(Minghui.org) Después de que Shifu publicara «Por qué existen los seres humanos» y «¿Por qué hay que salvar a las multitudes de seres conscientes?», me di cuenta de que estaba lejos de cumplir los requisitos de un practicante de Falun Dafa. Así que empecé a memorizar estas enseñanzas. De memorizar un párrafo cada vez, a varios párrafos, memoricé las enseñanzas mientras iba en autobús al trabajo todos los días durante más de un mes.

Cuando me resultaba difícil memorizar, miraba hacia dentro y descubría que tenía elementos de la cultura del Partido Comunista Chino (PCCh). Recordé mis interacciones con familiares, amigos, profesores, compañeros de clase y vecinos, y me di cuenta de que no manejaba todas las situaciones como debería haberlo hecho un practicante. Mis sentimientos de suficiencia se convirtieron en sentimientos de culpa y de culparme a mí mismo. Después de identificar mis apegos, Shifu resolvió todo tipo de agravios y sentó las bases para que pudiera aclarar la verdad a mis parientes y amigos.

Cuando leía Zhuan Falun y me encontraba con palabras cuyo significado no acababa de comprender, recordaba pasajes de las últimas enseñanzas de Shifu. Me iluminé con los significados más profundos y sentí que mi xinxing se elevaba.

A través de la memorización del Fa, me volví cada vez más claro sobre la existencia de los Tres Reinos y el Mundo Celestial, y comprendí que todas las personas son creadas por Shifu, y que todos vinimos del cielo. Estamos esperando a Dafa, esperamos obtener y asimilarnos el Fa, y volver a nuestro verdadero ser. 

El propósito de la vida no es perseguir la fama y la fortuna. Nuestra tarea es mejorarnos a nosotros mismos, tratar bien a los demás y volver a nuestros orígenes. Después de comprender esto, Shifu arregló otra oportunidad para que yo mejorara mi xinxing y aclarara la verdad a la gente.

Oportunidades de cultivación en el trabajo

 Nuestras bonificaciones en el trabajo se basaban en nuestro rendimiento y se anunciaron a finales de marzo de 2023. Estaban influenciadas por conexiones políticas. Los líderes estaban ocupados celebrando reuniones y atendiendo a sus supervisores. Estaban ansiosos y preocupados porque si no cumplían los requisitos del PCCh perderían sus puestos.

El trabajo que deberían haber hecho ellos se encomendaba al personal de primera línea, ya sobrecargado de trabajo, pero las primas de estos empleados eran pequeñas. Los «empleados destacados» eran los dirigentes y funcionarios locales del PCCh, pero los que trabajaban duro no eran seleccionados. Por lo tanto, todos hacían las cosas en aras de obtener intereses inmediatos y materiales. No les importaba si lo que hacían estaba mal. Nadie quería hacer ningún trabajo extra que no fuera notado por el líder del trabajo o a menos que hiciera ganar más dinero.

Hubo un trabajo de este tipo a principios de abril, y los líderes querían reclutar a alguien. El trabajo requería que la persona trabajara los fines de semana después de haber trabajado toda la semana. Además, la persona no podía ir a casa durante dos días y tres noches. El jefe de grupo pidió primero la opinión de todos, pero nadie se apuntó. Más tarde me dijeron que preguntó en privado a cada miembro del equipo, pero nadie quiso hacerlo. 

Yo estaba a punto de jubilarme. Siempre me sentí como un espectador, así que nunca me ofrecí voluntario para hacer trabajo adicional. Prefería dedicar mi tiempo a estudiar el Fa y practicar los ejercicios. No me importaban las primas ni mi rango en el trabajo. 

Sin embargo, después de leer y memorizar las nuevas enseñanzas de Shifu, me di cuenta de que también somos miembros de la sociedad, y esto es cultivación de la rectificación del Fa, no cultivación personal. Me di cuenta de que debía dejar de lado el egoísmo y hacer un buen trabajo en el trabajo. 

 Así que decidí decirle al líder del grupo que yo haría el trabajo, pero él no estaba allí. Esa tarde vino a nuestra oficina y dijo que los supervisores nos habían pedido que lo echáramos a suertes para decidir. Como algunos se negaron, no sabía qué hacer. Le dije: «No lo echemos a suertes. Lo haré yo». Se puso muy contento y mis compañeros me dieron las gracias. 

Sentí que era mi deber. Si no hubiera estudiado el Fa, no habría podido hacerlo. 

