(Minghui.org) Una residente de la ciudad de Guanghan, provincia de Sichuan, fue despedida de su trabajo como profesora hace 20 años por negarse a renunciar a su fe en Falun Dafa. El consejo de educación no solo denegó sus reiteradas peticiones de reincorporación, sino que la denunció a la policía cuando volvió a solicitar su puesto en 2022. La policía instaló una cámara de vigilancia y dispuso que personas en coche o a pie la vigilaran, lo que continúa hasta el día de hoy.
La Sra. Zhao Xianchang cumplió anteriormente dos campos de trabajos forzados que sumaron un total de cinco años (2000-2002 y 2004-2007) por practicar Falun Dafa. Su empleador, la Tercera Escuela Secundaria de Guanghan, la despidió poco después de su detención en junio de 2004. Tras cumplir su segundo periodo de trabajos forzados en 2007, comenzó una ardua batalla para recuperar su empleo.
El Consejo de Educación de la ciudad de Guanghan denegó repetidamente sus peticiones. Cuando volvió a dirigirse a ellos en 2022, la denunciaron a la Estación de Policía local de la Ciudad de Xiangyang y entregaron su carta al presidente del Consejo de Educación. Se dirigió a una oficina de correos de una ciudad cercana para enviar una carta a los organismos gubernamentales pertinentes, sin embargo esa oficina entregó la carta a la Estación de Policía de la Ciudad de Xiangyang.
La Estación de Policía de la Ciudad de Xiangyang la citó el 20 de junio de 2022 y la acusó de violar la ley de castigos de la administración de la seguridad pública. Ella se negó a firmar las actas del interrogatorio, y la policía así lo hizo constar en ellas. Aunque la pusieron en libertad ese día, enviaron a funcionarios para que la siguieran todos los días mientras hacía muchos esfuerzos con trabajos temporales para ganarse la vida. Cuando vieron que pasaba todos los días por un cruce determinado, la policía instaló una cámara de vigilancia en el cruce.
Los agentes asignados a la Sra. Zhao estaban por todas partes. Algunos se sentaron en una casa de té frente a su casa. En cuanto salió por la puerta, la denunciaron a la policía. Cuando llegaba a su puesto de vendedora (tenía un pequeño negocio), los trabajadores comunitarios de allí salían para inspeccionar lo que llevaba en el carrito y ver con quién hablaba.
Un día estaba trabajando en su empleo temporal en un supermercado cuando un inspector la siguió e insinuó a sus compañeros que era una terrorista por su fe en Falun Dafa. Se sintió tremendamente presionada y pronto dejó el trabajo en el supermercado.
En marzo de 2024, la señora Zhao llevó a su madre, de unos 80 años, a una feria local y se encontró con un conocido. Hacía tiempo que no se veían, así que charlaron un rato más. El inspector que la seguía ese día escuchó su conversación.
Zhao escribió una carta a la Estación de policía de la Ciudad de Xiangyang y a los funcionarios del municipio, instándoles a que dejaran de vigilarla como a una delincuente porque ella no había infringido ninguna ley al practicar Falun Dafa o al intentar recuperar su trabajo.
Las autoridades respondieron allanando su domicilio el 3 de abril de 2024. Ese día, a las 15:00 horas, la Sra. Zhao se disponía a dar clases a unos alumnos en su casa cuando el Jefe de la Estación de Policía de la Ciudad de Xiangyang irrumpió con su subjefe y otro oficial. Al entrar, el jefe arrancó las placas de la puerta. Confiscó un ordenador y libros de Falun Dafa de la habitación de la señora Zhao y un ejemplar de Zhuan Falun (el libro principal de Falun Dafa) y un reproductor de música de la habitación de su madre.
El jefe amenazó con detener a la Sra. Zhao durante dos años y le advirtió de que al día siguiente vendría alguien del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos (organismo extrajudicial encargado de supervisar la persecución a Falun Dafa). Antes de que se marcharan, le indicó: "El Partido Comunista Chino es tan bueno y, sin embargo, tú vas contra él".
El subjefe vino con dos oficiales y un agente del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos a las 11 de la mañana del día siguiente. El agente la amenazó con detenerla porque había escrito una carta a los organismos gubernamentales solicitando que le devolvieran su puesto de trabajo.
Zhao sigue bajo vigilancia. Ha tenido que cerrar su servicio de clases particulares porque ningún padre se atreve a enviar a sus hijos a su casa para recibir clases extraescolares.
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Status of Practitioners Imprisoned in Guanghan City, Sichuan Province