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​Aprendí a cultivarme a mí mismo y no intentar cambiar a los demás

Mayo 1, 2024 |   Por Xiaoxiao, una practicante de Falun Dafa en la provincia de Heilongjiang, China

(Minghui.org) He practicado Falun Dafa durante muchos años, pero no me cultivé verdaderamente. Incluso afecté negativamente el ambiente local de estudio del Fa.

Era joven cuando comencé a practicar. Poco después, estuve libre de enfermedades y entendí el verdadero significado de la vida. Estaba emocionada, y le contaba a todo el mundo lo maravilloso que es Falun Dafa. También ayudé a otros practicantes a comprar libros de Dafa, grabé audios de las conferencias de Shifu para ellos y organicé actividades. Estaba muy ocupada, y no me di cuenta de que tenía un apego al fanatismo y a hacer cosas.

Después de que comenzara la persecución en 1999, pocos practicantes en mi área aclararon la verdad sobre Dafa. Me di cuenta de que deberíamos hacerlo, así que visité a los demás y compartí mis entendimientos con ellos. Les conté lo que hacía y les presioné para que hicieran lo mismo.

Cada vez que me iluminaba sobre algunos principios del Fa, quería que otros leyeran la misma conferencia o artículo. Cuando los practicantes tenían tribulaciones, los criticaba y les decía que debían haber hecho algo mal. Debido a mis palabras ellos sentían mucha presión.

Cuando escuchaba a practicantes hablar a la gente sobre Falun Dafa, explicaba cómo yo lo realizaba porque creía que lo hacía mejor. Los demás desarrollaron gradualmente opiniones negativas sobre mí, pero yo me sentía bien conmigo misma.

Una practicante me dijo que algunos practicantes pensaban que me gustaba imponer mis ideas sobre los demás. No entendía. ¿Cómo podía ser eso? ¡Pensaba que lo hacía por el bien de todos! Luego me di cuenta de que esa practicante estaba tratando compasivamente de ayudarme.

Pasé más tiempo estudiando el Fa y mirando hacia adentro. Vi muchas áreas en las que podía mejorar y me di cuenta de que tenía un ego fuerte e insistía en mis opiniones. No me comportaba como una cultivadora. En cambio, era arrogante y presuntuosa. No escuchaba las opiniones de los demás y generalmente las contradecía. Mi estado de cultivación era inestable.

Decidí corregirme escuchando más y hablando menos. Luego contacté a un practicante al que sabía que había herido y de corazón le ofrecí mis disculpas sinceras. Él se conmovió hasta las lágrimas.

Pero algunas brechas son difíciles de eliminar. Aunque vi mis problemas y quería mejorar, los demás me evitaban. Cuando sugería algo, solo sonreían. Nadie decía nada. Finalmente, confesaron que no hablaban porque pensaban que yo creía ser mejor que todos los demás y a menudo usaba los principios del Fa para presionarles.

Cultivándome verdaderamente

El año pasado, quería estudiar el Fa con otros dos practicantes. Estuvieron de acuerdo, pero sentí que eran reacios a compartir y exponer sus apegos. Me di cuenta de que les había lastimado y aún tenía muchos apegos por eliminar. Sabía que debía ser humilde, comunicarme sinceramente con mis compañeros practicantes y reconocer mis deficiencias.

Fui honesta acerca de mis defectos y admití mis errores. Cuando vieron que sinceramente quería corregirme, me dijeron que siempre hacía demasiado. También compartieron que nadie se atrevía a discutir conmigo. De hecho, una vez incluso escribieron un artículo sobre cómo yo interfería con los practicantes, pero luego decidieron que era mejor cultivarse a sí mismos en lugar de enviarlo al sitio web de Minghui.

Esto me sacudió, así que pueden imaginar cuánto debo haber perturbado el ambiente de cultivación local. A través de este intercambio con otros practicantes, sentí la energía compasiva de Dafa.

Un practicante me amonestó severamente y dijo que era malo mirar hacia afuera e interferir con otros practicantes. No pude aceptarlo, porque sentía que ya había reconocido mis deficiencias. Pero no dije nada.

Shifu dijo:

“Pero ya que comenzaste a cultivarte, si no puedes lograrlo ahora mismo, entonces realmente debes aguantarlo dentro de ti mismo” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Houston).

Decidí escuchar las palabras de Shifu y contenerme, así que no me defendí.

Otro practicante compartió que yo había sido así durante años y me negaba a cambiar. No pude soportarlo y me sentí abatida después de escuchar sus palabras. Sabía que era hora de mejorar, y que todo lo que decían era para mi propio bien.

Después de estudiar el Fa, mirar hacia adentro y comunicarme con los compañeros practicantes, supe que aún tenía resentimiento, una mentalidad competitiva y envidia. Solo quería ser elogiada y no criticada. Pero estos pensamientos no eran mi "verdadero" yo.

Envié pensamientos rectos para eliminar estos apegos y nociones humanas. Sabía que me había quedado atrás, y que Shifu había arreglado para que otros practicantes me ayudaran a mejorar rápidamente.

También me di cuenta de que necesitaba eliminar elementos de la cultura del PCCh y no irme a los extremos. Los practicantes comenzaron lentamente a compartir más sus entendimientos conmigo. Ahora sé lo importante que es cultivar el habla. Debería hablar menos y no acusar a nadie ni quejarme.

Ahora casi no hablo en voz alta, ni siquiera en casa. Siempre hablo las cosas con mis familiares antes de hacer algo. Tampoco discuto ni me defiendo cuando me tratan injustamente. Aprendí a pensar primero en los demás, y dejé de centrarme en sus defectos. A menudo me recuerdo que solo cultivarme a mí misma es la verdadera cultivación.