(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1997. Cuando recuerdo mi camino de cultivación, me siento profundamente avergonzado de las veces que he tropezado. Pero, bajo la compasión infinita de Shifu, y animado por otros practicantes, he decidido escribir mis experiencias de cultivación.
El estudio del Fa es fundamental para los practicantes
El tiempo que me condenaron a trabajo forzado terminó en 2013. Después de que me liberaran del Campo de Trabajo Forzado de Masanjia, miré hacia adentro. Me di cuenta de que mi mayor problema residía en no leer honestamente el Fa. Estudiaba el Fa de manera superficial. Lo hacía como si estuviera completando una tarea. No tenía el Fa en mi corazón.
Shifu nos enseñó en Al Fahui de Australia, de Escrituras esenciales para mayor avance (III):
«Para que los Dafa dizi transiten bien sus caminos y hagan bien las tres cosas, deben estudiar bien el Fa y tomar seriamente el estudio del Fa»
«Porque el Fa es la base, es lo fundamental para los Dafa dizi, es lo que asegura todo y es la carretera por la cual los seres humanos se dirigen hacia la divinidad»
Me di cuenta de que como practicante de Falun Dafa durante la rectificación Fa tenía una misión. Para cumplir esta misión, tenía que sumergirme en el Fa (en las enseñanzas) para que Dafa guiara mis pensamientos, palabras y acciones.
Cada día leo dos lecciones de Zhuan Falun con un grupo de estudio del Fa. No dejo que el tiempo ni cualquier otra cosa me interfiera.
Empecé a transcribir y memorizar el Fa. A pesar de lo ocupado, cansado o somnoliento que me sintiera, siempre hacía tiempo para transcribir y memorizar el Fa.
Transcribí Zhuan Falun 14 veces y lo memoricé dos veces. A través del estudio extenso, la transcripción y la memorización del Fa, obtuve una comprensión más profunda de sus principios, fortalecí mis pensamientos rectos y reduje la interferencia. Me he dado cuenta de que cuanto más diligentemente estudio el Fa, más eficiente y eficazmente puedo hacer las tres cosas.
Superar el miedo
Guiado por las enseñanzas de Shifu, superé mi miedo y utilicé diversas formas para aclararle la verdad a la gente.
Una mañana de Año Nuevo, me fui con unos compañeros al campo a distribuir materiales para aclarar la verdad. Dos enviábamos pensamientos rectos en el auto, mientras los otros tres distribuían material informativo. Al regresar, un practicante nos contó que un joven fotografió los materiales con su teléfono móvil y le siguió. Me di cuenta de que no podíamos permitir que la gente cometiera crímenes contra Dafa.
Otro practicante y yo salimos del vehículo y hablamos con el joven. Le dijimos con calma: «Estamos aquí para ofrecerte un regalo de Año Nuevo. No tomes ninguna decisión precipitada que pueda perjudicarte a ti o a tu familia».
Parecía aturdido. Continué: «Toma un momento para leer este folleto». Su actitud cambió inmediatamente y dijo: «De acuerdo, lo leeré con atención». Seguimos aclarándole la verdad y comprendió por qué estábamos allí. Con pensamientos rectos y la guía de Shifu, cambiamos una situación tan difícil.
Suministrando materiales a los compañeros practicantes
En un momento dado, el suministro de materiales de aclaración de la verdad se nos quedaba corto, así que imprimía algunos cada noche. A la mañana siguiente tomaba el autobús para entregárselos.
Mientras paseaba por mi barrio, me fijé en un auto que había aparcado cerca, con un joven dentro. Pasó de estar absorto en su teléfono móvil a escudriñarlo todo a su alrededor. Presintiendo peligro, cambié de ruta. Más tarde volví a ver el mismo vehículo aparcado en la calle. El joven parecía estar esperando a alguien. Me recordé que, como practicante, solo Dafa y Shifu me guían, y que mis acciones no tienen nada que ver con las de quienes desean causar problemas.
