(Minghui.org) Una anciana de 91 años residente en la ciudad de Nanchang, provincia de Jiangxi, cumplió su condena de seis meses de prisión el 20 de mayo de 2024, pero estuvo a punto de no volver a casa.
Cuando el hijo de la Sra. Yu Fangzhuang fue a la Prisión de Mujeres de la Provincia de Jiangxi a buscarla, se encontró con gente de la oficina judicial local y del departamento de policía. Intentaron llevarse a su madre a pesar de que ya era una persona libre. Se negó en redondo y cedieron.
El encarcelamiento de la Sra. Yu se derivó de su detención el 1 de julio de 2020 por su fe en Falun Dafa, una disciplina espiritual basada en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999. El Tribunal del distrito de Xihu la condenó a seis meses con una multa de 2.000 yuanes (276 dólares) el 21 de diciembre de 2020. En aquel momento tenía 87 años y en un principio se le permitió cumplir la condena fuera de prisión. Sin embargo, el tribunal ordenó posteriormente su encarcelamiento y fue ingresada en la Prisión de Mujeres de la provincia de Jiangxi el 14 de noviembre de 2023, a la edad de 90 años.
La Sra. Yu pasó su 91 cumpleaños en prisión. Después de su puesta en libertad, todos sus familiares y amigos fueron a visitarla. Se dieron cuenta de que estaba muy delgada, pero aún enérgica y alerta. Tampoco tenía los problemas auditivos que afectaban a la mayoría de las personas de su edad. Sus visitantes también se sorprendieron al ver que le habían salido dos muelas nuevas durante su estancia en prisión.
Le costaba recordar los nombres de sus familiares y amigos, pero recordaba claramente lo que había pasado en la cárcel. Dijo que recitaba «Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno» y que hacía la meditación de Falun Dafa en prisión todos los días.
También recordó cómo fue torturada por las guardias y reclusas de la prisión. Una vez le encadenaron los pies durante tres días seguidos porque se negó a renunciar a Falun Dafa.
A pesar de su avanzada edad, la prisión le ordenó dormir en la litera superior. Tenía que subir y bajar de la litera todos los días. No había suficiente comida para todas y las demás reclusas se peleaban por conseguirla. Ella nunca lo hacía. Comía lo que sobraba. A veces no tenía nada que comer.
También dijo que en una ocasión las internas le vertieron agua hirviendo en la cabeza mientras se lavaba. No sintió mucho dolor y sabía que el fundador de Falun Dafa había soportado el dolor por ella. Todas las reclusas estaban asombradas de que se encontrara bien después de haber sido escaldada por el agua caliente. Estaban asombradas de Falun Dafa y muchas recitaban con ella todos los días «Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno».
Además, compartió con las internas otro milagro que experimentó hace años practicando Falun Dafa, también conocido como Falun Gong. Una vez fue atropellada por una motocicleta, pero se recuperó poco después sin tratamiento médico. ¿Su secreto? Simplemente estudia las enseñanzas de Falun Dafa y hace los ejercicios de Falun Dafa todos los días.
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