(Minghui.org) Solía tener mala salud y padecía asma y rinitis alérgica desde muy joven. Más tarde, tuve taquicardia, con una frecuencia cardiaca de 140 latidos por minuto. Fui muchas veces a todos los hospitales (grandes y pequeños) de nuestra ciudad. Tomé innumerables medicamentos chinos y occidentales. En los brotes graves, apenas podía andar. En 1996, por casualidad, conocí Dafa y encontré un lugar para practicarlo. Mi salud mejoró notablemente y desde entonces no he vuelto a tomar ningún medicamento.

La gente expresa su gratitud a Dafa desde el fondo de su corazón

Estaba aclarando la verdad en un cruce y conocí a una mujer de unos cuarenta años. Le hablé de la belleza de Dafa y de cómo renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) para garantizar su seguridad. Ella nunca se había afiliado a ninguna organización relacionada con el PCCh. Le dije que recordara las frases auspiciosas: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y le di un ejemplar de El objetivo último del comunismo y un folleto sobre Dafa. Tomó los materiales y dijo: "Seguro que los acabaré de leer". También me expresó tres veces sus mejores deseos y me recordó que tuviera cuidado. Prometió que recordaría que "Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". También gritó, en plena calle: "¡Dafa es bueno!". Me alegré mucho por ella.

Una vez conocí a un joven veinteañero y le dije que recordara las frases auspiciosas y las compartiera con su familia. Aceptó renunciar a la Liga de la Juventud Comunista del PCCh y a los Jóvenes Pioneros. También le di un código QR para burlar el cortafuegos de Internet del régimen chino y aprender más sobre Dafa. Me dio las gracias y me hizo una reverencia en señal de aprecio.

En otra ocasión me encontré por la calle con dos hombres de unos cuarenta años. Les dije que repitieran las frases auspiciosas y los convencí de que renunciaran al PCCh. Les dije que Dafa se había extendido a más de 100 países y regiones. Empezaron a gritar por la calle: "Falun Dafa es bueno, ¡Verdad- Benevolencia- Tolerancia es bueno!". Me alegré mucho por ellos.

Una vez, fuimos a un invernadero de verduras en los suburbios para hablar con la gente sobre Falun Dafa, y conocimos a tres personas que ataban verduras. Les dimos los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y folletos, y también compartimos la verdad sobre Dafa. Uno de ellos se subió al tejado de la huerta y exclamó muchas veces: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad- Benevolencia- Tolerancia es bueno". Aplaudimos y nos alegramos por esta vida salvada.

En 2009 fui a una pequeña tienda de muebles a comprar un mueble zapatero. Le aclaré la verdad al jefe. Me dijo: "Yo lo sé mejor que tú. Ya he recibido bendiciones". Me contó su historia:

Antes de las Olimpiadas de 2008, las fábricas que fabricaban los muebles que él vendía no tenían permiso para operar antes y durante las Olimpiadas. Antes del cierre, almacenó muebles en su casa, en su tienda y en cualquier otro lugar donde pudiera guardarlos. Pocos días después, cuando fue a su tienda, se sorprendió al ver un cartel que decía "demolición" en letras grandes en su pared.

Poco después, la administración municipal y los responsables de la demolición vinieron a hablarle del plan de demolición. No sabía qué hacer. Entonces entró un comprador y pagó algo con un billete con una nota que decía que repetir sinceramente las frases auspiciosas "Falun Dafa es bueno, la Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" traería bendiciones. No tenía esperanzas, así que se sentó allí y siguió repitiendo esas frases.

Las repetía todos los días y nunca volvió a venir nadie de la administración municipal ni de la oficina de demoliciones. Nadie volvió a hablar de la demolición. ¡Las palabras escritas en el dinero eran realmente efectivas!

El tendero accedió a renunciar a los jóvenes pioneros. En 2023, pasé por su casa y vi que su tienda de muebles seguía abierta.

Mejoramiento del xinxing

En el trabajo, todos escogían las tareas más fáciles de hacer, y yo también. Después de empezar a practicar Dafa, entendí los principios del Fa, tales como "...antes de hacer algo considerará primero a los demás" (Novena Lección, Zhuan Falun) y, "tomar las penalidades sufridas como gozo" (Templando la mente y el corazón de uno, Hong Yin) empecé a ofrecerme voluntario para las tareas más difíciles.

En casa, también tomé la iniciativa de realizar más tareas domésticas y controlé mi temperamento. Cuando empezó la persecución, mi marido me dijo: "Quien deje de practicar, tú no deberías hacerlo". Apoyó plenamente mi práctica después de ver mis cambios positivos.

