(Minghui.org) ¡Saludos, Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Soy estudiante de primer año de Ciencias Biomédicas en el Fei Tian College de Middletown.
Mientras escribía este artículo para compartir mi experiencia, me di cuenta de que mi apego a la fama era fuerte. Después de reanudar la cultivación, quise ocultar mis experiencias pasadas para que no me juzgaran. Quería "guardar las apariencias" y me preocupaba lo que los demás pudieran pensar de mí. Sin embargo, escribir sobre mis apegos y exponerlos me permite ver realmente lo que me faltaba en relación al Fa. Lo siguiente son algunas de mis experiencias recientes y lo que comprendo del Fa después de reanudar la práctica de Falun Dafa en noviembre de 2023.
Mi vida antes de comenzar la cultivación verdadera
Aunque mis dos padres practican Falun Dafa, yo nunca entendí verdaderamente el significado y el propósito de la cultivación. "Mirar hacia adentro" era lo que menos me gustaba hacer. Cuando tenía 12 años, me enviaron a Taiwán para estudiar Danza Clásica China en la Academia de Artes Niaosong. Teníamos que estudiar el Fa y hacer los ejercicios todos los días, pero como no practicaba de verdad, no entendía el sentido.
Sin embargo, yo quería ir a Shen Yun, así que "aguanté" 4 años haciendo los ejercicios y estudiando Fa. En una de las preguntas del formulario de solicitud para Shen Yun se preguntaba por qué nos presentábamos, y yo siempre escribía: "¡Para ayudar a Shifu a salvar a seres conscientes!". Pero esas palabras ocultaban mi fuerte apego a la fama y al orgullo. Presenté mi solicitud siete veces y todas me rechazaron. Finalmente acepté el hecho de que no iba a ser admitida en Shen Yun, así que sentí que ya no necesitaba hacer la práctica ni estudiar el Fa.
Estaba cegada por mis apegos y me negué a pasar las pruebas que me ofrecían. En el fondo, sabía que eran pruebas que debía superar, pero siempre elegía la salida fácil: era más fácil culpar a los demás o a la situación, en lugar de mirar hacia dentro. Estaba estancada en mi cultivación porque no entendía el Fa. Poco a poco empecé a sentir menosprecio por Dafa.
Volví a Vietnam cuando tenía 16 años. Mi menosprecio por Dafa se profundizó. Finalmente estaba libre de todos los límites y reglas que sentía que Dafa me imponía. Ahora que podía hacer lo que quisiera, poco a poco entré en contacto con las drogas. Buscaba algún tipo de escape al dolor de la vida y, poco a poco, estas sustancias empezaron a apoderarse de mí.
Pero incluso cuando me dedicaba a estas actividades, no era verdaderamente feliz, por mucho que intentara convencerme de que lo era. Dejé de ir a la escuela y sentía que la vida no tenía sentido. Estaba perdiendo las ganas de vivir. Luché contra el abuso de sustancias y la depresión. La situación era tan mala que cuando un día llegué a casa mis padres casi no me reconocieron por el terrible estado en que me encontraba. Durante este periodo, tomé innumerables decisiones equivocadas y me puse en muchas situaciones que ponían en peligro mi vida. Mirando hacia atrás, aunque entonces no quería admitirlo, sin la protección de Shifu quizá hoy no estaría viva.
Llegó el momento de solicitar el ingreso en la universidad. Una tía vino a nuestra casa y habló con mi padre durante casi cuatro horas. Más tarde me enteré de que le estaba hablando de la nueva universidad de Middletown, en Nueva York. Una universidad de Taiwán me había concedido una beca completa y yo no estaba dispuesta a renunciar a la oportunidad de obtener un título en esta universidad tan prestigiosa. Cuando se marchó, discutí con mi padre sobre a qué universidad ir.
Un día oí a la tía decirle a mi padre: "¡Mírala ahora! Parece más un fantasma que un ser humano". Me sorprendí y me enfadé. Pensé: "¡No es más que una vieja triste que no sabe nada de los jóvenes!".
Cuando esa noche me reuní con mis amigos en el parque, los observé en tercera persona. Las familias con niños nos evitaban. En ese momento vi lo que parecíamos para los demás. Aunque no quería admitirlo, sabía que lo que la tía decía de mí era cierto. ¿En qué me había convertido? Ni siquiera era una persona normal. Esta percepción hizo darme cuenta de que no podía seguir viviendo así. Así que, aunque seguía siendo reacia, al día siguiente mi padre me ayudó a tramitar el visado y reservamos los pasajes de avión a Nueva York. Mirando hacia atrás, todo estaba meticulosamente arregado para que yo volviera a la cultivación.
