(Minghui.org) Comencé a sufrir depresión en 2002, cuando tenía 40 años. Tenía insomnio y estaba extremadamente ansiosa. Era difícil expresar con palabras esa sensación. Incluso pensé en suicidarme.
Fui a un hospital psiquiátrico para recibir tratamiento y pedí una cita con un especialista. El especialista me recetó algunos medicamentos, pero no solo no me ayudaron, sino que comencé a sentir una sensación de ardor en el pecho. Luego fui a otro especialista que me dio una receta diferente, pero tampoco funcionó. Probé con cinco especialistas, pero ninguno de ellos pudo ayudarme. En cambio, mi condición empeoró. Llegó al punto en que no podía soportarlo y comencé a darme palmadas en el pecho muy fuertes. En otras ocasiones, tenía tanto dolor que me golpeaba las manos y la cabeza contra la pared. Todavía me estremezco cuando pienso en eso ahora.
Como mi estado de salud empeoraba, apenas podía comer. Ni siquiera podía tragar gachas de arroz y perdí más de cinco kilos. Como la medicina occidental no podía curar mi enfermedad, fui al Hospital Provincial de Medicina Tradicional China. Tomé la medicina china que me recetó el médico, pero no mejoré. Fui a otro especialista en medicina china que me dio una receta diferente, pero solo empeoró mi condición. Luego probé algunas clínicas privadas de medicina occidental y tradicional china.
En una clínica me recetaron una pastilla marrón oscura que me hizo sentir mejor de inmediato. Pero después de tomarla durante un tiempo, el médico me aconsejó que no la tomara más. Dijo que la medicina contenía una hormona y no curaba mi enfermedad. Si seguía tomándola, dañaría mi salud. Además, esa medicina era muy cara, costaba más de 800 yuanes a la semana; simplemente no podía pagarla. Después de dejar de tomar la medicina, mi condición empeoró.
Sentía dolor cada segundo y quería suicidarme. Sin embargo, mi hija acababa de ser admitida en una prestigiosa escuela secundaria. Éramos muy unidas y pensé que si moría, sería un golpe muy duro y afectaría mucho sus estudios para el examen de ingreso a la universidad. Me dije a mí misma: “No, no puedo morir. Mi hija no está casada y todavía me necesita. ¡Tengo que vivir!”. Busqué médicos y probé diferentes medicamentos. Incluso gasté 100 yuanes para ver a un curandero espiritual, pero no sirvió de nada”.
Luché durante más de un año, durante el cual mi esposo, mi hermano y mi hermana se turnaron para cuidarme. Quería morir, pero no podía dejar a mi hija; pero al seguir viva, sufría un dolor insoportable. Mi situación era desesperada.
Un rayo de esperanza
Una mujer llamada Jing vivía en mi comunidad residencial y practicaba Falun Dafa. Ella sabía de mi condición e intentó persuadirme para que practicara Falun Dafa varias veces, pero le dije que estaba demasiado inquieta y no podía quedarme quieta. En el otoño de 2003, vino a visitarme nuevamente. Al ver mi condición, dijo: “Vamos a dar un paseo para relajarnos”. Me sentía desesperanzada e impotente, pero después de que ella dijo eso, me sentí esperanzada. Así que la seguí afuera. Caminamos por la calle cerca de mi apartamento y luego ella me llevó a su casa.
Tan pronto como entré a su casa, increiblemente mis síntomas se aliviaron; todo mi cuerpo se sintió ligero y cómodo. Ella dijo: “Reproduciré un poco de música. Si te gusta, podemos subir el volumen. Si te sientes irritada, lo apagaremos”. No había podido escuchar ninguna música después de que me deprimí. Incluso mis canciones favoritas me irritaban. Pero esta vez quise intentarlo. No recuerdo si tocó Pudu o Jishi, pero cuando escuché la música, no me sentí irritada en absoluto. La música era elegante y me sentí muy confortable y tranquila. Cuanto más escuchaba, más tranquila estaba mi mente.
Le pregunté qué tipo de música era y por qué sonaba tan bien. Ella dijo: “Esta es música de Falun Dafa”. Al ver que me sentía mejor, me preguntó: “¿Te gustaría practicar el ejercicio de meditación de Falun Dafa?”. Como me sentía mucho mejor, dije que sí. Después de meditar durante una hora, ya no me sentía irritada.
Ella preparó atole de avena al mediodía. Normalmente me costaba comer, pero comí tres platos. Aunque no sabía nada sobre Dafa y no entendía cómo me aliviaba, sabía muy bien que mi mejoría debía estar relacionada con probar la práctica. De lo contrario, después de ver a tantos médicos durante más de un año, ¿cómo podría mejorar tan rápidamente? Ella me preguntó si me atrevería a practicar Falun Dafa. Sabía que el Partido Comunista Chino (PCCh) perseguía severamente a Dafa, pero pensé: “Mientras no sufra de depresión, no temo ninguna persecución”. Así que acepté firmemente. A partir de entonces, comencé a estudiar y practicar Falun Dafa.
