(Minghui.org) La Sra. Jiang Wei desarrolló un edema en todo el cuerpo después de estar encerrada en confinamiento solitario por 15 días en la prisión para mujeres de la provincia de Liaoning. No puede retener ningún tipo de alimentos y la tuvieron que llevar al hospital de la prisión para ser tratada.
La Sra. Jiang, una practicante de Falun Dafa, también conocido como Gong, de la ciudad de Chaoyang, provincia de Liaoning, está cumpliendo una sentencia de 12 años en la prisión de mujeres de Liaoning. La prisión es conocida por su mal trato a los practicantes de Falun Gong encarcelados por su fe.
En la celda donde estaba la Sra. Jiang detenida no había corriente de aire, ni siquiera espacio suficiente para que se pueda parar. Todas sus actividades diarias tenían que hacerse en confinamiento. No tenía acceso al baño. Insectos y moscas llenaban el lugar, y estaba cubierta de picaduras. El guardia de la prisión tampoco la dejaba dormir.
La razón por la que la encerraron en confinamiento solitario fue porque intentó presentar una demanda sobre el trato que recibía de los guardias. Jiang Tingting, guardia de la prisión, la torturaba con frecuencia. La obligaban a quedarse parada por largos periodos de tiempo y la golpeaban e insultaban. Como resultado del abuso quedó extremadamente débil, no obstante, no tenía forma de denunciar esto al jefe de la división.
Las dos hijas de la Sra. Jiang fueron a visitarla el 17 de julio y descubrieron que estaba encerrada en confinamiento solitario desde el 11 de julio. Estaban extremadamente preocupadas y se sentía indefensas para poder ayudar a su madre. La visitaron de nuevo el 30 de julio. Al ver su estado, no podían evitar llorar.
Li Xiaoping, guardia de la prisión, amenazó a sus hijas: “¿Vuestra madre tiene historial de enfermedad mental? Porque si tiene problemas mentales, tenemos el lugar para tratarla”. Esta amenaza era particularmente alarmante porque la Sra. Jiang fue previamente detenida en el hospital mental y torturada hasta el borde la muerte.
Encarcelamiento y torturas previas
Antes de su actual encarcelamiento, la Sra. Jiang ha sido sentenciada dos veces en el curso de la persecución. En octubre de 1999, fue encarcelada en el campo de trabajo forzado de Masanjia. Le aplicaron descargas eléctricas con picanas, fue obligada a trabajar por largas horas, golpeada frecuentemente, encerrada en confinamiento solitario por 31 días, y alimentada a la fuerza, además de la cruel tortura de estirarla hasta que quedó críticamente enferma y perdió la habilidad de cuidarse sola.
Los guardias no la enviaron al hospital para recibir tratamiento médico. En vez, la enviaron al hospital mental de Gujiazi en la ciudad de Shenyang. Allí le inyectaron una sustancia que le dañó el sistema nervioso central, y perdió inmediatamente la memoria. También le administraron seis botellas de infusiones intravenosas de sustancias desconocidas, tres dosis de píldoras no identificadas por dos días hasta que estaba demasiado débil como para recibirlas. También la ataron y le aplicaron descargas eléctricas en las piernas. Ella gritaba incesantemente, y la enfermera que fue testigo protestó: “¡Paren! No tiene una enfermedad mental. Se va a morir así”.
La Sra. Jiang estuvo en el hospital por 29 días, y en ese punto estaba al borde de la muerte. El campo de trabajo demandó 19.000 yuanes a su familia antes de liberarla condicionalmente bajo fianza médica en junio de 2002.
Los que más les preocupa a las hijas de la Sra. Jiang es que Sun Min, otra practicante de Falun Gong detenida en la misma prisión, fue perseguida hasta su muerte allí.
La Sra. Jiang practica Falun Dafa simplemente para ser una mejor persona y estar sana. Sin embargo, por la persecución, ha pasado tres años detenida en un campo de trabajo forzado, ocho años en prisión, y desde 2015, ahora está cumpliendo una sentencia de 12 años.
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