(Minghui.org) Hay una gran carretera con mucho tráfico al norte de mi pueblo. Allí se producen a menudo accidentes de tráfico mortales.
La tienda de mi hijo está en el lado norte de esta carretera y nuestra casa en el lado sur. Una noche, de camino a la tienda de nuestro hijo, un todoterreno atropelló a mi esposo al cruzar la calle y perdió el conocimiento. Lo trasladaron inmediatamente al hospital en una ambulancia.
Un video de vigilancia mostró que la camioneta iba muy rápido y que golpeó a mi esposo en su costado izquierdo. Lo derribó y dio varias vueltas por el suelo. Se fracturó ocho costillas del lado izquierdo y seis del derecho. Una de las costillas se rompió en tres secciones. Su tobillo izquierdo se fracturó y los huesos se desalinearon. También sufrió daños importantes en los huesos de la rótula derecha.
Lo sorprendente fue que las costillas aunque rotas, permanecieron en su mismo lugar. El corazón, el hígado, los pulmones y otros órganos internos resultaron intactos. Por lo general, cuando se rompen las costillas, los pulmones se lesionan fácilmente. Y esto resulta muy problemático. Parecía que cuando el auto atropelló a mi esposo tuviera una especie de escudo protector alrededor de su pecho, para desviar la fuerza del impacto y eliminar el peligro fatal. El oficial de tránsito que se hizo cargo del accidente dijo: “¡El hombre sobrevivió gracias a su cuerpo y huesos fuertes!”.
Tan pronto como mi esposo se despertó en el hospital, nuestro nieto le trajo las grabaciones de las conferencias de Shifu. Y en cuanto mi esposo las escuchó, se calmó. Sabíamos dentro de nuestro corazón –que como practicamos Dafa–, Shifu nos está cuidando.
Nuestros hijos sugirieron que aceptáramos la cirugía que nos recomendaron para sanar el tobillo de mi esposo. Durante la cirugía se le insertaría una placa de acero en el tobillo, y después un yeso. Le llevaría dos meses, y además un período de ejercicios de rehabilitación antes de que pudiera caminar. No obstante, rechazamos este plan. Sin embargo, aceptamos la recomendación de drenar el líquido acumulado en la cavidad torácica. Luego le retiraron el monitor cardíaco, los tubos de oxígeno y el catéter urinario. Cuando le examinaron nuevamente, su tobillo izquierdo dislocado y fracturado ya estaba bien. Le dieron de alta del hospital veinte días después. A pesar de todas estas lesiones, como es un practicante de Falun Dafa, se recuperó muy rápidamente y sin siquiera sufrir mucho dolor.