Todavía me sentía bien después de dejar la casa de Jing, pero una vez que llegué a casa, comencé a sentirme un poco inquieta nuevamente. Sin embargo, los síntomas eran mucho más leves y pude soportarlo. Esa noche me quedé dormida y dormí profundamente. Al día siguiente, mi familia me dijo que incluso roncaba. Cuando más tarde leí el Fa, me di cuenta de que Shifu Li era muy compasivo. Para iluminarme y guiarme a entrar en la cultivación de Dafa, Él eliminó la montaña de yeli de enfermedad por mí. Mientras escribo sobre esto, me siento abrumada de alegría y mis ojos se llenan de lágrimas.
Al mismo tiempo, aprendí acerca del principio del universo de “sin pérdida, no hay ganancia”. Así que Shifu no eliminó todo el yeli de mí y dejó un poco para que yo lo soportara. Pero no me di cuenta de esto de inmediato. Esa tarde y la mañana siguiente, mi familia utilizó sus conexiones para contactar a los expertos más conocidos del Hospital Provincial de Medicina Tradicional China y del Hospital Psiquiátrico Provincial y decidieron tratarme tanto con medicina tradicional china como con medicina occidental. Terminé tomando medicamentos y practicando Falun Dafa al mismo tiempo.
Durante ese período, iba a la casa de Jing todos los días y leía las enseñanzas y practicaba los ejercicios con ella y su esposo. Debido a que crecí adoctrinada con la cultura del PCCh, creía en la evolución y el ateísmo. Por mucho tiempo no creí en la existencia de dioses y Fo, y no entendía que Falun Dafa es una práctica Fo. Mirando hacia atrás, mi calidad de iluminación era realmente pobre en ese momento.
Mis asombrosas experiencias
Mientras estudiaba el Fa y practicaba los ejercicios, mi condición mejoraba día a día, y pronto mi depresión desapareció. La espondilosis cervical que sufrí durante más de diez años también desapareció. Entonces comencé a experimentar varios fenómenos milagrosos.
Después de practicar los ejercicios durante una semana, Shifu abrió mi oído celestial. Cuando estaba haciendo el segundo ejercicio, sentí una corriente de aire que entraba en mi oído izquierdo y luego salía por mi oído derecho, lo que hizo que me dolieran un poco los oídos. Después de terminar de hacer los ejercicios, todavía podía escuchar la música de Dafa.
Shifu me ajustaba las piernas todos los días. A veces se sentían calientes en un lugar y luego en otro. Durante varias noches, sentí tanto calor que tuve que quitarme la manta y sudé profusamente como si hubiera estado en un sauna.
Mientras practicaba la meditación sentada, la parte superior de mi cuerpo se sentía muy ligera. Era como si mi pesado cuerpo físico ya no existiera. Tampoco tenía pensamientos. Me sentía muy bien y cómoda; la sensación es difícil de describir.
Jing me presentó a otros practicantes. Me uní a varios grupos de estudio del Fa y leí el Fa y compartí experiencias en ellos. Los practicantes técnicos me ayudaron a comprar una computadora e instalaron el software para que pudiera superar el bloqueo de Internet del PCCh. También visitaba los sitios web Minghui y Zhengjian todos los días y leía muchos artículos de intercambio escritos por practicantes. Esto amplió mis horizontes y abrió mi mente. Poco a poco entré en el extraordinario mundo de la cultivación de Dafa. Cuando leía artículos en Minghui, me asombraba y me conmovía por la iluminación en la cultivación de otros practicantes de Dafa, sus experiencias milagrosas de superación del yeli de enfermedad y los innumerables milagros que Dafa manifestaba. Poco a poco fui rompiendo la cáscara de la ideología atea del PCCh. Mis pensamientos rectos se hicieron cada vez más fuertes y caminé con firmeza por el camino de la cultivación de Dafa.
Superando el miedo
Sin embargo, el dolor de mi depresión me hizo sentir un miedo muy fuerte. No podía eliminarlo y las viejas fuerzas se aprovecharon y reforzaron mi miedo, haciéndome sentir demasiado asustada como para dejar de tomar la medicina. Cuando decidí dejar de tomarla, me asusté tanto que temblé y mi depresión pareció regresar. Había estado dependiendo de la medicina durante muchos años. Un día, Jing me dijo que cuando ella estaba leyendo Zhuan Falun y leyó la primera línea de un párrafo, la línea de palabras desapareció y aparecieron seis grandes caracteres plateados que decían: “Los cultivadores no se enferman”. Estos seis caracteres eran tridimensionales y sobresalían del papel. Comprendí de inmediato que esto debía haber sido una pista de Shifu para mí. Jing me animó: “Las personas que practican Falun Dafa no tienen enfermedades. Shifu nos las ha quitado”. Con su aliento, decidí dejar de tomar la medicina. Esta vez me tranquilicé y dejé todo en manos de Shifu. Me limité a estudiar el Fa y practicar los ejercicios todos los días.
