(Minghui.org) Soy una joven practicante de Falun Dafa que nació en 1993. Cuando la persecución comenzó en 1999, en ese momento, nuestro entorno de cultivación cambió drásticamente y aflojé en mi cultivación. Mi madre tuvo que recordarme constantemente y estimularme a seguir estudiando el Fa y hacer los ejercicios.
Pero Shifu no se dio por vencido conmigo, incluso cuando yo no actué como una practicante. Él siempre me ha estado mirando y guiándome. Con la ayuda de Shifu, finalmente me convertí en una verdadera practicante.
Comprendiendo el poder de Dafa
Mi madre comenzó a practicar Falun Dafa cuando yo tenía dos años. Leía Zhuan Falun mientras me sostenía en sus brazos. También me enseñó muchos de los poemas de Shifu de Hong Yin. Además me llevó al estudio del Fa grupal y me enseño a hacer los ejercicios.
Estaba perdiendo la audición, y tenía esos dolores del crecimiento que eran muy fuertes. Mi madre me dijo que era una buena señal y que recite "Falun Dafa es bueno". "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Tan pronto como lo hice, me recuperé.
Como joven practicante, entendí que no debía tomar ningún medicamento, incluso cuando tenía síntomas de un fuerte resfriado. Mi padre incluso amenazó con pegarme. Le dije que era una practicante y que estaría bien.
Cuando estaba en la escuela primaria, tenía una gran pústula llena de pus en la planta del pie. Estaba tan hinchado que no podía ponerme el zapato. Sin embargo, no fui al hospital. Me vendé el pie y fui a la escuela todos los días. Le dije a mi madre que yo era una practicante y que estaría bien.
Perdiendo mi ambiente de cultivación
Cuando se inició la persecución en 1999, mi madre fue arrestada y encarcelada. No tenía un ambiente de cultivación durante esos pocos años. Mis familiares y amigos culparon a mi madre y nos despreciaron.
Me sentí muy dolida y asustada por su hostilidad y frialdad. Yo no quería que difamaran a Dafa. Sabía que Dafa y Shifu eran buenos. Creí en Dafa y Shifu. Sin embargo, no fui diligente y poco a poco aflojé. Hice un mal rendimiento académico y me sentía muy insegura.
Cuando estaba en la escuela secundaria, mi madre fue detenida nuevamente. Mi padre no me disciplinó y me dejó hacer lo que quería. Estaba perdida, y era pesimista y negativa en mi forma de pensar. Mi temperamento era malo y me desquitaba con mi familia. Ahora lo lamento mucho.
Volviendo a la cultivación
Pensé que Shifu ya no querría que fuera practicante. No estaba bien para nada y había decepcionado a Shifu. Pero, el Maestro vio que tenía el corazón para cambiar y quería hacerlo mejor. Él me dio señales. Un día soñé que, durante un exámen, a todos mis compañeros de clase les estaba yendo bien, pero yo no sabía las respuestas a ninguna de las preguntas. Cuando Shifu dijo que se había acabado el tiempo, me desperté. Yo sabía que el Maestro estaba preocupado por mí.
Cuando estaba en la secundaria, mi madre y yo nos mudamos. El cambio de nuestro entorno nos facilitó cultivarnos. Mi madre me despertaba todas las mañanas para hacer los ejercicios y leíamos una lección de Zhuan Falun todas las noches. También me deshice de muchos malos hábitos.
Volví a ser la persona optimista y extrovertida que solía ser. Un amigo me dijo que a menudo traía luz del sol a la habitación. Aunque la cantidad de trabajo escolar aumentó en mi último año de escuela secundaria en la preparación para el examen de ingreso a la universidad, hice los ejercicios todos los días. Estudié el Fa y compartí con mi madre cada vez que podía. Continué saliendo y colocando carteles sobre Dafa en las paredes los fines de semana y días festivos. Estaba de vuelta en el camino de mi cultivación.
Deshaciéndome de las nociones humanas
El apego a la imagen
Como mis amigas comenzaron a prestar más atención a su apariencia y comenzaron a usar maquillaje, yo hice lo mismo. Pasé mucho tiempo navegando en Internet buscando ropa agradable y productos para el cuidado de la piel en los sitios. Entonces, un día, mi cara tuvo una erupción que duró dos semanas y mi piel se puso peor que antes.
