(Minghui.org) Hace unos días, mi marido y yo llevamos a nuestras dos hijas a comprar una cama. En la tienda de muebles nos encontramos con una excompañera de clase de mi marido, y pasaron un buen rato poniéndose al día.
Me senté a esperar a mi marido, pero no quise hablar con su compañera de clase sobre Falun Dafa porque no me gustaba lo que llevaba. Mi marido me gritó de repente y sin motivo. Sonreí y no dije nada.
Su compañera de clase me dijo: «Tienes muy buen carácter. Yo en tu lugar no dejaría que me gritara». Le contesté con una sonrisa: «Eso es porque practico Falun Dafa, y nos enseñan a no defendernos cuando nos pegan o nos insultan».
Me miró como si fuera una criatura extraña y preguntó: «¿Practicas Falun Dafa? ¿Aún te atreves a practicar Falun Dafa?». Le respondí: «¡Sí!».
Le hablé de Falun Dafa, y le expliqué que varios cientos de millones de personas han fallecido a causa de la pandemia en China en los últimos tres años. Han muerto porque no han creído en Falun Dafa. Ahora muchas personas han dado positivo por segunda o tercera vez. La única forma de mantenerse a salvo es renunciar el Partido Comunista Chino (PCCh).
Preguntó a mis dos hijas: «¿Lo creen?». Las dos respondieron: «Sí, lo creemos. Muchos han dado positivo, pero todos en nuestra familia están bien. Deberías renunciar al PCCh».
La compañera dijo: «Quiero renunciar a las organizaciones del PCCh para estar a salvo». Compramos la cama, y después de alejarnos aún podíamos oírla gritar: «¡No te olvides de ayudarme a renunciar!».
Estaba a punto de no hablar sobre Falun Dafa, y despertar a una persona predestinada por mis nociones humanos.
Los transeúntes pensaron que no es justo
El siguiente incidente ocurrió en agosto de 2023.
Un día fui al supermercado y después de cruzar la calle estaba a punto de estacionar mi triciclo, un coche pasó a toda velocidad y me atropelló. Me arrojaron del triciclo y grité pidiendo ayuda al Shifu (el fundador de Falun Dafa). Sentí como si me hubiera caído en un montón de algodón, y quedé tendida en el suelo tras dar varias vueltas.
El conductor estaba asustado. Salió rápidamente del coche y preguntó: “¿Estás bien? ¿Puedes levantarte? Le contesté: «Estoy bien. No te preocupes, no me aprovecharé de ti”. Me senté y crucé las piernas. Me dolían un poco y tenía las rodillas raspadas.
El conductor pensó que debía llevarme al hospital y llamó a mi marido Mi marido vino, me ayudó a levantarme y le dijo al conductor que me encontraba bien. Le dije al conductor que practicaba Falun Dafa y seguía sus principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
Le sugerí que recordara "Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Dijo que había conocido a gente amable.
Un transeúnte dijo: «Te has dado un buen golpe. Sería mejor que te revisaran en el hospital». Le dije que estaba bien.
El conductor tenía prisa y quería darme su número de teléfono por si necesitaba comunicarme con él. No tomé su número y le dije que recordara: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Le dije que vivía en este pueblo, le di mi nombre y que podía visitarme si quería saber más sobre Falun Dafa.
Los transeúntes pensaron que no es justo.
Esta escena fue tal como Shifu dijo en Zhuan Falun:
“Es cierto que el chofer conducía a demasiada velocidad, ¿pero, cómo podría él querer atropellarla intencionalmente? ¿Acaso no lo hizo sin querer? Sin embargo, ahora la gente es así, si no se chantajea al conductor por algo de dinero, incluso los corazones de los espectadores curiosos sienten que no es justo” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Gracias Shifu por protegerme y guiarme para mejorar.