Una tarde, mientras leía Zhuan Falun, estaba soportando el dolor. Vi claramente cuatro o cinco objetos redondos grises del tamaño de semillas de soja que entraban en mi cabeza por la sien izquierda, moviéndose de izquierda a derecha en mi cabeza, y luego salieron rápidamente de mi cuerpo por la sien derecha después de unos cuatro o cinco segundos. Después, mis síntomas se aliviaron y mi ansiedad desapareció. Sentí mucho sueño y quería irme a la cama. Estaba muy emocionada porque me di cuenta de que esas cosas redondas grises eran los espíritus que me torturaban. Shifu vio mi corazón firme y expulsó esas cosas de mí. Sabía que no había eliminado mi noción de “enfermedad”, por lo que me permitió ver esos espíritus y me iluminó sobre lo que causaba mi depresión.
Shifu explicó claramente la esencia del ye de enfermedad en Zhuan Falun. Sin embargo, estaba firmemente atrapada por las nociones humanas sobre la enfermedad y no podía romper mi caparazón humano. Leí un artículo de un practicante en Minghui titulado “La ilusión de la enfermedad”. Sentí que este practicante tiene una comprensión muy profunda, completa y exhaustiva del yeli de enfermedad. Él escribió:
“La enfermedad es una ilusión que puede desconcertarnos. La enfermedad en sí misma es un concepto falso. No es la verdadera razón por la que la gente sufre o muere”.
“La gente ha estado engañada por el falso fenómeno de la enfermedad durante miles de años y no puede salir de esta mentalidad”.
“Según entiendo, la enfermedad es un arreglo de un ser divino, creado para evitar que los humanos comprendan la verdad del universo”.
“La enfermedad es un arreglo de seres superiores, que deciden: cuándo una persona pagará las deudas que debe, cómo lo hará y cuánto dolor sufrirá. Cuando vence la deuda, se enciende el interruptor”.
Esto fue muy inspirador para mí.
Cuando mi comprensión del yeli de enfermedad cambió, fui capaz de romper gradualmente con la noción humana de la enfermedad. Bajo la protección compasiva de Shifu y la iluminación repetida, así como con la ayuda de los compañeros practicantes, gradualmente dejé de lado mi miedo a la depresión. Sin tomar ningún medicamento, mi salud siguió mejorando y me recuperé por completo.
Después de eliminar mi miedo a enfermarme, cuando leía Zhuan Falun y otras conferencias de Shifu, me sentía diferente que antes, y era capaz de ver cada vez más principios del Fa de alto nivel. De repente entendí muchas cosas que no entendía antes. Siempre que pasaba una prueba de xinxing, dejaba de lado un apego o comprendía un principio del Fa de nivel superior, todo mi cuerpo vibraba. Sentía que cada célula se movía, cada poro de mi cuerpo estaba abierto y mis órganos internos estaban limpios. ¡Era una sensación milagrosa!
Para mejorar en mi cultivación lo más rápido posible, no perdía el tiempo y estudiaba mucho el Fa. Especialmente después de jubilarme, leía el Fa durante cinco o seis horas todos los días y también lo memorizaba. ¡Quería que mi mente se llenara del Fa! He memorizado Zhuan Falun más de diez veces y ahora puedo recitar las tres primeras lecciones, especialmente la primera, que puedo recitar sin mirar el libro. También leo repetidamente las otras conferencias de Shifu. Cuanto más estudio, más clara se vuelve mi mente, mayores significados veo y más me disuelvo en el Fa. Siento que estoy bañada por la luz de Fo todos los días. Cuando recuerdo que soy discípula de Shifu y cuando pienso en el hecho de que Él está a mi lado cuidándome, casi me abruma la alegría.
Soy muy afortunada de practicar Falun Dafa en el período de la rectificación del Fa. Nunca podría regresar al mundo ordinario de nuevo, incluso si se me ofreciera toda la riqueza del mundo entero. Solo quiero cultivar Dafa, escapar del mar de sufrimiento en el mundo humano e ir a casa con Shifu. ¡Esta es la voz que sale del fondo de mi corazón!
Gracias, Shifu, por tu compasiva salvación. Gracias a todos los compañeros practicantes que me han ayudado.