(Minghui.org) En junio del 2023 mi hermana menor regresó de hacer de niñera del hijo de su hija. Al no hacer las tres cosas que un practicante de Dafa debe hacer durante mucho tiempo, su condición física se resintió.
Por ejemplo, le costaba subir y bajar las escaleras porque tenía las piernas y las rodillas hinchadas. Le propuse estudiar juntas el Fa y aceptó. Otro practicante y yo empezamos a ir a su casa para estudiar el Fa.
La casa de mi hermana estaba lejos de la mía y me resultaba un inconveniente hacer el viaje todos los días, así que quise quedarme con ella una temporada. En cuanto se lo comenté a mi marido, estalló de inmediato y me regañó con crueldad. Yo me tranquilicé y me dije a mí misma que lo tomara como una oportunidad para mejorar el xinxing. También sabía que no podía tratarle igual ni enfadarme.
Me fui a otra habitación para enviar pensamientos rectos. Mi marido entró, gritándome y diciendo palabras malsonantes, totalmente irracional.
Me enfurecí y pensé: "Te estás pasando de la raya. Permito que te aproveches así de mí porque soy practicante, de lo contrario me habría enzarzado en una gran pelea contigo. No te tengo miedo. Siempre puedo divorciarme de ti".
Sin embargo, pensándolo mejor, me di cuenta de que no podía dejarme intimidar por él. Soy practicante, y todo lo que encuentro no es una coincidencia. Esto es una prueba".
Sin embargo, en cuanto vi su expresión facial feroz y despiadada, me alteré mucho. Mis pensamientos rectos y mis pensamientos humanos se iban alternando. Aunque me mordí la lengua, no pude superar la situación. Así que lo traté manteniendo el silencio.
Tuve un fuerte pensamiento: esto no puede afectar el estudio del Fa con mi hermana, por lo que continué viajando a casa de mi hermana para estudiar el Fa, salía temprano por la mañana y regresaba tarde.
Un día, mientras estudiaba la Cuarta Lección, leí:
“Siendo nosotros personas que refinan gong, repentinamente se pueden producir conflictos. ¿Cómo hacemos? Si mantienes en todo momento un corazón misericordioso y una actitud serena y pacífica, al encontrarte con problemas podrás actuar bien, porque eso da espacio para amortiguar” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Sentí que Shifu hablaba de mí, y rompí a llorar. Terminé de leer el párrafo y me sentí avergonzada: "He estado estudiando el Fa todos los días, pero ¿me he comportado según el estándar de Dafa?".
Un practicante también me ayudó a identificar mis apegos, diciendo que mi tono de voz era duro y mi actitud poco amable. Me di cuenta de que no me extrañaba que mi nuera dijera que le costaba aceptar lo que yo decía, aunque lo que yo decía era correcto.
También descubrí mi apego a la queja, al resentimiento y a menospreciar a mi marido. Me disgustaba el hecho de que él no es bueno en nada, y siendo su mujer tengo que preocuparme de todo, lo que hace que mi vida sea agotadora.
De hecho, los caminos del mundo humano son contrarios a los caminos del universo, el sufrimiento y la fatiga son cosas buenas. Con la oportunidad de eliminar yeli y saldar la deuda del yeli, puedo mejorar mi cultivación. Debo estar agradecida a mi esposo.
Al llegar a casa, me disculpé con mi marido: "Lo siento. Durante mucho tiempo te guardé rencor. A partir de ahora cambiaré de actitud". Él sonrió feliz.
Mi marido ocupa el dormitorio y el estudio, y mi espacio personal se limita a una cama individual en el pasillo. Todo el mundo dice que me maltrata y que yo debería estar en una habitación, pero yo lo dejo pasar con una sonrisa. Mi verdadero hogar está en los cielos, y yo sólo paso un rato por este mundo secular.
Un día soñé que Shifu daba una conferencia a muchos de nosotros en un aula situada en lo más alto de los cielos. Shifu escribía en la pizarra mientras hablaba. Fuera del aula había un mar de flores, era tan hermoso que ninguna palabra humana podría describirlo. Pero yo no entendía lo que decía Shifu y me desperté con ansiedad.
Me di cuenta de que había estudiado muy poco el Fa y que debía estudiarlo más, mirar más hacia dentro, eliminar los pensamientos y apegos humanos y seguir a Shifu a casa.