Me preguntaba con quién me asignarían, y esperaba que la persona aceptara la verdad sobre Falun Dafa y la persecución. Cuando supe con quién me habían asignado, pensé que no me escucharía, porque me pareció que era calculador. No pensaba aclararle la verdad. Durante nuestros descansos le enviaba pensamientos rectos. A veces charlábamos y yo hablaba de los principios de Falun Dafa, pero no esperaba que aceptara lo que le decía. 

Sin embargo, cuando mencioné la existencia de otras dimensiones, dijo que su hijo a veces podía ver vidas en otras dimensiones. Dijo que no quería que su hijo fuera así y que estaba buscando la manera de ayudarlo.

Cuando oí esto, me sentí realmente avergonzado de mi arrogancia. Sentí que Shifu me estaba dando compasivamente una pista para salvarlo a él y a su hijo. Sentí que no era una coincidencia que hubiéramos quedado para trabajar juntos.

Cuando me preguntó cómo sabía tanto. Le dije: «Soy practicante de Falun Dafa. Fui perseguido dos veces. Tú lo sabes, y lo sabe todo el lugar de trabajo». Asintió. Le conté cómo empecé a practicar y le hablé de Dafa y su persecución por el PCCh. Me escuchó con mucha atención y me pidió detalles. Cuando le hablé de la naturaleza malvada del PCCh, de la sustracción forzada de órganos avalada por el Estado y de la importancia de renunciar al PCCh, se sorprendió un poco. 

Finalmente, me preguntó si tenía miedo de aclarar la verdad. Le dije que sí, pero que tenía a Shifu y a Dafa. Sé que Falun Dafa es recto, y esto me da valor. Expresó su admiración. Cuando le di una copia de las nuevas enseñanzas de Shifu, dijo: «¿Puede una persona como yo entender esto?». Le dije: «Las palabras de Shifu son sencillas y claras; seguro que podrás entenderlo». Tomó el ejemplar con alegría. 

Una vez terminada la tarea, el lugar de trabajo nos dio 24 horas de permiso compensado. Nuestros compañeros dijeron que, de haberlo sabido, se habrían ofrecido voluntarios para la tarea. Lo más sorprendente es que el jefe me elogió tres veces durante una reunión con los mandos intermedios y superiores. Los jefes de departamento también me elogiaron. Mi evaluación fue «excelente» y me dieron una bonificación.

La opinión de la gente sobre Falun Dafa cambia

De hecho, el jefe sabía que yo practicaba Falun Dafa, y siempre sentí su hostilidad. Me di cuenta de que mi odio hacia la policía y los funcionarios de alto nivel procedía de la cultura del Partido, y era una manifestación de los esfuerzos del PCCh por desgarrar la sociedad y causar antagonismo entre el Partido y la gente en general. 

Por eso, cuando el líder me elogió, sentí que Shifu me estaba animando. Me di cuenta de que era una oportunidad para eliminar mi resentimiento hacia el líder.

Le di una copia de las nuevas enseñanzas a una compañera de trabajo que ya había renunciado al Partido. Lo tomó y dijo: «Falun Dafa es bueno y recto. No es como las religiones que se meten en política». 

Le dije: «Según la Constitución de China, los ciudadanos tienen derecho a practicar la religión, y nosotros tenemos derechos políticos. Sin embargo, aunque no hables de política, la política vendrá a ti, por eso el PCCh quiere que aprendamos su política todos los días. Lo más importante es saber distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, el bien y el mal, y comprender el sentido de la vida. Si lees seriamente lo que dijo Shifu, seguro que te beneficiarás». Ella asintió con la cabeza.

Un día, otro compañero y yo éramos los únicos en la oficina. Pensé que era un arreglo de Shifu y que debía aclararle la verdad. 

Hablamos de todo, desde la Revolución Cultural hasta la masacre de la plaza de Tiananmen. Le hablé del marcado contraste entre la cultura tradicional china y la cultura del PCCh, y de cómo el PCCh extrae órganos de los practicantes de Falun Dafa. 

Me preguntó qué era realmente Falun Dafa. Le dije que nos esforzamos por vivir según los principios de Dafa y le enseñé los ejercicios. Le hablé de la importancia de renunciar al Partido y aceptó todo lo que le dije. Supe que otra persona se había salvado, gracias a la compasión y misericordia de Shifu.

Fui testigo del poder y la compasión de Dafa a través de estas experiencias. Estuve posponiendo la escritura de este artículo por pereza. Siento que aflojé mi cultivación y preocupé a Shifu. La razón por la que puedo aclarar la verdad a la gente es porque Shifu me dio sabiduría y coraje. 

Todo lo que logramos se debe a la inconmensurable compasión y arreglos de Shifu. Compañeros practicantes, si dije algo inapropiado, por favor corríjanme amablemente.

Gracias, Shifu.