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El asombroso cambio de mi hijo gracias a la guía de Dafa

Ago. 26, 2024 |   Por un practicante de Falun Dafa en EE.UU.

(Minghui.org) Todos los padres quieren que sus hijos consigan grandes cosas. Pero en los tiempos turbulentos que corren, ¿pueden los padres ayudar realmente a sus hijos a cumplir sus deseos por medios ordinarios, dado el caos que reina en el mundo actual? Nuestra propia experiencia nos dice que no. Muy a menudo, vemos la crianza de nuestros hijos como un deber a cumplir, mientras que, de hecho, sólo Dafa puede realmente ayudar a nuestros hijos a deshacerse de sus malos hábitos y convertirse en jóvenes discípulos de Dafa que se esfuerzan hacia adelante con una actitud positiva para ayudar a Shifu a salvar a los seres conscientes. Me gustaría compartir algunas historias sobre mi hijo.

Hoy en día, probablemente todos los padres son conscientes del daño que los videojuegos hacen a los niños. Con sus mentes llenas de violencia, a menudo tienen problemas para concentrarse en sus estudios, y sus pensamientos y comportamiento se ven afectados. Los niños adictos a los videojuegos suelen mostrar un declive general en el aprendizaje y el carácter moral. Algunas personas incluso dicen que estos juegos pueden arruinar la vida entera de un niño. Pero, ¿cómo podemos mantener a los niños alejados de tentaciones tan dominantes?

En China, mi hijo iba a un colegio privado en el que el ambiente de aprendizaje era bastante bueno y no se permitía a los niños jugar a videojuegos. Sin embargo, los profesores no podían vigilar lo que hacían los niños después de clase, como en las actividades extraescolares o en sus clases de pasatiempos.

Mi hijo aprendió a jugar a videojuegos gracias al profesor de una clase extraescolar, en la que aprendían a jugar al Go. Entonces no sabíamos nada. Mi hijo sabía que no le dejaríamos jugar a los videojuegos, así que nos lo ocultó incluso después de que se volviera adicto a ellos. Cuando lo descubrimos, ya estaba tan enganchado a los videojuegos que no podía controlarse. Cuando nos negábamos a dejarle jugar, discutía con nosotros agresivamente, ya no como un niño. Era realmente aterrador. Ha habido muchos conflictos entre padres e hijos por este tema. Al final, mi mujer se enfadó tanto que rompió la tablet de mi hijo, pero eso no lo detuvo. Las notas de mi hijo en el colegio también estaban bajando.

Mi mujer estaba desesperada. Entonces pensó: «Soy practicante de Dafa. No debo reaccionar a esto como una persona común. Sólo Shifu y Dafa pueden ayudarle». Así, ella dejó de enfadarse con nuestro hijo y arregló que él asistiera a un grupo semanal de estudio de Fa en la casa de una practicante diligente. La habitación donde estudiaban estaba bellamente decorada con flores, y ella, preparaba sabrosos bocadillos para los niños, después. A los niños les encantó el grupo de estudio y compartieron sus experiencias de cultivación. Mi hijo contó cómo había mirado hacia dentro para eliminar sus apegos.

Un día él me entregó el equipo informático que utilizaba para jugar a videojuegos a escondidas. Aunque unos días después se arrepintió de haberlo hecho porque ya no podía jugar, nunca me pidió que se lo devolviera. El estudio semanal de Fa al que asistía le ayudó mucho y acabó dejando por completo los videojuegos, que le habían afectado durante años. Un día, después del estudio de Fa, me dijo: «Papá, de repente siento que ya no tengo ningún interés en jugar a los videojuegos».

Después de eso, las notas de mi hijo mejoraron, y el estudio de Fa también sentó una base sólida para su cultivación más adelante. En menos de seis meses, fue admitido en una clase de danza en una escuela de arte de Estados Unidos.

Mi hijo ingresó en la escuela cuando tenía 13 años. Al principio, era muy diligente en la cultivación y en todos sus estudios. Asistía todos los días al estudio de Fa, de una hora de duración, y pedía a los alumnos mayores que le despertaran por la mañana para hacer los ejercicios con ellos. Todos sus profesores y compañeros le apreciaban.

Pero, con el tiempo, empezó a flojear. Algunos alumnos no eran muy aplicados, otros eran hijos de no practicantes y algunos incluso jugaban a videojuegos.

Afortunadamente, el colegio celebraba reuniones periódicas con los padres y los profesores se comunicaban con ellos con frecuencia, sobre todo si había algún problema con sus hijos, como retrasos o ausencias no justificadas. Los profesores también informaban puntualmente a los padres por correo electrónico cuando sus hijos no iban bien.

Después de un tiempo, me enteré por sus profesores y compañeros de que no era tan diligente como cuando llegó, y no apreciaba sus oportunidades de aprendizaje tanto como antes. Me preocupé mucho por él, pensando que, si no hubiera sido por la ayuda y los arreglos de Shifu, mi hijo no habría podido estudiar en EE.UU. Si no apreciaba una oportunidad tan preciosa para cultivarse y realizar estudios profesionales, ¿cómo podría estar a la altura de la bondad compasiva y los arreglos de Shifu?

Hablé con muchos padres exitosos en busca de consejo, y me dijeron que lo más importante era estudiar el Fa con mi hijo, y el resto se arreglaría por sí mismo. También hablé con otros seis practicantes mientras promocionábamos juntos Shen Yun, y me dijeron lo mismo: "Mantén a tu hijo contigo y anímale a estudiar el Fa más a menudo". Seguí sus consejos y me mudé cerca de la escuela de mi hijo para poder recogerlo todos los días después del colegio.

Cada día, lo primero que hacíamos al llegar a casa era estudiar Zhuan Falun. Unos días después, cada vez que lo recogía, me contaba lo rápido que estaba mejorando en sus técnicas de danza y que también le iba mejor en los estudios. A veces me decía que había encontrado otro apego y que lo había abandonado.

Una vez que establecimos la rutina de estudio del Fa, mi hijo ya no necesitaba que se lo recordara. Todos los días, después de dejar la mochila, me llamaba para que estudiara el Fa con él. Casi dos meses después, sus profesores de danza le preguntaron cómo había podido progresar tanto en sus habilidades de danza. Sus profesores académicos me dijeron que pronto sería capaz de responder a preguntas y explicar cómo resolvía problemas matemáticos en inglés.

Su profesor le preguntó si pasaba mucho tiempo estudiando en casa después de clase. «La verdad es que no», le respondió. «Sólo sigo estudiando una lección de Zhuan Falun con mi padre todos los días, y los fines de semana, a veces estudiamos dos o tres lecciones al día».

Dafa puede cambiarlo todo. En seis meses, mi hijo fue admitido en una academia de arte aún más prestigiosa. Es tan cierto que «La  cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu». (Primera Lección, Zhuan Falun)

¡Gracias, Shifu! Gracias, compañeros practicantes, por sus amables consejos.

Lo anterior es mi propio entendimiento que quería compartir. Por favor, tengan la amabilidad de señalar cualquier cosa incorrecta en la experiencia compartida.