(Minghui.org) En el pasado, el Maestro ha tratado el asunto de no matar y no criar animales en sus conferencias. Sin embargo, siempre hay practicantes que poseen mascotas.
Había una practicante en mi edificio que tenía un perro. Cuando el animal me ladraba, ella le decía: "Saluda a tu tía". Rápidamente la corregía: "No deseo ser su tía".
Trataba al perro como si fuera su hijo. Incluso dormían juntos en la misma cama. Cuando el perro enfermó, lo llevó a un hospital para que le pusieran vacunas. Permaneció a su lado día y noche. A pesar de los cuidados el perro acabó muriéndose. Algunos años después, la practicante también moriría en los brazos de su marido. Antes de que falleciera, traté de razonar con ella sobre el tema de criar mascotas, pero terminé dándome por vencida después de comprobar cuán apegada estaba. Pensándolo bien, dejé que mis nociones humanas se interpusieran en mi camino. No asumí la responsabilidad de ayudarla.
Otra practicante tiene un gato aunque, según ella, pertenece a su hijo. El gato es muy amigable y adorable. Al principio pensé que el gato entendía lo que la gente le decía y empecé a elogiarlo, al igual que otros practicantes. Más tarde me dije que no debía seguir haciendo aquello. Nuestras palabras y nuestros cuerpos llevan energía porque somos practicantes. Desconocemos los efectos que puede producir nuestro campo de energía en los animales. El Fa del Maestro es ilimitado y no debemos hacer lo que él no quiere que hagamos. Tenemos que saber que Él quiere lo mejor para nosotros.
El Maestro enseñó:
"Y hay razones para no matarlos ni criarlos. Con respecto a “no matar”, los cultivadores lo tienen en claro. El no criarlos tiene dos puntos. Uno es que cuando se está cultivando, es fácil para el animal obtener poderes sobrenaturales (ling). Es posible que hagan muchas cosas malas en cuanto obtengan poderes sobrenaturales. En China hay un viejo dicho: “Volverse un espíritu”. Los animales no tienen permitido cultivarse. Otro asunto es que criar estas cosas requiere de muchos cuidados. Te distraerá, y pensar en ello es un apego y afectará tu cultivación. Por supuesto, para los cultivadores tener afición por los animales también es un apego" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Houston).
Pensemos un poco, ¿estamos haciendo lo que el Maestro nos ha dicho claramente que no hagamos?
Hace unos años mi hermana insistió en darme una maceta con unos cuantos brotes de menta. La planta estaba creciendo muy bien. Entonces recordé que no debería estar nutriéndola. Estaba consumiendo mi energía, mi tiempo y sacando a relucir mi apego sin que fuera consciente. La miraba y reflexionaba sobre aquel asunto a diario. Aún considerándome una practicante, había hecho exactamente lo contrario de lo que el Maestro me pedía. Aquel pasatiempo me distrajo y debilitó mi voluntad de cultivarme, lo cual no dejaba de ser realmente peligroso.
El cuidado de las plantas y especialmente de las mascotas estimulará el qing, algo que es difícil de eliminar. La cultivación es un asunto bastante serio y difícil. ¿Por qué colocamos más obstáculos en nuestros caminos de cultivación?