La llegada a la universidad y el comienzo de mi cultivación
Sin embargo, antes de llegar a la Universidad Fei Tian de Middletown -esto puede sonar extremo- me juré a mí misma que nunca volvería a practicar la cultivación. Mis padres me animaron a apuntarme al taller de cultivación que ofrecía la universidad, así que, por respeto a ellos, me apunté. Sin embargo, seguía sin querer tener nada que ver con otros practicantes. Me sorprendí cuando llegué: todo el mundo era tan amable y acogedor que me sentí como un bicho raro con mi actitud despectiva.
Cuando surgió un conflicto con una amiga, mi compañera de cuarto (que es practicante) habló conmigo y, aunque no me recordó explícitamente que utilizara los principios de Dafa: Zhen, Shan, Ren (Verdad, Benevolencia, Tolerancia), me habló como si yo fuera practicante. Me caía muy bien, así que decidí probar el "dejar pasar". Dejar ir la situación fue un enfoque que no consideré durante años. Después de perdonar a la compañera con la que tenía un conflicto, me sorprendí: mi cuerpo se sentía ligero, y aún más cuando me fui a la cama esa noche. Dormí más profundamente que en mucho tiempo. Parecía una situación trivial, pero el impacto que tuvo en mí fue tremendo.
Shifu dijo:
"Pero las mejoras verdaderas llegan a raíz del abandono, no por medio de la ganancia". ("Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, EE.UU., 2002", Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. II)
Por primera vez me di cuenta de que el Fa no nos oprime, sino que nos eleva. Aquella noche me tumbé en la cama con lágrimas en los ojos. La compasión de aquella practicante me conmovió, y dejarme conducir de verdad me dio una sensación de paz indescriptible, algo que nunca había sentido antes. Durante muchos años seguí buscando diferentes maneras de encontrar esta paz - no me daba cuenta de que la respuesta estaba justo delante de mí; mis apegos eran demasiado fuertes para que pudiera ver la belleza y la compasión que ofrece Falun Dafa. Aquella noche decidí que iba a aceptar verdaderamente el Fa y entrar de nuevo en la cultivación.
A la mañana siguiente, mi teléfono no se encendía. Sólo tenía dos años y no había tenido problemas anteriormente. Siempre hacía copias de seguridad de los datos de mis dispositivos; ese teléfono era, de hecho, el único dispositivo del que no hacía copias de seguridad. Cuando empecé a estresarme por todas las fotos y recuerdos que había perdido, me di cuenta de que compré este teléfono cuando empecé a desviarme del Fa. En consecuencia, contenía un montón de imágenes nocivas y cosas que sucedieron en el pasado, con las que, desde que volví a entrar en la cultivación, no debería relacionarme.
Sabía que el contenido de este teléfono no haría más que retenerme y mantenerme conectado con el pasado y que debía dejarlo ir. Me enteré de que una compañera vendía su teléfono. Otra amiga pensaba comprarlo, pero cambió de opinión. Estoy increíblemente agradecida y comprendí que era un arreglo de Shifu para ayudarme a empezar de nuevo.
Conexión con viejos amigos
Llegó el momento de volver a casa para las vacaciones de invierno, pero no sabía si sería capaz de resistir las tentaciones a las que me enfrentaría al reunirme con mis viejos amigos. Cuando salimos, después de ponernos al día un rato, me invitaron a participar en algunas actividades inapropiadas. Pude ver que las cosas que tenían en las manos estaban rodeadas de una nube oscura.
La elección correcta no podía ser más clara. Les hablé de Falun Dafa y de cómo me ayudó a superar mi adicción, y de lo bien que me sentí después de que esas cosas dejaran de controlarme. Algunos comentaron que tenía mucho mejor aspecto. Sin embargo, otros se burlaban de mí y decían que me había metido en un extraño mundo religioso, e incluso intentaban persuadirme para que cambiara de opinión.
Los practicantes de Falun Dafa de más edad hablaban con frecuencia de la "degeneración de la humanidad", pero nunca llegué a entender del todo lo que querían decir. No me daba cuenta de la gravedad de la situación. Después de reunirme con mis viejos amigos me di cuenta de la suerte que tenía de estudiar en un entorno tan sano y puro como el Fei Tian College de Middletown.
Mientras mis amigos me contaban todo lo que me estaba "perdiendo", me invadió un fuerte sentimiento de compasión. Viven en un mundo de ilusión, pero no lo saben. Les di a cada uno una flor de loto que había preparado e intenté responder lo mejor que pude a sus preguntas sobre Falun Dafa.
