(Minghui.org) Mi hija nació en 1999. Era una bebé tan saludable y cariñosa que todos querían cargarla. En el jardín de infantes, la consideraban la niña más saludable. Su profesor nos preguntó qué suplementos nutricionales le dábamos. En aquellos tiempos, la familia no estaba bien financieramente, y no teníamos dinero para comprarle suplementos. El secreto de su salud era Falun Dafa.
Cuando estaba embarazada, nunca dejé de estudiar el Fa y hacer los ejercicios. Cuando tenía 3 años, ella podía recitar Hong Yin. Cuando tenía 6, ya leía Zhuan Falun. Desde la escuela primaria hasta la secundaria, siempre fue muy obediente. Fue admitida a la mejor escuela de la ciudad luego de pasar el examen de ingreso.
Descuidando el estudio del Fa
Mi hija cambió cuando comenzó la escuela secundaria. Estudiaba menos el Fa, decía que tenía mucha tarea que hacer e insuficiente tiempo. Su corazón rebelde surgió, así como también su fuerte apego a su teléfono celular.
Faltaban solo seis meses para sus exámenes de admisión a la universidad, cuando me dijeron durante una conferencia de padres y representantes, que sus calificaciones habían caído tanto que se ubicaba en el último lugar en el ranking de su clase. Su profesor me pidió que le encontrara trabajo para que pudiera dejar la escuela y no afectara la proporción de admitidos a la universidad de la escuela.
Me sentí muy descontento, pero me calmé rápidamente pensando que las palabras del profesor no contaban, que solo Shifu Li Honghzi, el Fundador de Falun Dafa, estaba realmente a cargo. Cuando mi hija llegó a casa esa noche, lloró y dijo que no quería ir a clases porque le caía mal a su profesor y le costaba aprender las lecciones.
Le dije: “Calmémonos primero. Eres una discípula de Dafa y no deberías estar en esta situación. Ya que has caído, simplemente levántate rápidamente y cultívate bien en Falun Dafa. Shifu nos enseñó a ser buenos. Como estudiante, deberías estudiar bien para poder manifestar las cualidades de un verdadero cultivador. Haz como nos dijo Shifu:
“No importa qué ocupados estén, tienen que estudiar el Fa” (Los Dafa Dizi tienen que estudiar el Fa).
Como padre, tengo cierta responsabilidad. He aflojado en mi cultivación, estudiado menos el Fa, y he buscado la fama de la gente común, teniendo la esperanza de que fueras admitida en una buena universidad. Las fuerzas no rectas han usado mis brechas para causar que las cosas sean como son hoy. Seamos diligentes juntos y estudiemos más el Fa. ¿Qué te parece?”. Mi hija estuvo de acuerdo.
Mejorando luego de estudiar diligentemente el Fa
Mi hija ya estaba en el último año de secundaria. Todos los días, luego que terminaba sus clases y hacía su tarea, sin importar cuán tarde se hiciera, estudiábamos el Fa y luego ella enviaba pensamientos rectos por su cuenta. De vez en cuando, me decía que miraba hacia adentro para encontrar sus faltas.
En la escuela, aplicaba los principios de Dafa cuando interactuaba con sus compañeros de clase y era considerada hacia los demás donde sea que iba. Me pidió que le diera un sobre para que pudiera escribirle una carta a su profesor sobre lo bueno que es Falun Dafa y contarle la verdad sobre la persecución.
Sus calificaciones realmente mejoraron. Antes del examen de admisión, tuvo que tomar cuatro exámenes importantes. En cada uno sacó 50 puntos más que antes, así que su escuela realizó una asamblea especial para entregarle un premio. La aceptó la universidad de su elección gracias a sus excelentes calificaciones en el examen.
Luego que se publicaron los resultados, los compañeros de clase de mi hija y el profesor quedaron impresionados. El profesor había dicho que no importaba cuán bueno fuera el tutor que le contratáramos, era poco probable que mejoraría porque había visto situaciones similares antes. Nos preguntó dónde habíamos conseguido una clase extra curricular tan buena que la ayudara a mejorar tanto en tan corto período de tiempo. Le dijimos que fue practicar Falun Dafa lo que la ayudó a tener tan buen desempeño en la escuela.
Gracias a esta experiencia de cultivación, mi hija y yo hemos aprendido a mirar adentro. Mi hija se había desviado, lo cual había sido causado por mi propia falta de diligencia. Estaba siendo irresponsable y no estaba cuidando de ella. En aquel momento la culpaba por no ser obediente. Me sentí avergonzado cuando me di cuenta que casi todo esto había sido causado por mis propios problemas, pero me siento agradecido por haber podido despertar a ello y darme cuenta.