(Minghui.org) Al Sr. Cui Lu del condado de Zhuolu, en la provincia de Hebei, le han denegado las visitas familiares durante un año, aproximadamente, desde su ingreso en la prisión de Jidong, en 2017. Los funcionarios de dicha penitenciaría aclararon que tomaron esta medida en represalia, porque gritó: “¡Falun Dafa es bueno!”.
El 11 de enero de 2018, su esposa logró reunirse con él, pero solo les concedieron 3 minutos para que conversaran.
Su esposa notó que se encontraba muy débil y que tenía problemas para levantar sus manos. Mencionó que, a causa de las palizas, había perdido uno de sus dientes y sufría de edema.
El Sr. Cui, de unos 40 años, trabajaba para el gobierno del condado de Zhuolu. El 19 de marzo de 2009, fue arrestado por negarse a renunciar a Falun Gong. Poco tiempo después, sería sentenciado a 9 años de prisión.
En 2010, los guardias de la prisión lo alimentaron a la fuerza, con saña, porque inició una huelga de hambre para denunciar las torturas y vejaciones que soportaba.
A partir de mayo de 2016, la prisión puso en práctica una serie de tentativas con el objetivo de “transformar” a los practicantes de Falun Gong. Le torturaron infligiéndole descargas con picanas eléctricas, le maniataron con esposas y grilletes y le privaron del sueño.
El año pasado, denegaron cada una de las solicitudes de visita que presentó su esposa. En julio de 2017, su madre sufrió una caída que derivó en su fallecimiento, el 4 de octubre (Día del Festival del Medio Otoño), algunos meses después. No supo que su madre había muerto hasta el 11 de enero de 2018, día que finalmente se le permitió reunirse con su esposa.
El Sr. Cui permanece detenido en la prisión de Jidong. Su pena concluirá el 7 de mayo de 2018.
Artículos relacionados:
El Sr. Cui Lu en huelga de hambre para protestar por la persecución