Pensé en lo que dijo Shifu:
"De manera certera y concreta, las personas que refinan gong dicen: «La gente común posee lo que persigue la gente común, nosotros no lo perseguimos; aquello que posee la gente común, a nosotros tampoco nos interesa; pero lo que tenemos nosotros no puede ser obtenido por la gente común, por más que quieran»". ("Novena Lección", Zhuan Falun)
Esta interacción con mi pasado ayudó a fortalecer mi fe en el Fa. Vi este encuentro como un aliento de Shifu para seguir haciendo lo que estaba haciendo -sabía que si no venía a la Universidad Fei Tian de Middletown ni obtenía el Fa, estaría igual que ellos, perdida y sin propósito. Ver a mis viejos amigos me sirvió como un recordatorio de lo mucho que el Fa y Shifu me ayudaron. Lo que obtengo del Fa es realmente algo que sobrepasa lo que ven los ojos humanos.
Eliminar el Qing y tener fe en los arreglos de Shifu
Otros practicantes me dijeron que una de las primeras pruebas grandes que encontramos después de empezar a practicar es el qing (sentimentalismo). Nunca pensé que tuviera este problema.
Conocí a un practicante que me atraía mucho. Estudiamos el Fa y hablamos de nuestra cultivación. Pasé mucho tiempo hablando con él y no me concentré en las tareas escolares. Utilicé la excusa de que estábamos estudiando juntos el Fa para encubrir el hecho de que no me iba bien. Aunque sabía que no era bueno para mi cultivación continuar la relación, me resití a dejar ir mi qing.
Antes de irme a casa para las vacaciones de invierno, desperté y dejé la relación con él. Pero durante las vacaciones de invierno y después de volver, fue un constante ir y venir de no ser capaz de tomar la decisión que sería mejor para los dos.
Shifu dijo:
"Si te aferras a lo humano con una mano y no quieres soltar, y te agarras a la cultivación de fo con la otra mano y no quieres soltar, ¿cuál de ésas deseas exactamente? Cuando realmente puedas abandonarlo, la situación definitivamente será diferente." ("Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York", Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. III).
Quería mejorar mi cultivación, pero no quería cambiar. Cuando volvimos a hablar después de las vacaciones de invierno, sentí que el qing tiraba de mí. Sabía que estaba dejando que mi humanidad tomara el control, y eso me impedía mejorar en esta situación. La decisión fue muy difícil de tomar porque no podía desprenderme de mi apego al qing y a la comodidad. Sabía que, para poder seguir un camino recto, tenía que desprenderme de esas cosas que me frenaban. Cuando dejé de lado los deseos y, en su lugar, pensé en lo que Shifu quería que hiciera, pude tomar una decisión responsable y firme.
Ya perdí tantos años en la cultivación, pero todavía dejaba que mis apegos me agobiaran. ¿Cómo podía dejar que estas cosas me impidieran cumplir con lo que se requiere de mí, una practicante de Dafa en el periodo final de la Rectificación del Fa, perdiendo un tiempo precioso que no tengo? Estar aquí en Fei Tian College de Middletown es participar en un proyecto de Dafa, así que tengo que tratar de hacer lo mejor en mis estudios, en mi papel actual de estudiante. Debería concentrarme en mi cultivación y en hacer bien las tres cosas en vez de obsesionarme con pruebas que provienen de los mismos apegos que debería eliminar.
A través de esta situación, también me di cuenta de que me faltaba fe en Shifu y en sus arreglos. Como practicantes, deberíamos confiar y tener fe plena en el camino que Él planeó para nosotros. Sin embargo, estaba intentando cambiar mi camino y quería ganar algo para mis propios intereses personales, sin pensar en las consecuencias y en el papel del que soy responsable como practicante de Dafa.
Shifu dijo:
"Para todos ustedes, hacer bien es no caminar por la vía planificada por las viejas fuerzas; la meta es no permitir que las viejas fuerzas se aprovechen de ninguna brecha". ("Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington, D.C., 2002", Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. II)
¿Acaso actuar según mis deseos y apegos no es exactamente lo que querían las viejas fuerzas? Si quiero que me vaya bien, ¿cómo voy a dejar que esos apegos me aparten del camino recto planeado para mí? Solía envidiar bastante a mis amigos, que parecían tener todos algún tipo de logro en el amor. Sin embargo, después de esta experiencia, tenía más claro lo que debía hacer como practicante. Actuar irracionalmente por mis deseos y apegos personales es desviarme o incluso ir en contra del camino que Shifu dispuso para mí. Hay muy poco tiempo y muchos seres conscientes esperan ser salvados. Sabía que debía ser diligente en mi cultivación y hacerlo bien.
