(Minghui.org) Hace muchos años me condenaron a cadena perpetua por tráfico de drogas. En ese momento, el Partido Comunista Chino acababa de comenzar la persecución a Falun Dafa, y conocí a muchas practicantes de Dafa en prisión. Me trataron con amabilidad y me enseñaron la práctica. Después de eso, supe cómo ser una buena persona y he estado saludable desde entonces.
Mi esposo y yo somos agricultores y tenemos tres hijos. Hace años estábamos en grandes apuros financieros, y alguien nos dijo que podíamos ganar dinero rápido vendiendo drogas. Era demasiado pobre para pensar con claridad y empecé a vender. La policía me atrapó y me condenaron a cadena perpetua, a mi esposo a 15 años y a mi hijo adolescente a 12 años. Con los tres en prisión, nuestros otros dos hijos, uno de 14 años y otro de 11, se quedaron solos. En ese momento, me sentí tan mal por lo que había hecho que sentí que estaría mejor muerta.
Era 1999 cuando me metieron en la cárcel, y había muchas practicantes de Falun Dafa allí porque la persecución acababa de empezar. Muchas de ellas fueron torturadas y golpeadas brutalmente por los guardias. Se mantuvieron firmes y ninguna renunció a su fe. Una de ellas, todavía estudiante universitaria, murió como resultado de la tortura.
Esas practicantes seguían los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Cuando escucharon mi historia, me consolaron y me enseñaron a hacer lo correcto. Una de ellas me dio cien yuanes para que pudiera vivir más cómodamente en la cárcel. Ojalá hubiera conocido a este grupo de personas antes, entonces nunca me habría involucrado en las drogas ni habría dejado a mi familia en tanta miseria. Yo también trataba a esas practicantes como si fueran de mi familia y las ayudaba siempre que podía. No temía la persecución, sabiendo que moriría en prisión de todos modos.
Las practicantes me ayudaron a memorizar los 72 poemas de Hong Yin y otros artículos de Shifu. Los recitaba todos los días. Las enseñanzas de Falun Dafa trajeron luz a mi vida y salvaron mi alma moribunda.
Una practicante me dio una copia manuscrita de Zhuan Falun, el libro principal de las enseñanzas de Dafa. Con su ayuda y la bendición de Shifu, poco a poco aprendí a leer y finalmente pude leer el libro por mi cuenta, lo leía todos los días. También me enseñaron a hacer los ejercicios. Como resultado, gozaba de una buena salud física. Tomaba duchas frías durante todo el año y dejaba que otras usaran el agua caliente limitada.
Una guardia se enteró de que yo había aprendido Falun Dafa. Pensó que practicaba Falun Dafa para mejorar mi salud y me dijo: "Deja de practicarlo. Si te enfermas por no practicar Falun Dafa, yo pagaré tus facturas médicas". Me negué. Me ató las muñecas y me metió una fregona en la boca. Recité las palabras de Shifu para mí:
Dafa nunca abandona el cuerpo,
el corazón contiene Zhen-Shan-Ren;
un gran luohan en el mundo,
espiritus y fantasmas temen más.
(Poderosa virtud, (Hong Yin)
No sentí ningún dolor mientras la guardia me torturaba y supe que Shifu soportó el sufrimiento por mí.
En otra ocasión, mi cara se hinchó y tuve una erupción por todas partes. Rechacé la medicación, sabiendo que Shifu estaba purificando mi cuerpo. Los síntomas desaparecieron en pocos días.
Con la bendición de Shifu y de Falun Dafa, mi esposo fue liberado primero bajo libertad condicional por motivos de salud. Mi hijo fue liberado en 2009 y yo en 2016. Para entonces, la egoísta buscadora de oro había muerto, y yo había renacido.
Una de mis parientes, tras haber visto cómo yo había cambiado, tenía una opinión muy positiva de Falun Dafa. Le dijo a su hermana mayor, quien tenía cáncer uterino, que yo practicaba Falun Dafa y como resultado, yo siempre estaba apacible, gozaba de buena salud y estaba llena de energía. Le pedí a mi hijo que le enviara a la hermana de ella una copia de Zhuan Falun, y ella comenzó a practicar Falun Dafa y a hacer los ejercicios. Su cáncer se curó.
No hay palabras para expresar mi gratitud a Falun Dafa. Haré las tres cosas como Shifu nos pida y salvaré a más personas.