(Minghui.org) La señora Qu Shuxia, de la zona de la Oficina Forestal de Fangzheng, en la provincia de Heilongjiang, fue condenada a cuatro años y diez meses tras su detención el 7 de diciembre de 2016, por practicar Falun Gong. Soportó una persecución inhumana en el Centro de Detención N.º 1 de Jiamusi y en la Prisión de Mujeres de Heilongjiang. Fue liberada el 20 de octubre de 2021.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

Mientras distribuía calendarios con información sobre Falun Gong y hablaba con la gente en la calle, la Sra. Qu y otra practicante, la Sra. Jia Lianrong, fueron denunciadas y detenidas el 7 de diciembre de 2016. La policía saqueó su casa y confiscó sus libros de Falun Gong y otras pertenencias.

La Sra. Jia fue liberada el mismo día, pero la Sra. Qu estuvo detenida durante 15 días antes de ser trasladada al Centro de Detención Nro.1 de Jiamusi a pesar de que había desarrollado un problema de salud. En el centro de detención, los guardias la esposaron y encadenaron a cuatro puntos fijos en el suelo. La amordazaron con un trapo utilizado para limpiar el baño y le taparon la boca y la nariz con cinta adhesiva, hasta casi asfixiarla. La golpearon fuertemente por todo el cuerpo. La hirieron varias veces en la cabeza y las cicatrices aún permanecen. Casi se queda ciega. También le arrancaron los dientes frontales.

El 21 de abril de 2017 fue juzgada en secreto en la Oficina Forestal de Heli y condenada injustamente a cuatro años y diez meses. Nadie de su familia fue informado del juicio.

La Sra. Qu fue llevada al Pabellón Número 9 de la Prisión de Mujeres de Heilongjiang en Harbin. Como hacía ejercicios de Falun Gong, las reclusas la empujaron y la patearon, fracturándole las manos y las piernas. Todavía le duelen las piernas.

Cuando se negó a pasar lista, tres reclusas la abofetearon, la envolvieron y la encadenaron a un tubo de calefacción.

En una ocasión, varias reclusas iban a alimentar a la fuerza a la practicante de Falun Gong de apellido Liang. Otras dos practicantes, la Sra. Li Guiyue y la Sra. Zheng Yingchun, trataron de impedirlo, pero también fueron golpeadas. La Sra. Qu se apresuró a detener la paliza y fue llevada a una habitación separada y golpeada también por las reclusas. Mientras que la Sra. Qu sobrevivió a su calvario en prisión y fue liberada el 20 de octubre de 2021, la Sra. Li falleció el 6 de agosto de 2021, un año después de ser liberada.

Persecución anterior

Antes de su última detención, la Sra. Qu fue encarcelada varias veces por practicar Falun Gong.

Fue detenida en noviembre de 2000 por agentes de la Estación de Policía de Nanshan y recluida en el Centro de Detención de la Oficina Forestal de Fangzheng durante más de un año. Fue puesta en libertad tras presentar síntomas de hipertensión arterial grave, solo para ser detenida de nuevo dos meses después.

En el centro de detención, cuando la Sra. Qu y otros practicantes continuaron haciendo los ejercicios de Falun Gong, varios guardias los rociaron con agua fría. Esto ocurrió varios días seguidos. Sus ropas y las mantas de la cama estaban completamente empapadas y se les obligaba a dormir en las camas mojadas.

La Sra. Qu fue trasladada posteriormente a otro centro de detención en una zona residencial. Allí fue golpeada por Li Jian, de la Oficina 610. Cuando inició una huelga de hambre para protestar por los abusos, la llevaron al Hospital Fanglin y la obligaron a alimentarse con salmuera a través de una sonda nasal.

En julio o agosto de 2003, la Sra. Qu y otras dos practicantes consiguieron escapar del centro de detención. Tras meses de desplazamiento, fue detenida en la ciudad de Yingkou, provincia de Liaoning.

Estuvo recluida en el Centro de Detención de Dashiqiao durante 18 días y luego fue trasladada al tristemente célebre Campo de trabajos forzados de Masanjia, donde permaneció cuatro meses y medio. Durante este tiempo, en una ocasión se la sujetó a un banco durante siete días y no se le permitió dormir.

Como se negó a realizar trabajos no remunerados o a llevar el uniforme de reclusa, los guardias del campo de trabajo instigaron a las reclusas a retorcerle las muñecas y una de ellas se rompió. También la obligaron a comer alimentos con drogas que dañaban los nervios. Perdió un diente cuando el guardia Wang la golpeó.

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Qu Shuxia, de la provincia de Heilongjiang, condenada a cuatro años y diez meses de prisión

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