Una noche, tuve un sueño en el que todas las casas viejas de nuestro barrio se derrumbaban con un fuerte estruendo. Este sueño me indicó que mis pensamientos rectos desempeñaban un papel primordial. Con la ayuda de Shifu, pude negar los arreglos de las viejas fuerzas. Después, el auto que me había estado vigilando desapareció. Supe que esto reafirmaba el poder de los pensamientos rectos.
Aprovechar cualquier oportunidad para esclarecer la verdad
Como he servido en el ejército durante más de 20 años, cultivé las relaciones con mis compañeros. Celebramos muchas reuniones sociales. Comprendí que Shifu organizaba estos eventos para que los seres conscientes tuvieran la oportunidad de salvarse. Así que hacía todo lo posible por participar.
Antes de las reuniones, envío pensamientos rectos y preparo folletos y DVD de esclarecimiento de la verdad. También le pido a mis compañeros que envíen pensamientos rectos.
A lo largo de los años, he ayudado a más de 30 personas a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh).
Superar los retos personales para esclarecer la verdad cara a cara
A pesar de ser introvertido por naturaleza y reacio a hablar con extraños, superé mis limitaciones para poder aclarar la verdad cara a cara, con el fin de salvar a los seres conscientes.
Algunos días me pasaba la mañana entera con los compañeros practicantes en la calle, pero no me acercaba a nadie. No obstante, me negaba a desanimarme. Seguí saliendo a esclarecer la verdad cada día. Tras varios años de perseverancia, acabé explicándole la verdad a la gente con calma y confianza. Independientemente del clima que haga, no dejo de salir a aclarar la verdad. Y aunque el número de personas que han renunciado al PCCh no sea grande, sigo forjando mi propio camino. Creo sinceramente que cada paso de mi mejora encarna la inmensa compasión de Shifu.
Hace dos años cuando salí a aclarar la verdad en un día lluvioso, encontré que había muy poca gente. Un hombre de unos 60 años se me acercó para preguntarme cómo llegar a la estación de autobuses de larga distancia. Me ofrecí a acompañarle y le expliqué la verdad por el camino. Le ayudé a renunciar al PCCh y le di una tarjeta para atravesar el cortafuegos de Internet y un amuleto. Me lo agradeció sinceramente e insistió en que me llevara una bolsa de manzanas amarillas de su casa de Chengde, de la provincia de Hebei. Comprendí que era Shifu quien me animaba; todo había sido dispuesto por Shifu.
Otro encuentro memorable ocurrió cuando estaba aclarando la verdad en la calle. Un hombre de unos 60 años caminaba unos 10 metros por delante de mí. Sentí que teníamos una relación predestinada, así que decidí alcanzarle.
Caminaba deprisa. De repente, dos billetes de 20 yuanes salieron volando de su bolsillo y cayeron al suelo. Sin darse cuenta, siguió andando. Recogí el dinero, le llamé y se lo entregué. Aproveché la oportunidad para aclararle la verdad y le ayudé a renunciar al PCCh. Me lo agradeció mucho. Este incidente me recordó que mientras estemos decididos a salvar a la gente, Shifu arreglará todo.
Mi viaje de cultivación
Mi viaje de cultivación ha estado lleno de altibajos, tropiezos y caídas. Cada paso que he avanzado ha sido posible gracias al esfuerzo y la protección compasiva de Shifu.
Cuando estaba perdido y confuso, Shifu me despertó con su infinita compasión; cuando estaba desesperado, Shifu me iluminó, reforzó mis pensamientos rectos, me guió por el camino correcto, y me condujo con firmeza por la gran vía de la cultivación de la rectificación Fa. ¡Estoy infinitamente agradecido a Shifu! ¡Sólo cultivándome diligentemente, y cumpliendo mis votos, podré expresarle mi gratitud a Shifu!