(Minghui.org) Vivo con la señora Ren, que al igual que yo, es practicante de Falun Dafa. Tiene 86 años.
Hace dos años, cuando su hijo murió, empezó a buscar un nuevo hogar donde poder vivir junto a otros practicantes. Como yo vivía sola, los practicantes locales me sugirieron que le pidiera a la señora Ren que se fuera a vivir conmigo. Estuve de acuerdo porque sentí que esto había sido un arreglo del Maestro Li Hongzhi para ayudarme a cultivar el altruismo y la consideración hacia los demás.
Cuando la señora Ren se vino a vivir conmigo, descubrí que no entendía varios principios de la cultivación. Por ejemplo, creía que los ancianos eran ciertamente propensos a la osteoporosis, por lo que iba al hospital con frecuencia para administrarse inyecciones de calcio.
La nuera de la señora Ren le dijo: "Puedes estudiar Falun Dafa y practicar los ejercicios, pero cuando te sientas 'enferma', debes ir al hospital. Puedes morirte si estás enferma y no vas al hospital". La señora Ren la escuchó, asintió con la cabeza e hizo lo que le dijo su nuera.
¡Aquello me sorprendió tanto! La señora Ren no tenía claro los principios básicos de Falun Dafa. Le recordé que los síntomas de la enfermedad en la cultivación de Dafa están relacionados con los asuntos del yeli, los apegos y las interferencias. Cuando tenemos nociones humanas que no están acordes al Fa, las viejas fuerzas se aprovechan de estas. Si los practicantes pueden mirarse adentro, descubrir los problemas y corregirlos, la llamada "enfermedad" desaparece en seguida.
Compartí con la señora Ren que una vez sufrí los síntomas de un resfriado acompañados de una tos severa, causado por mis propios errores. En clase de inglés, varios estudiantes de mi alrededor se resfriaron. Como se sentaban cerca, pensé que me contagiarían. Aunque este miedo derivó en síntomas de resfriado y tos, me acabé dando cuenta de que este concepto no se ajustaba a los principios del Fa. Entonces los síntomas desaparecieron por completo.
Le dije a la señora Ren que su idea de "ir al hospital cuando está enferma" era una noción humana. Le pregunté: "¿Puede un médico curar la 'enfermedad' de un practicante? En la cultivación de Falun Dafa permanecemos sanos siguiendo los principios del Fa. ¿Todavía necesitas calcio?".
El maestro nos dijo:
"El ye de enfermedad que aparece en tu cuerpo se manifiesta como una prueba. Por supuesto, aparenta ser ye de enfermedad, ya que definitivamente no tendrá la apariencia de un dios enfermándose. Así que debes manejarlo con pensamientos rectos. Eres un cultivador, así que definitivamente esto no es realmente una enfermedad. Pero no aparecerá tan simple" (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles).
El maestro también nos enseñó:
"... cuando estamos cambiando la parte más superficial de nuestro cuerpo hay una porción que tú mismo debes soportar. Pero hablando relativamente, no es grande, ni tendrá mucho impacto en la validación del Fa. Cuando llegan penalidades muy grandes, eso se debe a interferencias del mal y ¡deben enviar pensamientos rectos para eliminarlas! Lo que están haciendo hoy los Dafa dizi son cosas para validar el Fa y son los hechos más sagrados y magníficos. Tal vez digas, 'durante este tiempo crítico en el que estoy haciendo las cosas de Dafa y salvando a seres conscientes, cualquier cosa que pase tiene que ser interferencia'. Pero necesitas evaluarlo racionalmente" (Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York).
A medida que sostenía conversaciones con la señora Ren sobre la cuestión de las enfermedades, mi entendimiento se fue aclarando cada vez más. Los discípulos de Dafa tienen pruebas en todos los aspectos de su cultivación, tanto física como mentalmente. Con cada prueba se trata de ver si estamos usando las nociones humanas o los pensamientos rectos. Cada cosa pone a prueba el grado de nuestra fe. Cada prueba verifica si pensamos como un humano o como un dios. Si piensas que estás experimentando una "enfermedad", esa es una noción humana. Si piensas que es el yeli, eso es un entendimiento basado en el Fa. Si tú piensas que es una interferencia, eso es un pensamiento recto.