No tenía una buena relación con mi suegra. Después de practicar Dafa, cambié y la comprendí mejor. Cuando se enfermó, la cuidé bien. Cuando tenía dificultades para defecar, la ayudaba. Me dijo: "Tu madre me dio una buena hija". Gracias a su apoyo a Dafa, se recuperó de la hipertensión que había padecido durante muchos años.

Mi esposo apoya mi cultivación

En 1999, cuando comenzó la persecución, nuestro ambiente de cultivación se vio seriamente dañado. Algunos practicantes tuvieron miedo y dejaron de estudiar. Los familiares de algunos practicantes no les permitían ponerse en contacto con otros practicantes, por lo que estudiaban en secreto en casa. Algunos tenían miedo de mantener contacto con otros practicantes. Sin embargo, muchos practicantes visitaban a menudo mi casa.

En 2003, establecí un grupo de estudio del Fa en mi casa y más tarde produje materiales de aclaración de la verdad. Mi marido (que no practica Dafa) me apoyó a pesar de la presión. Un gerente de su lugar de trabajo vivía enfrente de nuestra casa. Un día, un compañero practicante me llamó por mi nombre desde fuera. Mi marido estaba muy nervioso. Así que salí y llevé al practicante a casa.

Cuando los otros practicantes se fueron, mi marido me dijo: "No traigas más gente nueva. Ya tenemos mucha gente aquí". Le dije: "Los practicantes son todos buena gente". Él respondió: "Sé que todos son buena gente. Hace un rato, unos directivos de tu centro de trabajo vinieron a pedirme que te vigilara". Le dije que sabía que estaba bajo presión, pero que teníamos que hacer lo correcto. Entonces accedió a que los practicantes volvieran a venir a nuestra casa.

Los practicantes también suelen venir a mi casa cuando ocurre algo urgente. Una noche, una compañera vino a mi casa aterrorizada con tres ordenadores portátiles. Quería que los escondiera o que los vendiera al día siguiente a una tienda de ordenadores de segunda mano. También me pidió que la ayudara a mudarse porque la policía iba a hacer una redada en su casa en breve. Un policía al que había aclarado la verdad en el pasado le dijo que sacara sus materiales de Dafa de casa lo antes posible. En aquel momento yo estaba pasando por el yeli de enfermedad y apenas podía andar. Le pedí que buscara a otra persona que la ayudara, pero ya era demasiado tarde.

En ese momento, pensé en la enseñanza de Shifu: "Las cosas que a él le conciernen, también te concierne a ti..." (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2002,Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. II), y le pedí fortaleza a Shifu. La ayudé a transportar dos cargas con un coche y trasladé todas sus cosas a mi casa. Cuando registraron su casa, la policía no encontró nada, y a la compañera no le ocurrió nada malo.

Mi marido se sintió muy presionado al tener los objetos de la compañera en casa. Pero para demostrarme su apoyo, encontró un lugar en el piso de arriba donde yo podía esconder la impresora en caso de emergencia.

Una vez, cuando estaba aclarando la verdad, me encontré con un agente de civil. Aunque escapé con la protección de Shifu, la policía se llevó mi coche eléctrico. Mi marido me dijo: "Qué bien que hayas vuelto sana y salva. Recuperaré el coche". Fue a las comisarías cercanas con la llave de repuesto y condujo nuestro coche de vuelta a casa.

A lo largo de los años, mi marido ha sufrido mucho, pero también ha recibido bendiciones. Antes tenía unas hemorragias nasales terribles. Pero cesaron hace más de diez años y ha estado bien.

Nuestro grupo de estudio del Fa nunca se ha detenido desde que comenzó. Fue bajo la protección de Shifu que logramos atravesar los últimos veinte años sanos y salvos. ¡Gracias, Shifu!

Lo siguiente es otra cosa asombrosa. Hay muchos árboles caoba chinos (Toona sinensis) plantados en la comunidad donde vivo. Hay uno frente a la ventana de mi vecino, otro frente a la ventana de nuestro grupo de estudio del Fa, y otro frente a la ventana del dormitorio de mi marido. Este árbol que está frente a la ventana de nuestro grupo de estudio del Fa estaba entre los otros dos árboles.

Un verano tuvimos una plaga de polillas blancas. Había tantas polillas blancas que fue realmente un desastre para los árboles. Las polillas se comieron casi por completo las hojas de los árboles de la comunidad. También se comieron las hojas del árbol de la ventana del vecino. El árbol de la ventana de nuestro grupo de estudio del Fa aún tenía muchas hojas. La mitad del árbol que estaba frente a la ventana de la habitación de mi marido tenía hojas frondosas (el lado del árbol que estaba junto a la ventana del grupo de estudio del Fa), y la otra mitad no tenía hojas. Me di cuenta de que, como estudiábamos el Fa aquí, el lugar irradiaba energía positiva y todos los seres vivos que nos rodeaban se beneficiaban.