrolló tuberculosis. El lugar le negó la libertad condicional médica y lo encerró en régimen de aislamiento sin cama ni calefacción. Durmió en una tabla y su salud se deterioró rápidamente.
Al borde de la muerte, el Sr. Liu cayó en coma en el invierno de 2001. Las autoridades finalmente acordaron liberarlo después de que su esposa escribió una declaración para renunciar a Falun Dafa por él. Era demasiado tarde, falleció en confinamiento solitario unos días después. Su cuerpo, que había desarrollado sepsis antes de su muerte, fue incinerado de inmediato por los guardias.
El Sr. Chen Baoling
El Sr. Chen fue golpeado hasta morir después de que habló por otro practicante e intentó evitar que los presos criminales lo golpearan.
El practicante Liang Feng organizó una huelga de hambre el 15 de agosto de 2002 para protestar por las golpizas de los internos. Varios reclusos arrastraron al Sr. Liang por las escaleras por los pies. Si no hubiera sido por una persona que sostuvo su cabeza, podría haber muerto golpeado por los escalones.
El Sr. Chen se adelantó para detener a los internos, pero él mismo fue golpeado. Los reclusos le taparon la boca, le ataron las extremidades y lo llevaron a un almacén. Un preso lo pisoteó, después cerraron la puerta y lo golpearon durante unos 40 minutos. Salió tambaleándose del almacén y cayó al suelo luego de unos 20 metros. Murió unos minutos después. Tenía 66 años.
El Sr. Tang Jian
El Sr. Tang Jian recibió un año de trabajo forzado en 2000. Su condena se prorrogó repetidamente por no renunciar a su fe. Los guardias con frecuencia lo sacudían con picanas eléctricas y lo golpeaban. Lo liberaron en julio de 2002, cuando estaba al borde de la muerte. Justo después de que se recuperó un poco, fue arrestado nuevamente en septiembre y llevado de regreso al campo de trabajo forzado de Shuangkou.
Los guardias instigaron a los presos criminales a torturarlo. Lo colgaron y luego lo bajaron a un gran tanque lleno de agua. Se atragantó con el agua.
Tang sufrió de fiebre alta y cayó en coma en mayo de 2004. Tenía una infección pulmonar grave y problemas estomacales. Murió el 9 de julio de 2004, poco después de ser puesto en libertad. Tenía 39 años.
Torturas espantosas relatadas por sobrevivientes
Además de las brutales torturas que se cobraron las vidas de los practicantes de Falun Dafa mencionados anteriormente, los que sobrevivieron relataron las horribles torturas sufridas en el campo de trabajo forzado de Shuangkou. Las torturas incluían privación del sueño, ataduras, punzadas en los dedos con agujas y verter heces en la boca.
El Sr. Du Jingguang comenzó un período de 2,5 años en el campo de trabajo forzado el 18 de mayo de 2001. Fue sometido a diversas torturas, incluidas descargas eléctricas, golpizas salvajes, diez días consecutivos de falta de sueño y quemaduras de cigarrillos en las palmas.
Una vez, un guardia lo ató a una silla y ordenó a los presos que vertieran heces en su boca y orificios nasales. Otro guardia le inyectó agua caliente de mostaza en la nariz.
En otra ocasión, los guardias lo obligaron a sentarse con las piernas cruzadas. Le ataron los pies con una cuerda y luego le ataron la cuerda al cuello, de modo que su cabeza casi le tocó el pecho. Lo dejaron en esta posición insoportable durante dos horas.
El Sr. Li Wengang, de 69 años, fue atado a una cama y golpeado con picanas eléctricas. Su cuerpo estaba cubierto de heridas. Después de negarse a renunciar a Falun Dafa luego de las palizas, los guardias continuaron golpeándolo. Tenía moretones y coágulos de sangre en los ojos. Los guardias luego vertieron agua fría sobre el Sr. Li y le dirigieron un ventilador. Su tobillo se infectó después de ser encadenado. No podía caminar, pero aun así se veía obligado a trabajar más de 10 horas al día.
El Sr. Zhu Gang era ingeniero de una empresa que fabricaba tubos de acero. Durante su condena en el campo de trabajo, los guardias le golpearon la cara con un zapato, causando que su cara se hinchara terriblemente. También lo golpearon con picanas eléctricos, lo colgaron e introdujeron colillas de cigarrillo encendidas en su nariz. Estaba demacrado después de las torturas. Debido a que se mantuvo firme en su fe, los guardias lo enviaron a un hospital psiquiátrico para una mayor persecución.
El Sr. Xiao Shuqing, de 70 años, fue arrestado el 18 de enero de 2001. Después de ser enviado al campo de trabajo, los guardias lo obligaron a trabajar más de 10 horas al día. Contrajo sarna y sus manos desarrollaron llagas infectadas. Las llagas rezumaron pus y el hueso quedó expuesto. Los guardias lo golpearon cuando se negó a continuar trabajando debido al estado de sus manos.
El Sr. Li Wanbing recibió tres años de trabajo forzado después de ser arrestado en el 2000. Él tuvo una herida infectada en su tobillo como resultado del trabajo forzado a largo plazo. Los presos usaron un cepillo de dientes sucio para frotar e infectar aún más su herida. Su parte inferior de la pierna se volvió oscura e hinchada, aun así, se vio obligado a realizar trabajo forzado todos los días. Cuando su condición se deterioró, los guardias finalmente lo llevaron a una clínica. Después de que su herida sanó, se vio obligado a permanecer quieto durante 15 a 16 horas seguidas, lo que causó que su salud se deteriorara nuevamente.
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