Después de que vivimos juntas por un tiempo, estrechamos vínculos y hablábamos de manera más directa. A veces, pensaba que la señora Ren era muy agresiva. Cuando necesitaba mi ayuda, me daba órdenes y eso me llevaba, a veces, a querer evitar hablar con ella. Supuse que esto se debía a las discusiones que presenciaba cuando vivía con su hijo y su nuera. No existía la paz en esa familia y las muestras de amabilidad eran escasas. Me di cuenta de que, como practicante, debía ser tolerante con la señora Ren y no discutir con ella.
Sin embargo, en una ocasión cuando se puso agresiva conmigo, no me contuve. Me habló de forma muy grosera. Sentí que no podía consentírselo y que debía señalarle su mal comportamiento. Algunos días después, seguía molesta cada vez que pensaba en nuestra confrontación. Reconocí que la Sra. Ren tenía elementos de la ideología del partido comunista chino (PCCh). Luego miré hacia adentro y vi que yo también era muy terca y que tenía fuertes apegos. ¡Me estaba ayudando a eliminar los elementos tóxicos del PCCh que aún estaban presentes en mí! La agresión, los insultos y las peleas son ideas del PCCh. El PCCh inculcó la filosofía de la "lucha" al pueblo chino hace mucho tiempo. La noción de que "los débiles son la presa de los fuertes" ha provocado mucho sufrimiento.
El Maestro advirtió a sus discípulos:
"Por tanto, independientemente del entorno o circunstancias en los que encuentres un conflicto, debes mantener un corazón compasivo y piadoso para tratar todos los problemas que afrontes. Si no puedes amar a tus enemigos, entonces no puedes alcanzar la perfección. (Aplausos) ¡¿Entonces por qué cuando una persona común te enfurece, no la puedes perdonar?! Pero, en vez de eso, ¿discutes y peleas con ella como una persona común? ¿Acaso no es esto verdad para los practicantes?" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia).
"De hecho, la misericordia es una energía enorme, es la energía de los dioses rectos. Cuanta más misericordia haya, mayor se vuelve esta energía y más puede desintegrar todo lo que no es bueno" (Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Washington DC 2009).
No había comprendido realmente estas cosas que el Maestro Li decía. No trataba realmente a otros practicantes con benevolencia. Había creado un prejuicio en contra de la Señora Ren y sentía que era como una persona común que hacía el trabajo de Dafa. Como no parecía mejorar en su entendimiento del Fa, sus tribulaciones tampoco terminaban nunca.
Sin importar si esta opinión era correcta o no, como discípula de Dafa, no podía tratar a otra practicante basándome en los prejuicios. El Maestro arregló que vivamos juntas, por eso, debe haber cosas que tengo que mejorar. No debo decepcionar al Maestro. Ahora no es el momento de hacer acusaciones, sino que es el momento de tener la benevolencia suficiente para ayudar a la señora Ren a mejorar y no dejar que se quede atrás en su cultivación.
Después de dar un giro a mis pensamientos, el tono de mi voz se suavizó y empecé a tratar de ser agradable con todos aquellos a los que conocía. Cuando no me enfocaba en las deficiencias de las personas, descubría que todas tenían una parte buena, un lado bondadoso e incluso, a veces, aparentaban ser más bondadosos que yo. Me sentí avergonzada. Cuando corrijo lo que pienso sobre los demás, siento que mi corazón se vuelve más puro y compasivo.
Ahora, al conocer a las personas, no las juzgo. Siempre tomo la iniciativa de saludarlos y hablarles amablemente. Encuentro que todo en mi entorno se vuelve más fácil y parezco estar en armonía con los demás.
También comencé a señalar a la Sra. Ren, honesta y bondadosamente, los elementos de la cultura del PCCh que percibía en sus palabras. Poco a poco comenzó a darse cuenta de sus malos hábitos y a tratar de eliminarlos. Ahora, en nuestra vida diaria, a menudo pensamos primero la una en la otra y nos cuidamos mutuamente. Juntas nos cultivamos con diligencia y firmeza.