(Minghui.org) ¡Saludos, venerable Shifu! ¡Saludos, compañeros Dafa dizi!

Soy una contadora retirada y vivo con mi hijo, quien es practicante, y mi esposo, quien no lo es. Obtuve el Fa a través de mi hijo, en marzo del 2020. Él es un estudiante universitario y me animó a practicar.

Los primeros tres meses de mi cultivación en Falun Dafa fueron muy especiales. Estudiaba con mi hijo quien tenía la meta de llenar su mente con los principios del Fa. Así que el estudio diario trajo cambios radicales a mi mente y a mi cuerpo en muy poco tiempo.

De sentirme enteramente liviana y fresca durante las primeras semanas, pasé a tener purificaciones, que duraban una o dos semanas antes de desaparecer. Una de las más fuertes fue el dolor de cabeza intenso, especialmente en la parte posterior de mi cráneo, el cual sentía completamente hinchado e inflamado, con un dolor punzante que incluso me impedía abrir los ojos. Durante esas depuraciones de yeli que me hacían dormir mucho, mi hijo me leía el Fa, sentado a mi lado.

Debido a que la pandemia recién comenzaba y fuimos recluidos en casa, teníamos mucho tiempo para el estudio y la práctica. Nuestra rutina diaria incluía el estudio de Zhuan Falun, mirar los videos de las conferencias y leer los otros Jingwen muchas horas del día.

Al asistir a las funciones de Shen Yun y leer artículos de practicantes en el sitio web Minghui, en mi entendimiento se solidificó y experimenté que Falun Dafa es algo muy profundo, inmenso, diferente a las muchas disciplinas a las que fui expuesta en el pasado.

Me gustaría compartir algunas de mis experiencias más importantes durante este corto período de tiempo en el que he cultivado Falun Dafa.

Encontrando la verdad y obteniendo paz

La primera gran bendición que recibí de Dafa fue el inmenso alivio de poder abandonar mi búsqueda externa. Ha sido agotadora la búsqueda de más conocimientos, nuevas técnicas, nuevos maestros, etc. Solo me di cuenta de ello cuando dejé de hacerlo. Es un enorme alivio qué me trajo mucha paz interior y me ahorró una enorme cantidad de energía que ahora dedico a mi cultivación en Dafa.

Ni siquiera las enseñanzas más tradicionales de varias disciplinas calmaron nunca mi sed de búsqueda de la verdad; todavía resultaban vagas e incompletas al responder a mis preguntas.

Shifu dice:

“[…] también hay otros que nunca han practicado gong pero que vienen toda la vida persiguiendo, ponderando y reflexionando acerca de la verdad y el verdadero significado de la vida humana” (Octava Lección, Zhuan Falun).

Este párrafo resuena en mi interior, porque describe a grandes rasgos mi historia de búsqueda de la verdad. Sin embargo, hoy puedo ver que, de alguna manera, todas estas experiencias previas cimentaron una base de preparación para recibir los principios del Fa y poder reconocerlos como las verdades tan anheladas.

Desde la primera vez que leí Zhuan Falun, percibí que es un libro muy especial y profundo. Los principios y verdades de los que habla Shifu en este libro son como un bálsamo de alivio para mi espíritu, que aspira a transcender este reino. Por ejemplo:

“[…] la vida más temprana del hombre sí se origina en el universo”

o

“El hombre debe volver al origen y retornar a la verdad, este es el verdadero propósito de ser un humano” (Primera, Lección, Zhuan Falun).

Muchas veces, mientras estudio el Fa, inmensa gratitud, asombro, privilegio y reverencia hacia Dafa me arrancan lágrimas. Las enseñanzas de los principios del Fa en Zhuan Falun son verdades muy profundas y transformadoras. Las que me han sido reveladas a través del estudio, poco a poco han traído un sentido de propósito a mi vida y alivio a mi tristeza existencial. También me llevaron a tomar conciencia de mi fragilidad, vulnerabilidad y debilidad ante la inmensidad y profundidad del universo, como Shifu nos dice:

“Puedes sentir que no deseas permanecer aquí en este lugar humano y piensas que no tiene sentido; esta situación puede ocurrir. Si te das cuenta de que este momento es una oportunidad preciosa para la cultivación y para reascender y pones más empeño en la cultivación de Dafa, no tendrás esta sensación” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva Zelanda).

Encontrar el xiulian de un Fa recto que puede realmente llevar a la gente hacia niveles altos y poder cultivarlo de una manera racional, digna, recta, con una perspectiva amplia, como nos pide Shifu, es un privilegio enorme. Practicar Falun Dafa es lo más precioso y significativo que he hecho en mi vida.

Shifu dice:

“Esta vía es la más conveniente y además refina directamente según la característica del cosmos, cultiva de la manera más rápida y con el atajo más corto, apuntando directamente al corazón humano” (Octava Lección, Zhuan Falun).

He tenido muchos momentos de vacilación en mi cultivación, especialmente en los primeros meses. Me preguntaba si el alto estándar demandado a un cultivador de Falun Dafa era algo que yo podría alcanzar. Y muchas veces, cuando actuaba pobremente y me sentía muy mal, me detenía a evaluarme, reflexionar y reafirmar mi firme decisión de cultivarme en Dafa; en ser responsable conmigo misma y seguir las exigencias de Shifu a los Dafa dizi.

Shifu dice:

“El ser capaz de identificar tus propias deficiencias y más tarde hacerlo mejor, es la llamada cultivación” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva Zelanda).

Mejorando en medio de las fricciones

A cinco meses de haber empezado mi cultivación en Falun Dafa, mi familia se mudó, desde una ciudad donde mi hijo y yo éramos los únicos practicantes, a otra ciudad que tiene un grupo estable de practicantes de Dafa. La mayoría de ellos son asiáticos de Taiwán y China y algunos, veteranos de más de dos décadas. Tras meses leyendo artículos del sitio web Minghui donde otros practicantes comparten la importancia de un grupo de estudio y práctica en persona, de un cuerpo unificado de Dafa dizi y sobre ayudarse mutuamente en la cultivación, estaba feliz con esta mudanza.

Mi felicidad duró poco, el grupo comenzó a sacar a la luz mis apegos. Shifu usó personas y situaciones en este grupo para sacudirme, hacerme tropezar, iluminarme a mis apegos y desafiarme a eliminarlos. Mis mayores pruebas de xinxing vinieron de la interacción con miembros de este grupo. Aprender a ser agradecida desde el corazón por esas fricciones de xinxing con otros practicantes es un proceso que todavía me ocurre y me desafía.

Atesorando las oportunidades de cultivación

Hoy, mi sincera intención es cultivar Dafa hasta el final, cumplir bien mis responsabilidades como Dafa dizi haciendo bien las tres cosas que Shifu nos pide y seguir firmemente a Shifu de regreso a mi hogar original.

¡Esta oportunidad es tan preciosa! ¡Atesoremos, valoremos, respetemos y, especialmente, no perdamos esta única oportunidad que nos ofrece Dafa, de alcanzar la Perfección!

Estos son mis limitados entendimientos, a mi nivel. Si hay algo que no está en línea con el Fa, por favor, compasivamente tengan a bien señalarlo.

¡Desde mi corazón, muchas gracias Shifu!

(Presentada en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Falun Dafa en México 2021)

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