Mi madre me preguntó: "¿Has olvidado que eres una practicante de Dafa? ¿Realmente has puesto tu fe en Shifu y Dafa?”.
Shifu dijo:
“...las mujeres jóvenes siempre quieren hacerse tratamientos de belleza para tener un cutis más claro y mejor. Yo digo que si refinas genuinamente el método de gong de la cultivación dual de naturaleza y vida, llegas naturalmente a este paso” (Zhuan Falun).
El Fa de Shifu me ayudó a encontrar mis apegos. Sabía que había cometido errores. Me disculpé con el Maestro y arrojé todo mi maquillaje. La erupción de mi cara se aclaró cuando solté mi apego a la imagen.
El apego a la música popular
Disfruto cantando y he ganado muchos concursos de canto en la escuela secundaria y la universidad. También me gusta ver programas de talentos. A menudo tarareaba canciones populares sin darme cuenta. No pensé que fuera un problema, siempre y cuando no fueran las canciones del partido comunista chino (PCCh). Después de compartir con algunos practicantes locales, me di cuenta que no estaba bien. Sin embargo, todavía tarareaba estas canciones por costumbre. Estaba preocupada y quería deshacerse de este hábito.
Por lo tanto, decidí no escuchar más esas canciones, para que no llenaran mi cabeza. Si me encuentro con el deseo de cantar estas canciones, las eliminaría con pensamientos rectos. Entonces comenzaba a cantar canciones de Dafa.
Una vez yo estaba cantando “Shi En Song”, una parte de la canción decía “Ayudando a Shifu a rectificar el Fa, ¿cómo podría tener miedo de entrar en este mundo de sufrimientos?”, pensé en la suerte que tuve de haber conocido Dafa cuando era pequeña. Sin embargo, me relajé en mi cultivación y no he sido consecuente. He decepcionado al Maestro.
El apego al Internet
La gente siempre dice: "Crecer es una experiencia dolorosa". Es muy correcto porque a medida que crecemos, nos encontramos con todo tipo de malas influencias. He sido influenciada por las ideas de fama, sentimentalismo e interés propio cuando era adolescente. Como resultado, cometí muchos errores en mi cultivación. Cuando no sabía cómo lidiar con estos problemas, Shifu siempre me ayudó.
Me han atraído muchas cosas, como mi celular. Estaba obsesionada con las redes sociales, las compras online y los sitios web de navegación, viendo televisión y películas. Fue una interferencia en mi vida e incluso interfirió con mis ejercicios de la mañana. Como todos mis compañeros hacían las mismas cosas, no pensaba que estaba haciendo algo malo.
Una vez, vi una serie dramática de televisión y luego me arrepentí mucho. Justo cuando decidí que no volvería a hacerlo, por costumbre, saqué mi celular y comencé a revisar mis mensajes. Sabía que era por mi apego a la vida feliz de la gente común y al amor entre un hombre y una mujer. Esto estaba debilitando mi fuerza de voluntad para permanecer diligente en mi cultivación.
Shifu dijo:
“Esta sociedad ya está tan embrollada, en esa Internet se mete cualquier cosa mala, es simplemente como demonios dando vueltas allí, cualquier cosa está entremezclada adentro, mezclada adentro trastornando la sociedad, el corazón humano, la moralidad y la tradición, cambiando el estado de la vida de los humanos; peces y dragones, todos mezclados” (Fahui de Nueva York 2016).
“La gente dice que no les importa las cosas que ven con los ojos, cuando no quieren ver, no miran y ya está bien. No es así, cuando tú lo ves, ya entró, porque cualquier cosa en otro espacio puede dividirse en diferentes cuerpos, cuanto más tiempo miras, más cosas entran. Sea mirar la televisión, la computadora, no importa qué cosa sea, cuando lo miras, entra” (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York 2010).
Las viejas fuerzas estaban tratando de interferir en mi cultivación, y no dejarían que tuvieran éxito. Cuando tuve deseos de ver programas de televisión, mi conciencia principal y pensamientos rectos se hicieron más fuertes.
Me dije: "Soy una cultivadora. Los programas de televisión no son buenos para mí. No puedo verlos". Entonces pude detenerme.
Cuando tuve unos minutos, recitaba Lunyu, escuchaba las conferencias del Maestro y leí aartículos del sitio web Minghui. Envié pensamientos rectos incluso cuando estaba caminando y mi deseo de ver televisión se hizo cada vez menos. Cuando tomé mi celular y quise mirar las redes sociales de las personas comunes, pude controlarme y poder basar mis pensamientos en el Fa.
