(Minghui.org) Un guardia de la prisión le dijo a la Sra. Zhou Xiuhui cuando recuperó la conciencia: “Eres una bomba de relojería”. 

De camino de tener una evaluación médica, perdió el conocimiento por más de 20 minutos. El guardia le dijo: “No me importa que mueras tan pronto como salgas por esa puerta. Pierdo el sueño cada día que pasas aquí”.

En abril de 2008 la Sra. Zhou, practicante de Falun Gong de la ciudad de An'ning de la provincia de Heilongjiang, fue arrestada. Por negarse a renunciar a su fe fue condenada a siete años de prisión.

Después de tres años de grave abuso mental y físico contrajo tuberculosis en el pecho y tumores en el cuello y en los pechos.

Un médico calificado del hospital dijo: “Esta persona puede morir en cualquier momento o quedarse parapléjica”.

Con el fin de evitar responsabilidades, en ese mismo momento, los funcionarios de prisiones decidieron liberar a la Sra. Zhou. El 18 de noviembre de 2010 fue puesta en libertad condicional por motivos médicos.

A continuación la experiencia de la Sra. Zhou.


Torturada bajo custodia policial

El 22 de abril de 2008 fui arrestada junto con tres practicantes por dar materiales de Falun Gong en público. Nos llevaron a la comisaría de Erzhan. El director de policía del distrito del buró personalmente condujo y supervisó nuestro interrogatorio de esa noche.

Durante el interrogatorio, un policía con el doble de mi tamaño, me golpeó con una porra de goma. No podía soportar sus fuertes golpes. Estaba esposada a la espalda. Al tensar las esposas me cortaban las muñecas. Otros dos policías, repetidamente me daban tortazos.

Después del interrogatorio, nos dejaron encadenados juntos y de pie el resto de la noche. Al día siguiente, nos llevaron al centro de detención del distrito de Chengling.

Le mostré los moretones de mi espalda a una mujer policía de allí. Se sorprendió y dijo: “¿Quién le ha hecho esto? ¿Solo por practicar Falun Gong?”.


Alimentación forzada en el centro de detención

Después de 12 días en el centro de detención del distrito de Chengling nos trasladaron al centro de detención de An´ning. Tres veces hice huelga de hambre en los nueve meses en el centro de detención de An´ning.

En mi primera huelga de hambre, para castigarme la policía me alimento a la fuerza con agua salada. Mi segunda huelga de hambre duró 8 días y la siguiente 12 días.

En régimen de aislamiento, la policía me extendió y ató mis cuatro extremidades durante nueve horas.

Después de nueve meses en el centro de detención y tres audiencias, fui condenada a siete años de prisión.

Graves problemas de salud en la prisión

El 21 de enero de 2009 junto con otras tres practicantes, me llevaron a la prisión de mujeres de Heilongjiang. La policía nos obligó a sentarnos en taburetes pequeños y ver videos que difamaban a Falun Gong. No se nos permitía hablar con nadie. Siempre me seguía alguien adonde fuera.

Al poco tiempo de estar en la prisión, empecé a sufrir dolor de espalda, dolor de cuello y empecé a perder el control de mi mano derecha. Vomitaba con frecuencia.

Les pregunté sobre ir a ver a un médico. Al principio, los guardias de la prisión se negaron, hasta que otros internos se lo dijeron.

Me llevaron al hospital de la prisión. El director del hospital vio mi condición y dijo: “Llévenla de inmediato a un hospital externo para examinarla”.

Me hicieron una resonancia magnética y pruebas de ultrasonido en un hospital fuera de la prisión. Los exámenes mostraron que tenía tuberculosis en el pecho y tumores en el cuello y los pechos. Al ver la imagen por resonancia magnética el médico dijo a la policía: “¿Por qué la trajiste tan tarde? Esta persona puede morir o quedar parapléjica en cualquier momento”.

Tan pronto como escucharon mi situación, los funcionarios temían que muriese en prisión y procedieron a mi libertad condicional médica. Trataron de dejarme en el hospital de la prisión, pero no me admitían.

El 18 de noviembre de 2010, dos años y siete meses después de mi arresto, me dieron de alta estando al borde de la muerte.