Abandonar el apego a la fama y el orgullo
Después de los últimos exámenes parciales, me sentí agotada porque no pude dormir en dos noches.
Al principio del semestre, estaba decidida a sacar buenas notas. Estudié mucho pero no obtuve los resultados que esperaba. Cuando hice el segundo examen y no vi ninguna mejora me sentí desanimada. Me llenaba de ansiedad cuando estudiaba para los exámenes y no podía dormir ni comer bien. No me sentía bien y no tenía energía.
Al sentirme derrotada y sin dormir, me molestaba lo difíciles que eran los exámenes y también desarrollé sentimientos de envidia e injusticia hacia los que lo hacían mejor que yo.
De repente recordé que soy una cultivadora, sin embargo en este asunto estoy actuando como la persona común que Shifu mencionó en Zhuan Falun. Estaba permitiendo que mis apegos me afectaran, causándome somnolencia durante el estudio de Fa, la práctica y las clases. Me di cuenta del pánico constante que sentía antes de los exámenes porque tengo mucho miedo de no hacerlo bien. Impulsada por el deseo de reconocimiento, temo obtener una nota que no satisfaga mis ansias de fama y quedar como perdedora.
Sabía que cuanto más permitía que se manifestaran mis apegos, más posibilidades tenían las viejas fuerzas de interferir. Sabía que debía eliminar esos apegos y esforzarme por hacer todo con pensamientos rectos.
Aunque en la superficie, digo que quiero hacerlo bien ya que Fei Tian College Middletown es un proyecto importante de Dafa, la verdadera razón por la que quiero buenas calificaciones es para satisfacer mi búsqueda de orgullo y fama. La intención no es pura y tuve que corregir mis pensamientos. Me recordé firmemente a mí misma que estoy asistiendo al Fei Tian College Middletown como un peldaño para cumplir mi papel como practicante de Dafa, no para ser famosa o perseguir cosas para mí misma.
Después de reconocer estos lazos más profundos, dejé de intentar "descifrar el código" y de buscar atajos mientras estudiaba. En lugar de eso, me centro en comprender y aprender el contenido. Mis notas ya no son mi objetivo. Sé que debo seguir esforzándome para cumplir mis funciones y deberes como estudiante, pero no debo apegarme a los resultados. Esto hace que estudiar y asistir a clase sea mucho más agradable.
Conclusión
Aunque me he cultivado por poco tiempo, escribir sobre mis experiencias me ha permitido reflexionar sobre cómo el Fa y la compasión sin límites de Shifu me dieron una segunda oportunidad para cultivarme y, en última instancia, me salvaron la vida. La distancia cada vez mayor de mi pasado me hace sentir que volver a cultivar es un renacimiento: ya no soy la persona que solía ser. Reingresar en la cultivación y dejar que el Fa me guíe se siente como una luz brillante que se ha reintroducido en las profundidades más oscuras de mi mente. Todo lo que tengo y tendré se lo debo a Shifu y al Fa.
Parece que tuve que perder el Fa para poder atesorarlo como lo hago ahora. Espero sinceramente que ningún otro practicante cometa nunca este error de valorar el Fa después de haberlo casi perdido. Mientras nos concentramos en hacer bien las tres cosas, también debemos vigilarnos unos a otros, y dar una mano compasiva a los practicantes que parecen estar luchando por subsistir o flojeando.
A lo largo de mi camino de cultivación, a menudo siento soledad. Me gustaría terminar este artículo compartiendo algo que dijo Shifu y que me animó en esos momentos:
"Pero les digo: mientras te cultives bien, estoy constantemente a tu lado". ("Exponiendo el Fa en la Conferencia Internacional de Intercambio de Experiencias en Beijing", Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. I).
Mi nivel y comprensión del Fa son muy limitados. Todavía tengo muchos apegos que eliminar y mucho que mejorar. Si hay algo que he dicho o hecho que no está de acuerdo con el Fa, te pido sinceramente que me lo señalen.
Espero que todos podamos hacer un buen uso de nuestro tiempo, permanecer diligentes, seguir cultivando y establecer nuestra poderosa virtud.
Gracias, Shifu. ¡Gracias, compañeros practicantes!
(Presentado en el Fahui del Fei Tian College Middletown 2024)