Realmente entendí lo que dijo Shifu:
“No importa que tengas estas cosas de la gente común, con tal que puedas controlarlas en tu comportamiento, fortalezcas tu determinación, fortalezcas tus pensamientos rectos, y te comportes bien, esto es xiulian” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Chicago, 2004).
Yo no había estado haciendo los ejercicios todas las mañanas y algunas veces no hacia los cinco ejercicios. Es todo debido a mi apego a la comodidad y pereza. Durante las vacaciones o los fines de semana, a veces volvía a dormir después de hacer los ejercicios, sintiendo que debía relajarme, ya que eran vacaciones. Pero no hay vacaciones en la cultivación. Al exponer estos apegos aquí, espero realmente deshacerme de ellos y tener un gran avance.
Responsabilidades de un cultivador
Aunque hace tiempo que soy adulta, todavía me considero inconscientemente una pequeña practicante y por lo tanto dependía mucho de mi madre en mi cultivación. Durante mucho tiempo, no estaba caminando mi propio camino de cultivación. Después de compartir con mi madre y estudiar el Fa con otros practicantes, gradualmente me di cuenta de mi responsabilidad como cultivadora.
Ya no dependía de mi madre, pero tomé la iniciativa de estudiar el Fa con ella todos los días. Me sorprendió descubrir que podía ver claramente los principios del Fa detrás de las lecciones que había leído muchas veces, pero que nunca entendí realmente. Me volví más lúcida y eficiente en el trabajo. Yo sabía que el Maestro me había dado sabiduría.
Shifu dijo:
“Un practicante genuino obtendrá logros naturalmente sin perseguirlos. Todo el gong y todo el Fa están en los libros y uno los obtendrá naturalmente por medio de leer Dafa enteramente. Aquellos que lo aprenden experimentarán cambios automáticamente y estarán ya en el Dao cuando lean los libros una y otra vez” (Postrándose ante el Maestro para ser su discípulo, Escrituras esenciales para mayor avance).
Aclarando la verdad
Después de presentar conjuntamente una denuncia penal contra Jiang Zemin (el exlíder del PCCh que inició la persecución) con mi madre en julio de 2015, también ayudé a muchos practicantes locales con sus denuncias. Aunque algunos practicantes no terminaron la escuela primaria y no eran muy buenos escritores, su declaración personal fue bastante larga. Su determinación en demandar a Jiang Zemin realmente me conmovió. Yo los admiraba.
Al mirar hacia atrás en mi camino de cultivación, me di cuenta de que siempre he sido empujada por el Maestro en mi cultivación. Aunque no lo he hecho bien de muchas maneras, Shifu nunca se dio por vencido. Shifu es tan compasivo y me ha dado buena salud, un trabajo estable, un buen ambiente de cultivación, y una compañera practicante como mi madre que siempre me ha ayudado en mi cultivación.
Solía preocuparme por no poder aclarar bien la verdad, así que traje amigos a casa para que mi madre pudiera contarles acerca de Dafa. Quienes eligen renunciar al partido y sus organizaciones afiliadas han recibido bendiciones.
Mi madre salía todos los días con algunos practicantes para aclarar la verdad a las personas. Decidí que debía hacer lo mismo. Ahora, he comenzado a aclarar la verdad yo misma. Les aclaré la verdad sobre Dafa a los taxistas durante mis viajes en taxi. También les conté a los estudiantes sobre Dafa cuando caminaba por la calle. Ya no tenía miedo de hablar de Dafa con mis compañeros de clase y amigos. La mayoría de la gente reconoció con gusto que Dafa es bueno. Me di cuenta de que aclarar la verdad no era nada difícil.
Aunque no he ayudado a muchas personas a renunciar al partido, Shifu siempre me alentaba cuando lo hacía. Si no estudiaba bien el Fa, mis esfuerzos no eran tan eficaces. Me sentía ansiosa porque comparado con aquellos que hacían las tres cosas diligentemente, me estaba quedando muy atrás y estoy muy lejos de los requisitos de Shifu. A veces sentía que no era digna de ser una discípula del Maestro. Pero todo lo que puedo hacer ahora es cultivarme de manera diligente y sólida, y hacer mi mejor esfuerzo para alcanzar a otros practicantes.