(Minghui.org) Visité a un antiguo compañero practicante para llevarle una revista semanal. Vive solo, pero sus hijos suelen ir a cocinar para él. A su hija le preocupaba que el COVID volviera a propagarse, así que le compró latas de manzanas y melocotones, para estar «segura» (se considera que en China trae seguridad) y desearle buena suerte para escapar del desastre. Él sonrió y aceptó la fruta enlatada. Señaló las dos latas y me dijo: «Todo el mundo sabe que la peste viene a eliminar a la gente mala».
Hace una semana, mi marido volvió de comprar en el centro comercial y dijo: «El centro comercial está lleno de mujeres de tu edad, que se apresuran a comprar faldas rojas. No sé qué moda es esta». Me preocupé al oír que algunas practicantes mayores, que son madres o suegras, se afanaban en comprar melocotones en conserva y paños rojos para sus hijos para desearles suerte y que se mantuvieran a salvo. Yo no estaba de acuerdo con su comportamiento, pero ellas pensaban que simplemente seguían la corriente de la gente común.
Experiencias recientes
Después de estudiar el Fa durante muchos años, debemos saber que estos desastres naturales durante el período final del Fa son causados por la persecución del Partido Comunista Chino (PCCh ) contra Falun Dafa y sus practicantes. Dafa se ha presentado al mundo para salvar a la gente. Los practicantes salen todos los días para aclarar los hechos y pedir a la gente que diga sinceramente: «Falun Dafa es bueno; Verdad- Benevolencia- Tolerancia es bueno» para que puedan permanecer a salvo cuando ocurra un desastre. Debemos tratar a nuestros familiares de la misma manera y aclararles los hechos. Cada cambio en el mundo humano está directamente afectado por el estado de cultivación de los practicantes de Falun Dafa. ¡Debemos aprovechar cada oportunidad para ofrecer salvación a la gente!
Creo que algunos practicantes malinterpretaron lo que dijo Shifu sobre amoldarse a la gente común. En el período final del Fa, muchas cosas que aparecen en la sociedad son causadas por seres inferiores en otras dimensiones, por lo que están por debajo del estándar. Los practicantes rectos de Dafa son los defensores del nuevo universo, los futuros reyes y señores que guiarán a los seres conscientes salvados a través de las puertas del cielo. ¿Cómo podemos seguir las tendencias caóticas traídas por los espíritus bajos y los fantasmas?
Shifu vela por todos los practicantes. ¿Cómo ayudan a Shifu los practicantes que ayudan a Shifu a rectificar el Fa? Nuestros viajes de cultivación servirán de modelo para la gente en el futuro. Debemos ser lúcidos, y pensar y actuar rectamente durante el caos del mundo humano.
Al llegar al final de nuestra cultivación, el Fa tiene requisitos mucho más altos y no deja lugar para fallas. Las viejas fuerzas se aprovecharán de cualquiera de nuestros pensamientos que no cumpla con el Fa. Debemos recordar en todo momento que somos cultivadores.
Dafa se presentó al público hace 32 años. Muchos practicantes son ahora mayores y sus hijos se han casado y han formado familias. Aunque algunos practicantes jóvenes de Dafa dejaron de practicar después de que comenzó la persecución, las semillas de Dafa fueron plantadas en sus corazones.
Debemos ponernos en contacto con ellos y despertar su divinidad y pensamientos verdaderos para que puedan reanudar la cultivación. Además, la generación más joven no cree en dioses y Budas después de haber sido envenenada por el ateísmo del PCCh. Cuando surge el peligro de desastres naturales, se presenta una oportunidad para que crean en dioses y Budas. Debemos guiarlos en la dirección correcta para restaurar su fe recta, de modo que más personas puedan recibir la salvación por creer que Dafa es bueno. Esto es lo que el gran y misericordioso Shifu quiere lograr.
El complicado caos de la sociedad actual es una prueba para cada practicante. No debemos dejarnos obnubilar ni perturbar por el caos.
Tengamos presente la enseñanza de Shifu:
«¡Despiértense! El camino más difícil ya lo han atravesado, que al final no se vuelque el barco en la zanja apestosa» (Otra vez un palo de advertencia).