(Minghui.org) En 2012 fui golpeada por un coche cuando me dirigía al trabajo. La conductora me ayudó a levantarme y me apoyó en un árbol. Me pidió que la esperara mientras ella buscaba a alguien para llevarme al hospital. Se fue y nunca regresó. Entonces llamé a mi sobrino y él me llevó al hospital.

Solo el lado izquierdo de mi cara estaba herido. Sangraba y mi ojo izquierdo estaba hinchado y cerrado. Cuando me miré al espejo me mareé repentinamente.

Limpiaron mi herida y me dieron una inyección intravenosa. Mi sobrino me preguntó si quería ser hospitalizada pero me rehusé porque solamente estaba herida en la cara. Entonces él me pidió que fuera a su casa.

Mi sobrino y su madre practican Falun Dafa. Mi cuñada no se sorprendió al verme. Sonrió y me dijo: “Estas aquí para obtener el Fa”. Me pidió que recitara “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Y yo lo hice.

No me atrevía a mirarme en el espejo así que mi sobrino me revisaba la cara y cada vez decía “¡Se ve mejor!”.

Un día mi cuñada me preguntó “¿Quieres practicar Falun Dafa conmigo?”, y le dije que sí sin pensarlo. Comencé a leer el libro Zhuan Falun y todos los días hacíamos los ejercicios. Mi cara se recuperó rápidamente y no quedó ninguna cicatriz.

Entonces tomé una copia de Zhuan Falun y me la llevé a mi casa. Sin embargo, no leí mucho, así que mi cuñada se la llevó de vuelta. Cuando la volví a visitar volví a llevar el libro conmigo porque me sentía segura teniéndolo.

Después de recoger el libro, y por cuatro veces, mi cuñada me preguntó: “¿Realmente quieres cultivarte? Si es así, estudiemos juntas”. Desde entonces comencé a leer Zhuan Falun y las compilaciones de enseñanzas del Fa del Maestro con ella. Durante este tiempo mi cuñada y yo solo nos concentrábamos en estudiar el Fa y hacer los ejercicios. Mi hermano también me ayudó a corregir mi pronunciación. Estaba inmersa en Dafa y gradualmente cambié. Me volví más sana y mi personalidad se volvió más abierta y animada.

Pasó rápidamente un año. Entonces la nieta de mi cuñada nació y ella estaba muy ocupada. Dejé de ir a su casa a estudiar el Fa así que ella me ayudó a unirme al estudio del Fa grupal. Entonces entré en el ambiente de cultivación grupal, el cual formó una base sólida para mi entendimiento más profundo de los principios del Fa.

Cuando fui a la fiesta del cuadragésimo aniversario de la graduación de secundaria mis excompañeros se sorprendieron de ver que lucía más joven y sana. También dijeron que parecía más positiva, feliz y con una mente simple. Algunos comentaron: “¡Tú no eras así en la secundaria! Eras una persona fría y estabas enferma todo el tiempo. ¿Qué medicina tomaste para cambiar tan drásticamente? ¡Eres una persona totalmente diferente!”.

Respondí con una sonrisa “Ahora practico Falun Dafa. Me ha dado una nueva vida”.