(Minghui.org) Saint-Gilles-Croix-de-Vie, situado en Vendée, en el oeste de Francia, es un popular balneario. El sábado 20 de julio de 2024, en el 25 aniversario de la persecución a Falun Dafa por parte del Partido Comunista Chino (PCCh), los practicantes organizaron un evento para informar a la gente sobre la persecución.
Practicantes del oeste de Francia realizaron actividades en Saint-Gilles-Croix-de-Vie.
Mientras hacían demostraciones de los ejercicios, turistas franceses y de todo el mundo se detenían, leían los paneles informativos y firmaban una petición para poner fin a la sustracción forzada de órganos por parte del PCCh.
Martine, de l'Isère.
Martine, de Isère, se detuvo a leer la información y se sorprendió al saber que Falun Dafa era perseguido en China. Dijo: «No sabía que existía tal persecución. Es absolutamente inimaginable e increíble que se masacre brutalmente a personas sólo porque practican la meditación. Esta persecución dura ya veinticinco años, y no hay palabras para describirla».
Y añadió: «Es increíble, sobre todo cuando instituciones como el Parlamento Europeo o el Congreso de Estados Unidos ya están al tanto e intentan intervenir. Pero se sabe poco al respecto, y la persecución continúa».
Dio las gracias a los practicantes por exponer este genocidio. Firmó la petición y dijo estar interesada en aprender Falun Dafa.
Un matrimonio de la región de Vendée se mostró interesado en practicar los ejercicios y facilitó sus datos de contacto a los practicantes locales.
Dos jóvenes mantienen una conversación detallada con un practicante.
Dos jóvenes hablaron con una practicante en un puesto que les dijo que los medios de comunicación informan sobre la persecución de los uigures, pero rara vez mencionan la persecución a Falun Dafa. Le dieron las gracias y dijeron que su explicación les había hecho tomar conciencia de la naturaleza brutal del PCCh. Dijeron que es muy importante que la gente conozca la verdad.
Maryvonne y su hija Maïlys hablaron con los practicantes.
Maryvonne se detuvo en el puesto de información con su hija Maïlys. Maryvonne cuenta que un amigo le habló de Falun Dafa y que sintió curiosidad, pero nunca investigó seriamente. Dijo que hablar con los practicantes le hizo comprenderlo mejor y le interesó aprender los ejercicios. Dijo que era la primera vez que oía hablar de este genocidio y que era terrible.
Su hija Maïlys dijo que no le sorprendía que los principales medios de comunicación no cubrieran este tema, porque se está ocultando mucho. Tanto la madre como la hija firmaron la petición y dieron las gracias a los practicantes.