(Minghui.org) Vivo en el noreste de China. Durante las vacaciones escolares de verano e invierno, cuido de mi nieto en una de las grandes ciudades de esta zona. Los practicantes de Dafa de esta ciudad han sido gravemente perseguidos, así que antes de salvar a la gente en esta área y hacer las tres cosas bien, tuve que deshacerme de mi apego al miedo. A continuación, presento algunas de mis experiencias de cultivación:
Eliminar mi apego al miedo
Hace unos años, conocí por primera a los practicantes de esta ciudad. Para obtener materiales que aclararan la verdad, tuve que ir a la casa de un practicante que vivía lejos. A veces me quedaba sin materiales antes de poder conseguir más. Aunque sabía que no era correcto depender de otros practicantes para obtener materiales, no me atrevía a producirlos yo misma debido a que tenía miedo de que me persiguieran.
Sabía que el apego al miedo me impedía salvar a la gente. Fue una piedra con la que había tropezado en mi camino de cultivación. Le pedí a Shifu que me ayudara a fortalecer mis pensamientos rectos para desintegrar mi miedo. Después de enviar repetidamente pensamientos rectos, sentí claramente que la interferencia maligna se había reducido y la dimensión era más clara.
Mi hija y su esposo me han apoyado mucho en mi práctica de Dafa, así que compartía mis ideas con ellos. Cuando mi yerno cayó en la cuenta de que quería producir mis propios materiales, me compró una impresora, papel, un cortador de papel, bolsas de plástico y otros tantos materiales. Desde entonces, la impresora se ha convertido en una herramienta importante en la rectificación del Fa.
Haciendo mi primer viaje
La primera vez que imprimí mis propios materiales para esclarecer la verdad, sentí una mezcla de felicidad y miedo. Estaba feliz de poder hacer los materiales por mi cuenta, pero tenía miedo de que la policía persiguiera a toda mi familia si encontraba mi impresora. No importaba dónde lo escondiera, siempre me sentía incómoda dejándola en casa, al punto de que se convirtió en una carga para mí.
La primera vez que entré en el ascensor de nuestro edificio con los materiales en mi bolso, mi corazón se llenó de miedo. Pero inmediatamente pensé en el poema de Shifu "Por qué temer", y me armé de valor para seguir adelante.
Shifu dijo:
"Si tienes miedo, te capturan
Al rectificar los pensamientos, los perversos se derrumban…"
("Por qué temer", Hong Yin II)
Cuando me recordé que salvar a la gente es la misión de un practicante de Dafa, de repente, dejé de tener miedo. Entré rápidamente en cada uno de los altísimos edificios y dejé materiales en cada apartamento. Distribuí más de 20 paquetes en mi primer viaje. Con la protección de Shifu, me sentí segura y tranquila en el camino de vuelta a casa.
Dejar la impresora en mi escritorio
La segunda vez que salí, miré mi impresora, preguntándome dónde podría esconderla. Me sentí mejor después de esconderla en un armario. Esta vez, pese a que llevé más materiales conmigo, no sentí mi corazón tan pesado.
A lo largo del camino, cada vez que aparecía en mi mente un pensamiento sobre si me perseguirían, inmediatamente enviaba pensamientos rectos para negarlo. Sentí que mi apego al miedo disminuía, y me volví más sabia en cuanto a salvar a la gente.
Entendí que la impresora es una herramienta importante de la rectificación del Fa. ¡Si alguien la tomaba, sufriría represalias! Después de mi tercer viaje, ya no sentí miedo y, a partir de entonces, dejaba la impresora en mi escritorio cuando salía a la calle.
Repartir materiales sin sentir miedo
Hay muchos edificios muy altos en el área donde vivía mi hija. Todos tienen más de 30 pisos. Así que me subía directamente al último piso y entonces iba bajando, y distribuyendo los materiales piso por piso. Pude distribuir con éxito los materiales en todo momento.
Si la puerta electrónica de los edificios estaba cerrada, pensaba con calma: "Soy una practicante de Dafa del período de la rectificación del Fa. Tengo la misión de ayudar al Shifu a rectificar el Fa. La gente aquí está esperando para salvarse". Poco después de pensar en eso, alguien salía o entraba en el edificio, facilitándome el acceso a su interior.
En una ocasión, llegué a un edificio de gran altura y esperé un rato, pero nadie vino a abrirme la puerta. Entonces vi a una mujer junto a la ventana del primer piso. Como no tenía miedo, di unos golpecitos en su ventana y le pedí que me abriera la puerta. Y lo hizo.
En otra ocasión, vi a un joven portero en la recepción. Sonriendo, llamé a la puerta y le pedí que me abriera. Se limitó a abrírmela sin decirme nada más.
Salvar a las personas es el camino de cultivación que Shifu ha dispuesto para sus discípulos, y nadie puede interponerse. No obstante, de vez en cuando, todavía encontraba que mi miedo afloraba, aunque no fuera muy fuerte. Cada vez que eso sucedía, enviaba pensamientos rectos para eliminarlo.
Realmente he experimentado la belleza y la maravilla de Dafa. A veces, sentía que flotaba de puerta en puerta, sin siquiera tocar el suelo. A veces, la puerta electrónica se abría automáticamente en cuanto me acercaba. Lo que resultara necesario, simplemente, sucedería.
Como Dafa dizi, debemos estudiar más el Fa, practicar diligentemente, mejorarnos constantemente de acuerdo con el Fa y hacer bien las tres cosas. Debemos vivir a la altura de la salvación compasiva de Shifu y cumplir nuestros votos sagrados para que podamos regresar a casa con Shifu.