(Minghui.org) Nací cuando el partido comunista chino (PCCh) tomó el poder, y viví en el sufrimiento y el caos de la gran revolución cultural. Además de tener que trabajar para llegar a fin de mes, tenía que cuidar a mis pequeños hijos, ocuparme de las tareas domésticas y ayudar con dinero a mis padres. Por la carga física y mental excesiva, mi salud comenzó a deteriorarse. En un punto, sufrí de nefritis, úlcera gástrica, degeneración del disco cervical, hipoglucemia y muchas otras enfermedades. No podía estar de pie ni siquiera unos minutos sin desmayarme.

Conocí Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) en octubre de 1994, a los 45 años. Un compañero me prestó una copia del libro Falun Gong. Esa misma noche, terminé de leerlo de principio a fin. Aunque no podía entender completamente el concepto de cultivación, me impresionó mucho su contenido. Aprendí que mi sufrimiento era causado por mi propio yeli (karma), mientras que la búsqueda de la fama, la fortuna y el estatus social solo trae daño. ¡Estaba tan impresionada que decidí practicar Falun Dafa!

Después de cultivarme durante diez días, la erupción en forma de mariposa en mi cara desapareció y mi piel se hizo suave y color rosa. Dos semanas después, el resto de mis enfermedades también se fueron. Incluso los síntomas posteriores a la conmoción cerebral, causado por un accidente de auto hace 20 años, desaparecieron sin dejar rastro. Antes, estaba tan débil que apenas podía subir las escaleras. Después de cultivar Falun Dafa, ¡para mi sorpresa, fui capaz de cargar con facilidad un costal de cincuenta kilogramos de arroz al cuarto piso!

Después cultivarme en Dafa por más de un mes, de pronto empeoré con mucha fiebre. Sin embargo, los síntomas eran muy singulares. Mientras tenía molestias en casa, mis síntomas desaparecían cuando estaba en el trabajo. Además la fiebre solo duró dos días. Antes de cultivar Falun Dafa, con frecuencia me enfermaba de resfriados y fiebre. Sin tratamientos agresivos, sino solo infusiones, inyecciones y hierbas chinas, mi enfermedad podía durar dos semanas o más. Ahora, tales enfermedades son cosa del pasado.

A lo largo del curso de la práctica de cultivación, experimenté algunos de los fenómenos que el Maestro describe en sus conferencias. Una noche mientras dormía, de repente vi un ojo grande y brillante que me miraba fijamente. Además, debido a mi apego a comer carne, experimenté todos los efectos que el Maestro describe al respecto en sus enseñanzas. Después de un año de reacciones repetidas, finalmente pude renunciar al apego. Otro ejemplo es que un día descubrí la mitad superior de mi visión bloqueada. Este fenómeno duró tres días, después de lo cual mi vista volvió a la normalidad. Después de leer las enseñanzas del Maestro, me di cuenta de que este efecto transitorio se debía al movimiento de ciertos mecanismos de cultivación.

En 2004, fui ilegalmente detenida en un campo de trabajo forzado donde cuatro policías me torturaron en un intento de obligarme a abandonar la cultivación. Me aplicaron descargas eléctricas en la cara, cuello, orejas, espalda, manos, piernas y pies. Como resultado, me salieron muchas ampollas grandes, especialmente en la cara y el cuello. Al recibir la ayuda de Shifu, no sentí dolor y mis ampollas reventadas no se infectaron. En una semana, las ampollas formaron costras y la piel se recuperó por completo después de solo dos semanas.

En la tarde del 5 de agosto de 2017, repentinamente experimenté severos piquetes en el brazo izquierdo. Cuatro pequeñas ronchas blancas aparecieron después, y experimenté una intensa comezón en el brazo, junto con fiebre alta. Tal vez me había picado un insecto venenoso. Sufrí una fiebre muy alta e incontrolable durante los siguientes dos días y tres noches. En la tercera noche, mientras estaba semiconsciente, supliqué en silencio: "¡Maestro, sálveme, por favor, sálveme! ¡No puedo aguantar más!". Repetí mi súplica hasta que me dormí. A la mañana siguiente, descubrí que mi fiebre había desaparecido milagrosamente.

Durante los últimos 20 años de cultivación, Shifu ha estado cuidándome constantemente y purificando mi cuerpo. Desde lo más profundo de mi corazón, estoy agradecida por la infinita e ilimitada protección cálida del Compasivo Maestro.