(Minghui.org) Desde diciembre de 2022, a una jubilada de 67 años en Shanghái el gobierno le ha deducido más de la mitad de sus beneficios de pensión mensuales por su fe en Falun Gong. La pensión de 1.510 yuanes que se le otorga cada mes no es suficiente ni siquiera para cubrir el alquiler.
La persecución financiera a la Sra. Xu Nixia se produjo un mes después de que cumpliera su segunda condena en prisión por practicar Falun Gong. La Oficina de Seguridad Social local redujo su pensión después de que ella se negara a devolver los más de 190.000 yuanes (26.600 USD) en beneficios de jubilación que le otorgaron durante sus condenas de prisión que totalizaron siete años.
Por temor a verse implicado, el esposo de la Sra. Xu se divorció hace diez años y su hija la repudió. La expulsaron de su casa familiar y se mudó con sus padres. La pareja de ancianos falleció uno tras otro, en enero de 2023 y febrero de 2024. Con la deducción de su pensión, la Sra. Xu ahora queda en la indigencia.
Primera persecución
La Sra. Xu comenzó a practicar Falun Gong en el verano de 1997. Sus muchas dolencias, incluidos problemas de estómago y espalda baja, pronto desaparecieron. Como se mantuvo firme en su fe después de que el régimen comunista chino ordenara la persecución en 1999, fue arrestada y detenida repetidamente.
Antes de la Cumbre del APEC celebrada en Shanghái en octubre de 2001, la Sra. Xu fue arrestada en su casa por agentes de la Estación de Policía de Songnan. Estuvo retenida en el Centro de Lavado de Cerebro de Qingpu durante dos meses y la obligaron a mirar videos y otros materiales contra Falun Gong todos los días. Posteriormente, la policía la trasladó a otra sesión de lavado de cerebro en un hotel, donde la retuvieron durante un mes más.
Condenada a cuatro años en 2006
La Sra. Xu fue arrestada nuevamente el 4 de abril de 2006 por Yang Yuefei de la División de Seguridad Nacional del distrito de Baoshan y personal del Comité Residencial. Fue interrogada y privada de sueño durante tres días en el Centro de Detención del distrito de Baoshan. Como resultado, sus pies se hincharon mucho. La policía también le dio patadas, le azotó la cara con un rollo de papel y le rasgó la ropa. Más tarde la obligaron a hacer cajas en el centro de detención. El pegamento utilizado en la producción era maloliente y tóxico.
Sin recibir nunca su acusación, la Sra. Xu fue sentenciada a cuatro años y llevada a la Prisión de Mujeres de Songjiang en noviembre de 2006. Yao Di, el director del pabellón 5, y el guardia Wen Ping mantuvieron a la Sra. Xu en régimen de aislamiento y la obligaron a leer materiales que difaman a Falun Gong. Las reclusas asignados para vigilarla no le permitían dormir, despertándola tan pronto como se dormía. Su uso del baño estaba estrictamente restringido y, como resultado, se ensució los pantalones. Otras torturas que sufrió incluyeron ser obligada a permanecer de pie o sentada inmóvil en un pequeño taburete durante largas horas. Además de la tortura física, también la obligaron a trabajar más de diez horas diarias sin paga, lo que le provocó hipertensión arterial.
Sólo un mes después de que la Sra. Xu fuera liberada, en abril de 2010, el oficial de policía Zhang Lin allanó su casa nuevamente y confiscó sus libros de Falun Gong.
Más arrestos
La Sra. Xu estaba estudiando las enseñanzas de Falun Gong en la casa de un practicante local el 30 de junio de 2011 cuando fue arrestada por la policía y detenida en la Estación de Policía de Songnan durante una semana. Durante este tiempo, la llevaron a una sesión de lavado de cerebro cercana y la obligaron a mirar videos difamando a Falun Gong. La policía tomó las llaves de su casa y allanó su casa cuando no había nadie cerca. La computadora de escritorio y la impresora de su hija, que vivía con ella en ese momento, fueron confiscadas.
Nuevamente fue arrestada el 9 de junio de 2013 después de ser denunciada por distribuir materiales de Falun Gong. Los libros de Falun Gong, materiales informativos y billetes de 600 yuanes impresos con información sobre Falun Gong (como una forma de crear conciencia sobre la persecución dada la estricta censura en China) fueron confiscados. Incluso le quitaron su tarjeta de metro de 200 yuanes (28 USD). Estuvo retenida en el Centro de Detención del distrito de Baoshan durante un mes.
El siguiente arresto fue el 31 de marzo de 2014 por la policía del distrito de Fengxian. Estuvo detenida en el cercano calabozo del distrito de Minhang durante diez días.
Fue denunciada nuevamente por hablar con la gente sobre Falun Gong el 6 de febrero de 2015 mientras hacía compras. Le confiscaron las conferencias de Falun Gong, los billetes impresos con mensajes de Falun Gong y dos reproductores MP3 en su bolso. Después de un mes en el Centro de Detención de Zhangjiang, la llevaron al Centro de Lavado de Cerebro del distrito de Fengxian, donde estuvo retenida durante dos meses. Sufrió latidos cardíacos anormalmente rápidos y presión arterial alta debido al interrogatorio policial. Sin una orden de registro, la policía allanó su casa en abril de 2015 y confiscó sus libros de Falun Dafa y videos de lecciones e instrucciones de ejercicios.
Temiendo más persecución, el esposo de la Sra. Xu se divorció poco después. Su hija también tenía muy mala actitud hacia ella. Después de que la Sra. Xu se mudó de su casa compartida, la policía siguió acosándola y la obligó a mudarse varias veces. Incluso el casero del piso que alquiló su padre en 2014 lo desalojó por presiones del comité residencial.
Condenada a tres años en 2019 y pensión reducida un mes después de su liberación
La Sra. Xu fue arrestada nuevamente en noviembre de 2019 y sentenciada en secreto a tres años. Cuando fue liberada en noviembre de 2022, la Oficina de Seguridad Social del distrito de Putuo le ordenó devolver los 190.000 yuanes en concepto de pensión que recibió durante sus dos condenas de prisión. La oficina afirmó que, según una nueva política, todos los jubilados que cumplen condena en prisión tienen prohibido recibir beneficios de jubilación, a pesar de que tal estipulación no está prevista en la ley laboral china.
La Sra. Xu se negó a cumplir y la Oficina de Seguridad Social comenzó a deducir 1.833 yuanes de su cheque de pensión en diciembre de 2022 para pagar la “deuda”, lo que provocó la tremenda dificultad financiera que enfrenta ahora.